En ese momento era muy creíble, no importa cuán real se permitiera creer en ese sentimiento. Ellos apenas se conocían, pero la conexión entre ellos era real.
(M.U. & A.R.)* * *
POV ALEC
<<¿Quién eres, Alexander? ¿Quién está detrás de mi princesa?>>
Me digo, como he venido diciéndome los últimos minutos mientras él me contaba sobre su madre, mientras él me abría su corazón, que debo hablar, que debo explicarle.
Él me sigue mirando, sostiene mi mirada, aunque sus hombros se ven caídos, quiero ir y abrazarlo, decirle que sigo siendo yo aunque no sea una princesa, que no fingí cuando lo besaba o cuando hablábamos. Que el único disfraz era en apariencia, la única mentira.
Finalmente se ríe, una risa amarga que a mí me da ganas de llorar, su mirada baja al piso de nuevo, veo cuando sus pies se plantan con firmeza, a punto de ponerse de pie.
-No -sólo entonces reacciono-. No -casi me dejó caer sobre él, frente a él, de rodillas, manteniéndolo en su lugar-. No te vayas.
-¿A qué quieres que me quede? -esta vez es él quien evita mi mirada, mis manos arden y hormiguean por sentirlo tan cerca, posadas en sus rodillas-. Si lo que te preocupa es que confiese todo a mi padre, no te preocupes, no lo haré. Ya Esperanza, tu... ¿novia?, lo distrajo lo suficiente... ¿Sabes? No entiendo cómo soportaba verte vestido de mujer, cómo podía dejarte a solas conmigo, cómo no se moría de celos de saber que te besé algunas veces... O tal vez se reían de mí, ¿fue divertido burlarte de mí, princesa?
-¡Deja de decirme princesa! ¡Mírame! -impulsándome en sus propias rodillas me pongo de pie, señalándome-. Mírame, Magnus Bane, este soy yo. Sin vestido, sin cabello largo, sin maquillaje. Este soy yo, no soy una princesa. N-no... -mi voz y mis manos frente a mí empiezan a temblar.
Su mirada se queda en mis manos. Específicamente en el anillo que sigo usando. Me niego a esconderlo o regresárselo. No quiero, no puedo.
-Te veo. Ahora realmente te veo, Alexander.
Gimo, desesperado. No sé, a estas alturas qué me duele más, ese princesa que me restriega o el tono con el que dice mi nombre.
-Déjame explicarte -mi voz apenas es audible.
-Eso es lo que he estado esperando...desde que desperté.
Siento mis ojos abrirse demasiado. -¿T-tú r-recuerdas? S-sí recuerdas...
-No me veas así. Estuve esperando que me lo explicaras, confiando en que había una buena razón para que mi princesa sea Alexander Lightwood y no su hermana Isabelle...
-¡Hay una buena razón!
-...pero nunca dijiste nada, fingiste que no sucedió, que no mentías, que no había nada que explicar. Y entonces vengo y te encuentro con Esperanza...y creo que ya lo entiendo... ¿Sabes qué? Ya no necesito una explicación. Puedes irte. Y no te preocupes, hablaré con mi padre para que no actúe contra tu reino, y de ser posible que les preste nuestro ejército aun sin compromiso. Puedes irte, Alexander Lightwood. No quiero escucharte ya.
¿Qué?
No.
Esto no va a terminar así.
Antes de que él pueda llegar a la puerta, lo abrazo por la espalda, lo siento tensarse, no como cuando era yo su princesa. Pero me niego s rendirme, no sin que antes sepa la verdad. -No te vas a ir sin escucharme, Magnus Bane. ¿Es que un príncipe no merece de tu atención tanto como una princesa?
Algo entre un resoplido y una risa se escucha de él, se relaja un poco, pero no lo suelto. -Ya sabes quién soy, entonces. Gracias por torturarme todos estos días...
-Mira quién lo dice -me gruñé él.
Pero me niego a caer en ese juego de reclamos. No ahora. -Sabes que soy Alexander Lightwood. Hermano de Isabelle. Tu princesa. ¿Cómo lo supiste?
-No lo sabía, no realmente. Lo supuse, creí escuchar ese nombre mientras dormía, y tú dijiste que tu hermana y tú se parecen, ahora entiendo tu necesidad de que te llamara "Alex". Ahora entiendo tantas cosas. ¿Pero por qué lo hiciste? ¿Por que me engañaste? ¿No te dejan estar con tu dama? Puedo hablar con tu padre, intentar...
-¡No! -pongo más fuerza en mi abrazo y él gime-. No es así. Dios. ¡Déjame hablar! Sí, soy Alexander. No, no tengo ninguna relación con Esperanza -él resopla con incredulidad-. Déjame explicarte todo.
Sólo entonces lo suelto y le ofrezco mi mano. Le ofrezco realmente mi mano, la de Alexander, príncipe Lightwood, no princesa.
Él se voltea lentamente hacia mí. Me mira a los ojos y después a mi mano. Pasa lo que siento una eternidad antes de que por fin la tome.
-Más te vale que sea una buena explicación... princesa.
Una esquina de su boca se curva un poco. Y entonces puedo relajarme y tener fe en que no me odie. Lo llevo de nuevo a la cama, ambos sentidos juntos esta vez, y empiezo a contarle mi verdad. -Mi reino necesita protección, ayuda contra ataques de reinos vecinos. Entonces mi padre pensó en aliarse con los Bane, ustedes son poderosos. El plan era realmente tú e Izzy en matrimonio, pero...uh...ella huyó...
Y aquí viene lo difícil.
CONTINUARÁ...
Ahora sí hasta la siguiente semana, gracias por sus votos y comentarios ❤
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Mi princesa (Malec)
Fanfic[TERMINADA] El reino Bane y el reino Lightwood se han comprometido en una alianza beneficiosa para ambos. Para sellarla unirán en matrimonio a la princesa Isabelle con el príncipe Magnus... Sólo hay un problema: Isabelle Lightwood está enamorada y h...