Llévame al olvido ~ (Thomas Sangster y tú)

capítulo 19

Me están jodiendo, acabo de escucharlo decir que era suyo.

Respiré profundo, me calmé y salí de la casa de Katherine. Caminé hacia el auto de Thomas y me quedé esperando apoyada sobre el capó del auto. Vine con él y me iré con él, no saldré huyendo como si me hubiesen roto el corazón - aunque así es - no lo haré.

- Quiero que me escuches - dijo Thomas apenas se encontraba a centímetros de mí - son míos, pero no sé de donde los sacó.

- Te pasas Sangster, los sacó de tus bolas idiota. Las bolas que por cierto te faltan.

- Auch, no seas tan dura.

- ¿Dura yo? Duro es ver que esa perra tiene evidencia de haber estado contigo.

- Esque si lo estuvimos - respondió y mi corazón dolió - hace mucho tiempo, cuando éramos novios, quizás se me quedó en algún momento y lo está usando como evidencia ahora - el alma me volvió al cuerpo.

- No lo sé Thomas - entrecerré los ojos.

En lo que vió mi rostro de poca credibilidad, me tomó por la cintura y me subió a sus hombros.

- ¡¿Qué estás haciendo Thomas?! - pegué golpes en su espalda para que me bajara.

Caminó conmigo en los hombros hasta entrar nuevamente a la casa de Katherine y me bajó.

- ¿Cuál es tu plan Thomas?  ¿Que te perdone y hagamos un trío?

Thomas me miró demasiado mal, él sabe que no soy de las personas que habla de ese modo.

- ¿Qué esperas? - le eché una mirada fulminante - ¿Arcoiris y dulces muchos colores? Pues esto soy cuando estoy enojada Thomas, está porquería de persona soy y si no me sacas de acá, voy a reventar la casa de Katherine.

- Wow, cálmate - escuché a Katherine hablar. Me giré e intenté abalanzarme sobre ella pero Thomas me abrazó por detrás, evitando la movilidad de mi cuerpo.

¿Qué me está pasando? Yo no soy así, me vale si ellos están o no siendo amantes, no me interesa.

- ¿Qué quieres Katherine? - miré a Thomas para que me soltara - estoy bien.

- Sí, solo quieres sentarte con Katherine a tomar té y jugar cartas - dijo en tono sarcástico.

Thomas me soltó, no del todo, pero lo hizo. Miré a Katherine esperando alguna de sus bombas salir por aquella boca con la que sólo sabe envenenar.

- Es mentira - soltó en un segundo y mi cuerpo dejó de estar tenso.

- ¿Es mentira qué?

- Que nos acostamos esa noche - rodó los ojos - el día que Jake fue al departamento de Thomas, le pedí que trajera un calzoncillo de su clóset.

- De todas maneras no me importa - dije arreglando mi cabello.

- Sí claro - dijeron ambos.

- Como sea, lo tenías todo planeado, eres una víbora y siempre lo serás. 

Di media vuelta y salí. Thomas tardó un poco en salir, supongo que estaba poniendo en su lugar a Katherine o al menos eso quiero creer.

Caminé de vuelta al capó del auto, ahí mismo donde fui para calmarme, para evitar actuar como una loca, pero ya ven, Thomas me lo hizo demasiado fácil. No pude pasar desapercibida.

- Jamás te había visto así - Thomas arregló su cabello con la mano.

- Y jamás lo volverás a hacer - me aparté antes de que pueda tocarme y me subí en los asientos traseros.