51. Fantasías, si es contigo

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Tienes que salir al mundo, experimentar cosas nuevas. No quiero quedarme quieto y morir un día y perder todo lo que la vida tiene para ofrecer. Por supuesto que habrá momentos en que las cosas no saldrán como pensaste que sucederían. La decepción es parte de la vida, pero no arriesgarse a esa decepción significa que podrías estar perdiéndote algo increíble.
(Cate Ashwood)

* * *

POV ALEC

Estamos en la biblioteca, no puedo evitar recordar nuestro momento antes de su accidente, cuando me dio el anillo, cuando nos besamos tan intensamente y estuve a punto de perder el control si no hubiera sido por la interrupción de Esperanza y después de la reina, cuando Magnus interrumpe mis pensamientos con algo totalmente inesperado:

-¿Y el vestido?

Levanto mi mirada del libro que tenía en mis manos -y no estaba leyendo- y siento mis mejillas arder. Tal vez no sólo yo estaba recordando ese día.

-¿Qué con eso?

-No recuerdo si me dijiste si te quedó o no... -una de sus cejas se alza y me hace reír.

Me acerco más a él porque al otro lado de la biblioteca, aunque yo no estoy de acuerdo, está Esperanza con Ernesto, y no quiero que él llegue a escuchar.

-Debe ser porque mi prometido tuvo un accidente y después se enteró que su princesa no es una princesa y, por lo tanto, no necesita ese vestido.

Magnus gira un poco su rostro hacia mí y se ríe antes de besarme, su aliento erizando la piel de mi cuello y sus labios provocando a los míos.

Durante un momento me olvido de las normas sociales, de que su hermano está aquí y podría quejarse con su madre, simple me pierdo en sus brazos en mi cintura, mi piel ardiendo incluso bajo las capas del vestido, y sus labios que acarician los míos, lento, enloquecedoramente lento y adictivo.

Cuando vuelvo a la realidad, sus labios están hinchados, sus hermosos ojos verde dorado brillantes, y mis manos alredor de su cuello, manteniéndolo cerca, y estoy de nuevo casi sobre él.

Respiro con dificultad e intento bajarme de encima, pero las fuertes manos de mi príncipe no me dejan. -Magnus, nos va a ver tu hermano...

Sus labios rozan mi cuello, y yo inclino mi cabeza inconscientemente, dándole espacio, pero él sigue su camino hasta mi oído: -Él no piensa en nosotros ahora.

Volteo un poco y veo que, en efecto, él parece totalmente centrado en Esperanza.

No me gusta.

Y estoy por decirlo o pararme e ir a interrumpirlos, pero entonces Magnus toma mi rostro de nuevo, sus labios acarician los míos, mi mejilla, y susurra en mi oído: -Entonces, ¿el vestido te queda? Porque me entraron ganas de verte de blanco, tu piel pálida enfundada en telas blancas y suaves, brillantes. Mis manos, mucho más oscuras, acariciando tus brazos desnudos, yendo a cada broche de tu traje de novia, desatar uno a uno hasta colarlas bajo tu ropa, sentirte piel con piel, acariciar tu torso, tu abdomen fuerte mientras voy quitándote el vestido...

Me quedo sin aliento. Muerdo fuerte mis labios para no gemir. E intento, con todas mis fuerzas, no retorcerme en su regazo. Siento como me pongo duro ante la idea y agradezco que no te note entre tantas capas del vestido.

-¿Tienes un fetiche o algo así? -mi voz sale apenas. Mi cuerpo se estremece ante sus caricias sutiles, todavía presente la imagen mental que me acaba de dar. Recuerdo mi sueño y puedo ver el vestido blanco caer y Magnus recorriendo mis muslos con sus manos y boca y... Oh dios.

Magnus parece un poco apenado. -Antes de ti no habría imaginado que algo así me gustara, pero no puedo dejar de imaginarte ahora. Aunque sé que no va a pasar, ya que la boda con mi princesa nunca va a ocurrir. Yo voy a casarme con un hermoso príncipe que va a sorprender y encantar a todos.

No puedo creer que esté a punto de decir esto, y mi rostro arde completamente cuando lo hago: -Podría decirle a Esperanza que lo arregle como se había ofrecido a hacer. De cualquier forma, seguramente Monique no tarda en molestar de nuevo con el tema. Puedes estar presente en la prueba del vestido.

Sus ojos brillan, pero después pregunta: -¿No es de mala suerte ver a la novia con el vestido antes de la boda?

-Suerte que la tuya es un él -le digo antes de besarlo de nuevo. No me cansaré nunca de hacerlo.



CONTINUARÁ...

Una interesante fantasía 😏

Mi princesa (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora