14. Iguales ❤

4K 648 204
                                    

Has traído a mi existencia más de lo que jamás podré pagar. Ahora veo que mi alma nunca estuvo completa, porque hasta ahora, yo nunca había amado realmente nada.
(Carol Lynne)

* * *

Era Ernesto, el mayor de los hermanastros de Magnus, quien se había acercado a Esperanza mientras ellos intentaban bailar.

-Qué guapa -el susurro había erizado la piel de Esperanza, en un muy mal sentido. La sola cercanía del hombre le provocaba escalofríos.

-Gracias, príncipe -Esperanza había bajado la mirada y tratado de alejarse del hombre. No le daba para nada buena espina y era evidente su odio hacia Magnus.

Esperanza temió que ese odio se extendiera hacia Alec. ¿Y si intentaban algo contra la princesa de Magnus?

Pero no podía alejarse sin ser descortés. Ella era tratada con amabilidad y familiaridad en el reino de los Lightwood, pero aquí era sólo la dama de compañía de la princesa Isabelle. Tenía que ser respetuosa y obediente incluso con estos tipos desagradables.

Esperanza sentía que estaba por sufrir un infarto cuando Ernesto se aferró a su cintura y le preguntó si daría un paseo con él, quería correr o gritar cuando, ¡bendita sea su torpeza!, Alec tropezó.

Esperanza medio gimió, intentando liberarse del hombre para ir hacia Alec. Fue ese sonido lo que provocó que Alec y Magnus voltearan hacia ellos.

Se imaginó su expresión cuando vio la de Alec, pasando de molestia a furia por las palabras que dirigió Ernesto hacia Magnus. Antes de que Magnus pudiera contestar, Alec se adelantó, el celeste de sus ojos furioso fijo en el príncipe.

Esperanza se adelantó, intentando controlar a Alec, pero era demasiado tarde.

-Te recuerdo -la voz de Alec un poco ronca, la suavidad de la "princesa" medio olvidada- que Magnus es el primogénito de Asmodeus. Él será tu rey algún día. No deberías dirigirte de ese modo hacia él. Deja a mi dama en paz y preferiría no tener que sufrir tu presencia.

Esperanza no sabía si reír o llorar. Alec era la peor imitación de una princesa sumisa y respetuosa. Si como príncipe nunca gustó de seguir las reglas, como princesa...era imposible.

Ernesto se quedó boquiabierto, cuando salió de su sorpresa, se dirigió a un Magnus que miraba más bien con admiración a Alec: -¿Vas a permitir que...ella me hable así?

Magnus dio un par de pasos hasta estar junto a Alec, que ya había tomado de la mano a Esperanza. -Ella tiene su nombre, y es mi princesa, algún día tu reina, agradece que fue ella y no yo quien respondió a tu falta.

Dicho eso, puso su mano en la cintura de Alec y lo guió de nuevo hacia el castillo. Esperanza notó la gran diferencia entre ese gesto y la incomodidad que ella había sentido con un toque aparentemente igual.

Mientras miraba a Alec y Magnus avanzar, pensó que tal vez el destino había querido unirlos. Tal vez Magnus entendería...tal vez habían encontrado a su igual.



CONTINUARÁ...

Esperanza sabe 😍

Mi princesa (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora