CAP. 6
Aquella mañana hacía mucho frío, tanto que Austin, que prefería ir andando al hospital, decidió coger el metro para llegar antes. Se atavió con su mejor anorak, una bufanda azul que le había tejido la propia Val y un gorro de lana que Gwen le había regalado días antes. Cogió su cartera, la cual había dejado encima de la cómoda de su dormitorio y se la metió en el bolsillo interior del anorak, dejando únicamente un dólar en su bolsillo exterior, el dinero justo para pagar el ticket del metro.
- ¡Mamá, me voy al hospital! Comeré allí con Gwen ¿de acuerdo?
Su madre estaba en la cocina, preparando el almuerzo para Charles, su marido, que llegaría de trabajar a las dos de la tarde.
- ¡De acuerdo! En cuanto llegue tu padre y comamos iremos. ¡Nos vemos allí más tarde! ¿De acuerdo?
- ¡Perfecto! – respondió Austin.
Así era ahora su día a día. A aquellas horas, en días mejores, Austin estaba en la universidad y su hermana, su querida Val, estaba en el instituto, a punto de terminar las clases. Mientras, en casa su madre les preparaba la comida y se ocupaba de todas las labores de la casa, que no eran pocas. Ahora parecían estar volviendo a la normalidad, o al menos a algo parecido a la normalidad.
Austin llegó al hospital congelado. Hacía demasiado frío pero en el hospital recuperó el calor rápidamente. Siempre tenía la calefacción encendida y, a veces, incluso tenía que ponerse manga corta. Fue directamente hacia el ascensor, delante del cual esperaba un matrimonio joven, de la misma edad que sus padres, más o menos.
- ¿A qué planta vas? – preguntó el hombre al entrar. Se dirigía a Austin directamente.
- A la tercera, gracias – respondió el joven.
El hombre pulsó la tecla número tres únicamente así que Austin adivinó que ellos iban a la misma planta que él. No pudo evitar sentir curiosidad por aquella pareja. No los había visto antes y ya llevaba asistiendo a aquel hospital casi un mes.
- ¿Vienen a visitar a un familiar? – preguntó él con descaro. No quería ser impertinente pero tenía que saberlo.
- ¡Sí! – respondieron ellos - ¡a un sobrino! ¿tú también?
Austin sintió una presión extraña en el estómago. No quería hablar del estado de su hermana con desconocidos pero era lo justo. El mismo había preguntado así que ahora tenía que responder.
- ¡Mi hermana está aquí ingresada! – dijo finalmente - ¡Lleva casi un mes!
- Lo siento mucho – dijo la mujer, afectada realmente - ¡Nuestro Joseph lleva aquí casi dos años!
El ascensor se abrió de par en par cuando llegaron a la tercera planta. El matrimonio salió primero y Austin se quedó dentro. Estaba tan aterrado por la idea de que su hermana no despertase en tanto tiempo que se quedó paralizado. Tenía la esperanza de que, de un momento a otro, su hermana despertara, pero ¿Qué pasaría si no lo hacía? ¿Y si se quedaba así durante años? ¿Y si no despertaba nunca? O peor ¿Qué pasaría si, después de muchos años, despertaba? ¿Qué pasaría cuando se mirara al espejo y viera su deterioro?
- ¿Sales? – preguntó el hombre, que sujetaba la puerta del ascensor a la espera de que el chico saliese.
Austin no respondió. Simplemente caminó por el pasillo en silencio, deteniéndose justo antes de entrar en la habitación de su hermana. El matrimonio que lo había acompañado se detuvo varias habitaciones antes.
![](https://img.wattpad.com/cover/141119154-288-k442580.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Teoría del sueño
Romance¿Qué pasa cuando dejamos este mundo? ¿Hay algo más? Pero ¿Qué pasa cuando no dejamos este mundo del todo? ¿Qué pasa cuando estás a medio camino? Un coma la dejó ahí, entre la vida y muerte pero justo en ese lugar fue donde encontró lo que necesitaba...