Capítulo 24: Lecciones y prioridades

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Flashback

David 20.06.2011

En algún lugar perdido de los campos de Castilla-la Mancha...

Laura estaba sentada en el suelo de la casita rural que había alquilado para pasar unos días en compañía de mi hija. Mi niña caminaba hacia ella que la animaba a realizar esos primeros paseos sin ayuda de nadie. Eran las diez de la mañana. Afuera el día había amanecido nublado a pesar de las altas temperaturas.

L: Muy bien – la abrazó cuando llegó a su destino.

Observaba la escena desde la cocina donde estaba preparando un rico desayuno para los tres. Habían congeniado tan y tan bien... y lo más importante, ambas estaban felices. Se la sentó entre sus piernas y le comenzó a hacer cosquillas.

D: Chicas, el desayuno.

Dándole vueltas en el aire como si fuera un avión, mi chica y mi hija aparecieron a mi lado. La colocó en la trona y entre los dos conseguimos que aprendiera a comer sola sin derramar mucha leche y comida. Llevábamos dos días apartados del ritmo frenético de la ciudad y solo deseaba que no terminaran nunca.

D: ¿Qué hacemos hoy?

Antes que pudiera responderme mi teléfono comenzó a sonar. Me miró de mala manera. Habíamos acordado no contestar a llamadas. Me salté la norma cuando vi en la pantalla que se trataba de Ito.

D: Buenas, ¿Por qué llamas? – me alejé de la cocina.

I: David tienes una reunión a las dos con la cúpula de Universal. Dicen que es importante. Quizá mañana tengas que volar a Miami.

D: ¿Qué? – me sobresalté.

Observé de refilón como Laura se levantaba con Ella en brazos y se la llevaba a la habitación a vestirla.

D: No puedo hacer esto, Laura me va a matar.

I: David... sabes como son. A mí tampoco me emociona que tengas que venir en cuatro horas pero ya lo sabes. Las consecuencias serán peores.

D: Joder... te llamo en un rato.

Me acerqué a la habitación sigilosamente. Laura había cambiado el pañal a mi hija y le estaba colocando un vestidito colmándola de mimos y besos a la vez.

D: Laura...

L: ¿Qué? Dijimos que nada de llamadas a no ser que fuera por Ella.

D: Ya, ya lo sé pero viniendo de Ito... era importante.

L: ¿Universal?

D: ¿Cómo lo sabes?

L: 'Laura me va a matar' – me imitó con retintín – Con eso te lo digo todo – espetó secamente – Oye, yo no te impediré que hagas tu vida pero recuerda que tienes una hija y te has comprometido a estar con ella estos días. A mí, mira, si me dejas no me importa, pero no abandones a tu hija. Plantéatelo así por una vez. Piensa en tus prioridades.

D: Una, no te voy a dejar, y dos, si no voy será peor.

L: ¡Joder David, pasa de ellos por una vez en tu vida! – exclamó – Estás de vacaciones. Si ese era el tipo de vacaciones que querías, no cuentes conmigo porque yo sí hago la maleta y vuelvo a Madrid.

D: No eres capaz.

L: No me tientes, David, que soy capaz de esto y más. Y esta vez si me calientan mucho no callaré como me hicieron callar en otras ocasiones. Tenlo por sentado ya.

Dejemos el pensar atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora