CAP.18
La carrera había sido demasiado agotadora. Después de huir del Agujero y de los disparos de Ball y su séquito habían terminado por ocultarse en un viejo edificio abandonado, igual que todos los demás. Era uno de los edificios más altos que Val había visto en su vida. Había subido casi veinte pisos cuando Trueno decidió que ya estaba bien. Pasarían la noche allí, ocultos, aunque aún faltaba mucho para que anocheciera. Apenas había amanecido cuando tuvieron que huir así que apenas habían entrado en la tarde.
- Troy, Howard, Emmy, vamos a buscar algo para comer. Mientras Val y Crystal intentad adecentar esto para pasar la noche.
Nadie dijo nada, simplemente obedecieron. A Val no le hacía especial ilusión quedarse a solas con Crystal, sobre todo después de lo ocurrido en los baños del Agujero, cuando ella fue la cabecilla de la paliza que le dieron. Pero Trueno debía de confiar en que no ocurriría nada cuando las había dejado solas.
- ¡Aún no puedo creer lo que ha pasado! – murmuró Troy mientras empezaban a bajar las escaleras de nuevo - ¡Pobre Anthony!
Trueno no dijo nada. Howard, en cambio, expresaba sus sentimientos abiertamente. Lloraba sin consuelo pero no se detuvo a hablar. Todos estaban agotados, sin aliento, y aún tenían que bajar y volver a subir después de cazar.
- ¡Tendremos suerte si consiguen cazar algo! – dijo Crystal mientras buscaban mantas entre los dormitorios de un apartamento que había en la vigésima planta.
Val no respondió. Estaba asustada por estar cerca de ella pero sobre todo, estaba enfadada. Ahora estaban solas y si había algún encontronazo no habría nadie más para intervenir. Estarían en igualdad de condiciones y quién sabe si entonces Crystal saldría victoriosa. Ella era rápida y hábil con el cuchillo pero Val tenía mucho rencor acumulado y eso le daba fuerzas extra. Pero mientras Crystal no dijese o hiciese algo que la perjudicase no haría nada.
- ¡Val, aquí! – gritó Crystal después de descubrir un armario lleno de mantas y sábanas. Servirían para pasar la noche.
Val acudió a regañadientes. Era una habitación infantil pues estaba llena de peluches. Val no pudo evitar acercarse a la cama y coger uno de ellos. Eran preciosos pero estaban muy deteriorados, como si llevasen allí cien años.
- ¡Ayúdame! – dijo Crystal - ¡coge esto!
Crystal le lanzó a la chica algunas mantas pero esta no las cogió. Crystal entonces se giró hacia ella. Parecía enfadada y lo cierto es que tenía todas las razones del mundo para estarlo.
- Será mejor que digas lo que piensas – la retó Crystal, que nunca se andaba con rodeos.
- ¿Por qué? – preguntó Val.
- ¿Por qué qué? – reiteró la morena, dispuesta a responder a todo con sinceridad.
- ¿Por qué me atacaste? ¿Por qué me odias tanto? ¿Qué te he hecho? – inquirió Val enfadada.
Crystal sonrió levemente. Parecía que aquella "niña" no era tan niña. Se mostraba altiva y daba la cara, aunque ahora no había nadie que la respaldase como había ocurrido siempre.
- ¿Qué pasa? – preguntó de nuevo la rubia – Ahora que no está Trueno no soy un problema ¿Verdad?
- ¿Disculpa? – ironizó Crystal entre risas.
- Ríete lo que quieras pero sé lo que te pasa y créeme que lo entiendo. Estás loca por alguien y de repente llega otro que llama toda su atención. De verdad que lo entiendo pero yo no tengo la culpa de que él sea tan protector conmigo. Si por mí fuera ni siquiera estaría aquí.
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Teoría del sueño
Romansa¿Qué pasa cuando dejamos este mundo? ¿Hay algo más? Pero ¿Qué pasa cuando no dejamos este mundo del todo? ¿Qué pasa cuando estás a medio camino? Un coma la dejó ahí, entre la vida y muerte pero justo en ese lugar fue donde encontró lo que necesitaba...