11.9.2017: David
"Y ya van ocho, ocho años desde que prometimos amarnos de verdad, a pesar de la distancia, los problemas o cualquier percance que encontráramos en el camino. Cada año le pregunto lo mismo. Su respuesta no suele cambiar, la mía es inalterable totalmente. Nunca la dejaré de querer. La echo de menos. Quiero acabar con Rosanna y Universal y ser feliz. ¿Por qué ella no puede dejar a Carlos también? Supongo que le he hecho demasiado daño y después de lo de diciembre ya no confía en mí, en lo nuestro. Pero no podemos desfallecer. Voy a luchar, a desvincularme de cualquier atadura que me maneja cual marioneta de feria y a buscar mi felicidad. Tengo un trabajo exquisito, una hija adorable, solo me pesa el hecho de tener que fingir ser pareja con Rosanna. No la quiero, no la soporto. Quiero que se vaya, que no vuelva. Pero no, ella siempre regresa con algún chantaje o amenaza. Estoy harto. Yo amo a Laura y me siento solo. Esta soledad me mata, sin ella no soy nada. ¿Por qué el amor es tan complicado?"
Pensaba tumbado en la cama de mi casa, después de la enésima discusión con Rosanna. Universal me había impuesto condiciones, pero yo no me había quedado callado y una de las normas era tener buena relación con mi hija. Principio primordial. Por el momento no lo habíamos conseguido. Mi niña no la quería. Cada noche antes de arroparla me preguntaba qué le había visto y por qué no volvía Laura. Mi respuesta era explicarle que eran temas de adultos que a ella no le debían preocupar. Le había prometido que volvería a casa algún día y que Rosanna se marcharía. ¿Cuándo lo iba a cumplir? Las heridas todavía no habían cicatrizado y el dolor era reciente.
A regañadientes, Rosanna y yo fuimos a buscar a Ella al colegio. Me quedé en el coche. Mi intención era bajar, pero vi algo que me hizo replantearme la idea. Laura estaba ahí. Iba guapísima, con un corto vestido floreado y unas sandalias de tacón y revisaba el móvil sin percatarse de quien había a su alrededor. Agarré mi teléfono y la busqué entre mis contactos de WhatsApp. Laurita💙 seguía adornando el ecuador de la lista. Tecleé con un ligero temblor en los dedos aquella pregunta que nunca me cansaría de repetir. No transcurrió ni un minuto que el doble tic se tornó azul. Lo había leído, pero no me había contestado. Observé la cariñosa escena que tuvo con mi hija y como ésta se acercó a mí explicándome lo ocurrido con Rosanna. Aquella mujer era experta en mentir y fingir.
"¡Qué ganas tengo de que se marche de una santa vez!"
A causa de una reunión de última hora no pude unirme a la jornada en el parque, hecho que comportó no ver a Laura. ¿Respondería a mi mensaje? ¿O había rehecho su vida hasta tal punto de olvidarme? ¿Tan rápido había borrado de su mente los buenos momentos que habíamos pasado juntos? ¿De verdad era eso? ¿Estaba con Carlos porque de verdad lo amaba? Preguntas que, por el momento, estaban sin respuesta.
E: ¡No! – el chillido de mi niña entrando en casa me anunció que se estaba discutiendo con Rosanna.
Había terminado el encuentro con Universal hacía escasos minutos y había llegado antes que ellas. Puse los ojos en blanco nada más verlas.
RZ: ¡No me contradigas!
"¿Qué está pasando aquí?"
Ella corrió a mis brazos. La cogí y escondió la cara en el arco de mi cuello susurrándome que no se había portado mal.
D: ¿Qué ha ocurrido? – pregunté seriamente.
RZ: No sabía que tu hija tuviera tan buena relación con la Chenoíta – dijo con retintín – Vaya confianzas se traen. Hasta se abrazan. No sé cuántas veces la habrá visto, pero esto no puede ser. ¡Ay si Narcís se entera! – exclamó con una sonora y maquiavélica carcajada – Verás tú.
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Dejemos el pensar atrás
FanficCuando la vida ya no puede dar más vueltas, más oportunidades a un amor tan complicado, distintos acontecimientos provocan un nuevo acercamiento entre Laura y David. Sin embargo, el constante recuerdo de su pasado, de su amor fallido, les dificult...