Llévame al olvido ~ (Thomas Sangster y tú)

capítulo 27

Maratón 4/4

4 semanas después - 26 de agosto. (A dos días del viaje)

Hemos estado planeando la fiesta de Dylan durante la última semana. Hasta el momento, nada ni nadie lo ha arruinado y espero que siga así.

Quedamos en que todos le iban a enviar un mensaje a Dyl diciendo que lo felicitaban por su cumpleaños, pero que lamentablemente no iban a poder estar el él por distintos motivos. Y para que ningún motivo se repitiera, nos pusimos de acuerdo también.

Alía le dijo a Dylan que pasen el día juntos, fueron a comer y pasear. Supongo que no sospecha nada, es totalmente normal que tu novia o novio te haga sorpresas o salidas para tu cumpleaños, aniversarios o simplemente porque sí. Por amor al prójimo.

Estoy con Kaya y el pequeño Roman, comprando las últimas cosas para la celebración. Roman es una criaturita tan dulce, dan ganas de besuquearlo completo.

- ¿Cómo lo harás con Roman? - pregunté a Kaya mientras tomaba un pack de cervezas.

- ¿Con el viaje dices?

- Sí, ¿Lo llevarás? Porque yo no tengo problema en cuidarlo cuando sea necesario - contesté acercando mi nariz a la nariz de Roman.

- Sí, irá conmigo. Puedes estar con él las veces que tú quieras - me regaló una sonrisa amplia - Ben vendrá también, así que él me ayudará a cuidarlo, es un padre excelente.

- Me alegra mucho que así sea - contesté devolviéndole la sonrisa.

- Con respecto a Melisse y lo que sucedió con Julia. Bueno, todo lo que ha sucedido desde que mi prima llegó - dijo en tono de culpabilidad - lo siento mucho.

- No es tu culpa - contesté.

- Pero es mi familia y está conmigo, así que si lo es. Melisse tiende a ser una persona impulsiva y siempre ha tenido lo que ha querido durante su vida.

- ¿Y Thomas es algo que ella quiere?

- No lo sé - contestó apenada - pero la conozco y me atrevería a decir que sí. He intentado hablar el tema con ella, pero lo cambia o simplemente lo niega.

- ¿Por qué le conseguiste trabajo en el set entonces?

- No sabes lo manipuladora que puede llegar a ser. Creí que había dejado esas costumbres a un lado, pero al parecer no lo ha hecho.

- Y tú tienes un corazón muy generoso - dije riendo - por eso te quiero.

- ¡Aw! - soltó de ternura.

Terminamos de comprar las últimas cosas y caminamos hacia la caja para pagar.

Nos subimos al auto de Kaya. Ella colocó a Roman en su pequeña sillita de los asientos traseros, así que para que no se vaya solito, me subí junto con él y algunas bolsas quedaron en el asiento del copiloto.

- Alía me envió un mensaje - le dije a Kaya mirándola por el espejo retrovisor - dice que llegarán en 30 minutos.

- Solo espero que Ki, Thomas y Will se estén comportando como adultos - dijo riendo.

- Lo dudo - contesté.

Kaya se estacionó a la vuelta de la casa de Dylan. Los demás que venían en sus propios autos, hicieron lo mismo. Espero que Dylan no sé dé  cuenta si esque pasa por ahí, aunque lo dudo porque Alía hará hasta lo imposible para que vengan del otro lado.

Le dije a Kaya que no se preocupara por Roman, que yo lo bajaría. Y entonces así fue como entré a la casa de Dylan, con Roman en brazos.

Los chicos salieron a ayudar a Kaya que traía algunas bolsas. Las otras aún estaban en el auto.