XIII

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Capítulo trece:
El regreso del oficial Choi.

Hoseok escuchó horrorizado el relato de Yoongi, sus ojos llenándose de lágrimas que pronto fueron derramadas. Sus hipidos y sollozos llenaron el silencio de la celda en cuanto el asesino calló. Rápidamente envolvió sus brazos alrededor del mayor, y entre balbuceos expresó el dolor que le causaba saber lo mucho que Yoongi había sufrido.

—No te preocupes, Corderito— habló el mayor, limpiándose las lágrimas que había comenzado a derramar mientras le relataba su historia al policía del que se había enamorado— Fue hace mucho tiempo.

—Pero aún así, no puedo imaginarme lo horrible que debe haber sido— la voz de Hoseok sonaba temblorosa y, de cierta forma, eso reconfortaba a Yoongi.

Porque saber que Hoseok lo amaba lo suficiente para llorar por el dolor que había sentido durante aquellos años, era algo que él jamás se habría imaginado. Hoseok sentía su pena y la compartía, y para Yoongi no había nada mas hermoso que eso.

『🔪』

Hoseok se encaminó hacia la salida de la prisión sumido en sus pensamientos, imaginaba una y otra vez las torturas que le habían inflingido a Yoongi, y sentía náuseas al saber que todas aquellas respetables personas que él había asesinado eran en realidad oscuros y perversos hombres.

Yoongi tenía razón, se merecían morir, pensó mientras recogía sus pertenencias del casillero que le había sido asignado en su primer día en la prisión.

La zona de los vestuarios estaba vacía, o al menos eso había creído él, porque cuando se acercaba a la salida unos toscos murmullos llamaron su atención. Aguzó el oído y, sigilosamente, se acercó al lugar del que provenían las voces.

—Lo haré en la madrugada, a eso de las tres— la sangre se le heló a Hoseok al reconocer aquella cruel voz— Voy a necesitar que te lleves a Jeon para que yo pueda hacer lo mismo.

El corazón de Hoseok comenzó a bombear angustia y miedo por sus venas, y su mente disparó cientos de alarmas, avisándole el peligro inminente en el que Yoongi, su Yoongi, se encontraba.

—No se preocupe, oficial Choi— Hoseok reconoció la segunda voz como la de Park Jimin, un policía nuevo que Seunghyun había tomado como aprendiz— Lo mantendré ocupado.

—Perfecto— la voz de Choi había tomado un profundo tono macabro al hablar— Ese bastardo me las va a pagar.

Hoseok salió corriendo de allí como alma que lleva el diablo, su mente ya elucubrando decenas de planes para salvar a Yoongi de la venganza del oficial Choi. Haría lo que fuese necesario para arruinar los planes del cruel policía. No estaba dispuesto a dejar que le arrebataran al hombre del que estaba enamorado tan fácilmente, y si tenía que dar su vida para salvarlo, lo haría sin pensarlo.

Para cuando llegó a casa, su mente se había aclarado y un plan brillaba en su cabeza. Sacaría a Yoongi de esa prisión, y lo haría esa misma noche.

Killer clown. [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora