Capítulo once:
El relato del asesino II
(La traición de Donghae)Fue un tranquilo domingo el día en que el mundo de Yoongi comenzó a decaer, sumiéndose en una oscuridad que poco a poco fue consumiendo su alma.
Donghae, el nuevo novio de su madre, los había sacado de la casa diciendo que los llevaría a un parque acuático que habían inaugurado a las afueras de la ciudad. Con la credulidad de un niño, Yoongi no vio las señales, y en lugar de notar los leves nervios del hombre y la expresión maligna, se mantuvo todo el viaje cantando al unísono con su madre cada canción que pasaban en la radio.
No fue hasta que su madre se percató de que se habían detenido en medio de la nada que el miedo comenzó a aflorar en su pequeño cuerpo.
—¿Donghae? ¿Dónde estamos?— preguntó, nerviosismo filtrándose en su voz mientras salía del auto detrás de su novio.
Yoongi no pudo oír la respuesta del hombre, quien se inclinaba sobre el capó abierto del auto, pretendiendo revisar un presunta falla en el motor, pero fuera cual fuese la respuesta que le había dado, su madre regresó al vehículo, mas calmada.
—Hubo una pequeña falla en el motor, en cuanto la arregle estaremos en marcha— le dijo a su hijo con una sonrisa, pretendiendo calmar al inquieto niño. Pero Yoongi notaba una ligera inquietud en el rostro de su madre, como si quisiese convencerse a si misma de sus palabras, y no solo a su hijo.
La mujer se movió al asiento trasero, donde Yoongi estaba, y comenzó a cantar para él. El niño reconoció la canción de cuna que su madre siempre le cantaba, y con una sonrisa se acurrucó contra ella, siendo recibido por unos cálidos brazos.
Afuera, aprovechando la distracción de la mujer y el niño, Donghae se alejó del vehículo a grandes y rápidos pasos. A pocos metros, tres corpulentos y hoscos hombres lo esperaban, sus rostros cubiertos por anteojos de sol y cubre bocas.
—¿Está todo listo?— preguntó el mas alto, su voz fría y dura.
Donghae se limitó a asentir con la cabeza, señalando en dirección al vehículo, luego, con nerviosismo, observó a los hombres frente a él. Un suspiro de alivio escapó de sus labios cuando uno de ellos le entregó un maletín repleto de dinero, y, después de controlar que fuese la cantidad acordada, se marchó de allí sin mirar atrás.
Los hombres se acercaron al vehículo, uno de ellos se subió en el asiento trasero, su arma desenfundada y apuntando hacia la mujer y su hijo. El terror tomó posesión de sus cuerpos en cuanto notaron la presencia desconocida, y solo se intensificó cuando los otros dos sujetos subieron en la parte delantera.
El auto se puso en marcha mientras Yoongi comenzaba a llorar, su madre estrechándolo contra su cuerpo, protegiéndolo con sus brazos.
—¿Qui-Quienes son ustedes? ¿Qué esta sucediendo?— preguntó ella, terror tiñiendo cada sílaba que pronunciaba.
—¿No es obvio? El bastardo de Donghae los vendió — habló el sujeto junto a ellos, el arma aún apuntándolos, su voz sonando cruel y burlesca— Ahora tu y tu pequeño hijo maricón son nuestros, perra.
Y eso fue lo último que ambos escucharon antes de ser golpeados en sus cabezas y caer desmayados en los asientos.
『🔪』
Yoongi y su madre fueron llevados a un prostíbulo clandestino, ubicado en la zona roja del distrito de Gangnam. Los siguientes cuatro años vivieron un calvario, ambos fueron puestos al servicio de hombres ricos y poderosos, enfermos que disfrutaban de abusar del mas débil.
El pequeño Min Yoongi fue brutalmente despojado de su inocencia, obligado a vestirse de niña y complacer a los pedófilos de la zona, o a aquellos que tenían el dinero suficiente para pagar por los servicios. "Flor de porcelana" era el nombre que le habían dado a Yoongi, debido a su preciosa y pálida piel similar a la porcelana. Piel que se vio mancillada por sádicos hombres que gozaban de golpearlo cuando abusaban de él.
Ambos forzados a ser esclavos sexuales de los adinerados y depravados hombres que, fuera de aquel prostíbulo de mala muerte, tenían una reputación e imagen impecables.
Donghae era uno de los clientes habituales, cada vez que un nuevo sábado llegaba, el terror de Yoongi aumentaba. Porque ahora que conocía la verdadera cara del hombre que había cautivado a su madre, podía darle una explicación a las asquerosas miradas que antes lo habían espantado.
Porque Donghae no iba al prostíbulo por la madre del pequeño, él iba para profanar el infantil cuerpo de Yoongi.
Sin embargo, a pesar de todo el daño físico y mental que le era infligido, lo mas doloroso para él era ver la forma en que su madre era maltratada y denigrada (física y verbalmente). Porque la perversión de aquellos hombres no conocía limites, y no contentos con arrebatarles la dignidad, obligaban al pequeño Yoongi a mirar como su madre era mancillada.
Y la impotencia de no poder salvarla era lo que Yoongi mas odiaba, porque a él no le habría importado quedarse allí por el resto de su vida, en tanto su madre pudiese ser libre nuevamente.

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Killer clown. [Yoonseok]
Mystery / ThrillerQuizás estoy enfermo por enamorarme de un asesino. ➥◌ iiwritesinsnotfluff ┊◌ BTS; criminal!AU ┊◌ Yoonseok. ┊◌ killer!Yoongi, police!Hoseok. ┊◌ suspenso, drama, smut. ➥✎ Extensión: prólogo+18 partes+epílogo ┊✎ Estado: co...