Capítulo 9.

546 34 27
                                    

Era una niña, pura y bonita... Que lastima que ahora solo sea avariciosa.

Glenda esta en posición para seguir bailando, sus falda tutu color rosa se mueve de aquí para haya.

-Mami.- se mira en el espejo.-¿Papá vendrá hoy?

Cailany observa a Glenda que lleva una falda de seda transparente con su maillot color gris, observa a su pequeña y le sonríe.

-No cariño, se ha quedado en una junta importante.- le acaricia su mejilla y Glenda sonríe al tacto.- Pero te prometo que pasaremos por tus hermanas a su clase de box e iremos por pizza.

Se acerca a su madre y la abraza, ella se intenta soltar pero cuando ve hacia su madre está esta con los ojos hundidos y riendo.

-Mamá... Mami no me puedo soltar.

-Tú padre nos engaño... Tiene otra mujer, jamás nos amo, solo le estorvamos.

-Mamá mirame, por favor.- de nuevo ve hacia a bajo y varias serpientes de oro le atan el cuerpo.- Mami, papá nos ama.

Un estruendoso ruido la hace despertar.

Glenda abre sus ojos con la respiración agitada y las sábanas enredadas en su cuerpo, mira su reloj cuatro de la mañana.

-¿Papi no te dejo dormir anoche ángel?

Glenda levanta su ceja por encima de sus gafas y le da un trago a su café.

-Jódete Hernández... No me molestes bastante, con el echo de soportarte.

-Vamos ángel solo era broma.- le pasa su dedo índice por el hombro.- Te invito a cenar.

Glenda se quita las gafas y se soba las sienes tratando de aliviar su jaqueca.

-¿Estas de broma?, si tú padre nos ve...-Y se queda callada.- Solo... Solo déjalo si.

Se gira de nuevo en la silla frente a la de Peter, él se ha ido a firmar unos papeles y dejó a Bruno a cargo.

-Vamos ángel.

-No me digas ángel Bruno.

-¿Y porque mi padre si te puede decir "caramelito"?

Glenda ríe y deja de acomodar las hojas y los folders.

-Porque tú padre me va a dar algo que tú no.

Le guiña un ojo y salió del despacho dejando ver sus bonitos y bien torneados glúteos que resaltan con su vestido lápiz color blanco.

-Ya veremos ángel, ah mi nadie me dice que no... De alguna forma vas a terminar en mi cama.

Sonrie y llama a su prometida.

-¿Jees?

-¿Si cariño?

-Vamos a cenar, tengo una reservación.

❤️

-¡No lo puedo creer!

-Hola gustavo... No sabía que trabajas aquí.

-Apenas entre, me ha costado el culo.

Y se ríe, Glenda también lo hace pero un poco nerviosa, las puertas de la entrada se abren dejando ver a Jessica con el mismo atuendo que ella.

-Ay no.- dice Gustavo.- parece que la mosca está, quiere deslumbrar a la abeja reina.

-Déjala, su prometido me ha invitado a cenar.- se ríe al ver como Jessica la observa de arriba a bajo.- Me voy Gustavo, dile a Peter que regreso más tarde, me voy a cambiar la ropa que asco verme igual que ese mugroso silicon.

-Vale cariño, no tardes el señor Peter tiene si carácter.

Le da un beso en cada mejilla y pasa a lado de Jessica.

-Señorita Fenty.- le sonríe con soberbia.- ya tengo el precio de su casa... ¿Cuanto le va a costar?.- la observa de arriba a abajo.- ¿Una noche en un motel de quinta?

Glenda ríe y la observa con cautela y sin miedo.

-Ha mi no me va a costar nada cariños, te va a costar a ti.

-¿Ha mi?.- La pelinegra la suelta y observa a Bruno que viene a paso rápido hacia ellas.- ¿Que me va a costar?

-Tu matrimonio cariño.

Le avienta un beso y sale del edificio, entra de nuevo a su deportivo y marca el número de Peter.

-¿Que sucede caramelo?

-Papi.- observa como Jessica le gritonea a Bruno en media empresa.- Tengo que salir por unos minutos no le tardo.

Cambian un par de palabras más y cuelga.

Glenda esta pisando un campo minado que en un falso paso y puede salir herida.

Demasiado herida.

Candy Pop (terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora