Mi princesa (Malec)

21. Autocontrol

Era dulce y cálido, y se adentró en el círculo que formaba él con los brazos, le puso las manos sobre los hombros, vacilante al principio, pero luego con mayor intención. Lo agarró con fuerza, tirando de él.
(Lord of shadows)

* * *

POV MAGNUS

Me sorprende tanto su iniciativa para un beso, y no cualquier beso, sus labios golpean los míos de forma descuidada, los míos se entreabren por la sorpresa, nuestros suspiros se mezclan antes de movernos. Mis manos van hasta su rostro, acunando y sintiendo su suave piel calentarse bajo mi toque, pero no se aparta. Una de las suyas se coloca sobre mi pecho, la palma sobre mi corazón. La otra va tras mi cuello, el frío de su anillo contra mi piel me arranca un suave gemido.

Mi cuerpo lucha por avanzar hacia ella, que no quede ni un sólo espacio entre ambos. Una necesidad tan primaria que me asusta. Nunca antes deseé de este modo a una persona y, desde luego, no a una mujer. No hasta esta princesa.

Pero lucho por controlar el impulso porque le debo respeto y ya podremos entregarnos plenamente en nuestra noche de bodas.

Me arriesgo a que mi lengua delinee su labio inferior, su agarre cerca de mi cabello se hace más fuerte...

POV ALEC

Voy a morir. Voy a morir. Voy a morir.

Es lo único que puedo pensar mientras este príncipe me da el beso de mi vida.

No puedo creer que sea hasta ahora, con un príncipe prohibido, fingiendo ser una princesa, que venga a saber lo que es sentir que te mueres a medio beso.

Siento como cada rincón de mi cuerpo arde. Gemidos -¡vergonzosos gemidos!- se agolpan en mi garganta.

Mis piernas se mueven, deseando llevar mi cuerpo más cerca, trepar sobre su regazo. ¿Qué demonios me pasa?

Es eso lo que me hace cortar el beso. Hay un ruido -seguramente muy mal visto por la sociedad- cuando nos separamos. Mis ojos se abren, lo primero que enfocan es su mirada, y después sus labios hinchados, húmedos, rojos... Los míos se abren sin permiso, y las palabras tropiezan:

-M-magnus, yo... Q-quiero...Tengo que d-decierte...

-¡Ale...! -el grito casi sin aliento de Esperanza y el ruido de la puerta al abrirse de golpe nos interrumpe, ella respira con dificultad antes de decir algo más.

Mis ojos se abren demasiado, me separo de golpe, intentando acomodar el vestido y no mirar a Magnus.

Maldito autocontrol nulo. Primero lo beso descaradamente y luego casi confieso todo.

-Alex... Izzy... -Esperanza sigue sin poder hablar, debe haber corrido hasta acá.

-¿Qué pasa? ¿Estás bien? -la voz de Magnus me provoca un estremecimiento.

Esperanza asiente y luego niega. Me pongo de pie justo cuando la reina, Monique, aparece: -A ti te estaba buscando, princesa. Ha llegado el vestido, debes probártelo.

CONTINUARÁ...

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