capítulo 3

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~ Aló? Hola? - seguía escuchando a través del teléfono.

No sabía que hacer, como fui tan tonta, tenía tanto sueño que jamás pensé que el número desconocido iba a ser Thomas, no recordé que le había marcado horas antes.

~ Hola - la voz apenas me salía - sí, soy yo, pero no quería molestarte, fue un error llamarte, lo siento.

~ No cortes - se apresuró a decir - que bueno escuchar tu voz, supongo que si me llamaste es porque terminaste el primer libro.

.~ Eh sí, lo terminé ayer.

~ ¿Por qué te demoraste tanto en llamarme entonces?.

~ Thomas, tienes novia y lo que menos quiero es que tengas problemas, quiero que sepas que vi la película y eres un excelente actor, gracias por los libros.

Corté, tuve que hacerlo, me sentía un estorbo.

- Despertaste bella durmiente - dijo Alía asomándose por la puerta de mi dormitorio.

- ¿Por qué me dejaste dormir tanto? Tengo un dolor de cabeza insoportable - saqué una pastilla del cajón que estaba junto a mi cama y me la tomé.

- A nadie le gusta que la despierten - dijo subiendo sus hombros - ¿Por qué no salimos un rato?

- ¿A dónde me va a llevar tu mente retorcida? - alcé una ceja.

- ¿Entonces aceptas? - su rostro tenía una sonrisa que ya no daba más, muy pocas veces aceptaba salir de noche con Alía, siempre encontraba algo mejor que hacer.

- Está bien, acepto - rodee mis ojos y le cerré la puerta.

Escuché como Alía comenzaba a bailar, "el baile de la victoria".

- Ya deja de hacer eso, te puedo escuchar y te conozco demasiado.

- No puedo, es la alegría que hay en mi corazón, no todos los días aceptas mis ofertas querida.

La verdad tenía razón y no por ser una persona aburrida, simplemente me quedaba leyendo y sentía que era mejor que salir de fiesta.

Dejé que Alía se bañe primero, siempre demoraba más en estar lista.

Pantalones negros, chaqueta de mezclilla, zapatillas blancas y una polera gris (foto de portada). No me iba a vestir tan elegante, eran raras las veces que lo hacía y además nunca usaba tacos, solo íbamos a salir y quería estar cómoda. No soy de producirme mucho, no me gusta tanto el maquillaje. Un poco de máscara de pestañas y labial, estoy lista.

Tomamos un taxi, llegamos a una casa hermosa y gigante, era blanca con detalles rojos, tenía dos pisos y muchas ventanas, arbustos en el ante jardín y había mucha gente al rededor, entraban y salían.

- Vamos, la idea de ir a una fiesta es que entres a ella - dijo empujándome por la espalda

- Si lo sé - la mire con cara de "no soy tan estúpida" - esta casa es gigante. ¿De quién es?

- Si te digo promete que no te enojaras ni te querrás ir.

- ¿Por qué debería enojarme? - dije confundida

- El día de la fiesta donde vi a tu chico, el de los libros…

- Corrección, no es mi chico y se llama Thomas - la interrumpí antes de que termine la frase.

- Da lo mismo, ese día conocí a un tipo, se llama Dylan y es quien interpreta a Thomas en maze Runner. Me di cuenta luego de ver las fotos de Thomas en Google, pero no te dije nada.

Llévame al olvido ~ (Thomas Sangster y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora