capítulo 20

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No debería haber entrado. ¿Ahora qué hago? ¿Cómo se supone que debo actuar? luego de ver esa escena que quizás para muchos, será una escena común y corriente, sin nada extraño, pero ese es el problema. Thomas no suele ser tan demostrativo, menos con alguien que conoce hace tan poco.

- Hey bebé, ¿A dónde vas? - Thomas me alcanzó.

- Iba a conversar con Kaya otro rato - traté de disimular el estado emocional desconocido por el que estaba pasando.

- ¿Qué tienes? - tomó mi mano.

- ¿Yo?, Nada - sonreí - solo iré con los demás, podrías ir con Melisse y terminar de hacer el "ponche".

- Ya entendí - levantó una ceja y volvió a la cocina.

- Ya veo como entendiste, idiota. Entendiste tan bien que vuelves a la cocina - dije susurrando luego de que se fue.

Caminé por la casa, tratando de no pisar los pies de alguno de los invitados de Dex. La casa está tan repleta que si caminara con un vaso, tendría que levantarlo por sobre mi cabeza para evitar derramarlo. Hablando de eso, necesito un poco de vodka.

Caminé hacia la barra que estaba en el patio trasero y le pedí un vodka negro con jugo de arándano a la chica que estaba encargada y muy entusiasmada batiendo otros tragos. Asintió y me pidió que la esperara un momento.

Con mi vodka en la mano caminé hacia Dylan que estaba haciendo el ridículo, deberían darle un diploma por hacerlo. Estaba en medio del patio, fingiendo ser Elsa mientras cantaba "libre soy", según él, dice tener una audición en Disney para el papel.

- Ya basta - dije riendo mientras lo tomaba por la cintura y lo sentaba en la silla más cercana.

- Estoy bien, ¿no? - contestó en un idioma poco entendible - me aceptaran en Disney sin dudarlo.

- Si hermanito - acaricié su cabello.

- ¿Y mi rubio? - subió las cejas

- ¿Te refieres a Thomas? - le di un pequeño empujón.

- Sí - subió y bajó sus cejas repetidas veces - ya sé que ahora es tuyo.

- Déjate de estupideces O'brien - me apoyé en su hombro.

Pude divisar a lo lejos a Alía acercarse con una pequeña taza blanca en la mano.

- Tómatelo - se lo entregó a Dylan, o al menos eso intentó - Mejor te lo doy yo - comenzó a reír.

- ¿Es una posión bebé? No la necesito, ya estoy lo bastante enamorado. ¿Le pusiste azúcar, flores y muchos colores? Yo quiero ser bombón - dijo Dylan fingiendo que se arreglaba una cinta en la cabeza, supongo que era el lazo de bombón.

Con Alía no podíamos dejar de reír y ella solo comenzó a darle el café que había traído para ver si así se le pasaba la borrachera que llevaba encima. Si Dylan es gracioso en su estado normal, imaginense con unas copas demás.

Vi a Thomas caminando hacia una mesa con la fuente de ponche en las manos y con Melisse acompañándolo, muy sonriente los dos, todo un espectáculo.

- Ahí está el desgraciado - gritó Dylan apuntando a Thomas y lo peor no fue eso, fue que lo gritó en el espacio silencioso que queda entre una canción y otra. Todos se voltearon a verlo.

Alía le encajó la taza de café en la boca para que dejara de hablar y yo modulé un gracias con mis labios.

- ¿Vamos a bailar preciosa? - se acercó Thomas extendiéndomen la mano.

- Pero si a ti no te gusta mucho bailar - lo miré extrañada e iba a tomar su mano, pero Melisse interrumpió.

- Entonces vamos los dos - Melisse lo tomó de la mano y se lo llevó dentro de la casa.

Llévame al olvido ~ (Thomas Sangster y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora