Llévame al olvido ~ (Thomas Sangster y tú)

capítulo 17

- Hey, ¿Qué sucede? - Dylan bajó la cabeza en busca de mi mirada, mirada que aún seguía en la pantalla del teléfono.

- Nada, nada - contesté intentando disimular las pequeñas gotas saladas que querían salir de mis ojos.

Caminé hacia la cocina y por suerte Dylan no me siguió.

No soy ese tipo de chicas que armará un escándalo al frente de todo el mundo por algo de lo que no estoy cien porciento segura.

Tomé un vaso y lo llené con agua, la bebí al seco y seguramente si alguien me viera pensaría que estuve una semana sin tomar agua. Me apoyé sobre un mesón dándole la espalda a la puerta y comencé a pensar en qué hacer. Pasaron varios minutos antes de que alguien llegase a la cocina y a juzgar por la voz ese alguien era a quien menos quería ver en este momento.

- Te estaba buscando, desapareciste de la nada.

Sólo lo escuché, respiré profundo y luego de unos minutos me giré para verlo.

- Sí, estaba intentando decifrar por qué las personas mienten - sonreí.

- ¿Qué? - me miró extrañado - ¿Estás meditando sobre la vida?

- Estoy meditando sobre la gente mentirosa, la que dice que te quiere y luego te miente en la cara.

- Si estás tratando de hacerme llegar algún mensaje en código, no estoy entendiendo.

- Podríamos llamar a Katherine - sugerí mientras me crucé de brazos.

Vi sus labios abrirse para comenzar a decir algo, pero luego de unos segundos los volvió a cerrar. Se giró y pasó ambas manos por su cabello dejándolas detrás de la nuca como posición final.

- ¿Quién te lo dijo? - soltó.

- ¿Decirme qué Thomas? - un silencio inundó la cocina durante al menos 5 minutos - anda, estoy esperando, quiero que lo digas.

Solo rogaba a los dioses del Olimpo que por favor no se me escapara alguna lágrima, no voy a mostrar debilidad, no ahora por favor.

- ¿Chicos que hacen? - Alía y Dylan se asomaron por la puerta.

- Nada - respondí en seco - me tengo que ir.

- Pero… - sentí que decía Dylan. Sólo pasé por su lado como si no hubiese escuchado nada.

Narra Thomas

Sentí como pasaba por mi lado sin mirar atrás, soy un idiota.

- ¿Qué le hiciste? - Alía estaba casi matándome con la mirada.

Ignoré por completo su pregunta y seguí a ________ para al menos explicarle lo que sucedió.

Salí de la cocina y cuando pasé junto a la sala, ella ya no estaba. Caminé a la puerta que da al antejardin y vi que estaba unos pasos más allá esperando un taxi.

Corrí hasta ella y cuando quise tomarle la mano, me frenó.

- No lo hagas - se dió vuelta - no quiero hablar contigo, no me sigas.

Levantó una de sus manos para hacer para un taxi que venía a pocos metros y se subió sin mirarme.

¿Qué no la siga? Me vale.

Entré a la casa una vez más, tomé mi casco y el de _________, saqué mis llaves y arranque el motor. No dejaré que piense cosas que no fueron y no serán nunca.

Cuando llegué no la vi, no vi el taxi y mucho menos vi luces en su departamento. Me parece demasiado extraño, aún así subí y toqué el timbre, estuve largo rato esperando, pero no, definitivamente no estaba en su departamento. Bajé y afirmé mi cuerpo sobre la moto, tarde o temprano tenía que llegar y prefiero esperarla fuera.