52. Prueba de vestido

3.1K 498 111
                                    

El destino tiene sus planes, haciendo que las almas gemelas se reúnan cuando están listas para cruzar sus vidas.

* * *

POV MAGNUS

-Magnus, no deberías estar aquí -es como la enésima vez que Monique me lo dice.

Apenas puedo contener mi gruñido.

-Es mi prometida, ¿por qué no debería estar aquí, Monique? -intento sonar paciente y no como si quisiera matarla...o al menos pedirle que se retire ella-. Creo que tengo más derecho que tú.

-Soy la reina, Magnus.

-Esposa del rey y yo soy su hijo. Y ya sabes, si me estoy casando es para poder heredar -mi sonrisa es casi sincera.

No me importa el reino en lo más mínimo. Podrían quedárselo ella y sus hijos, pero no lo merecen. Es de mi padre, y fue de mi madre, y ahora que tengo a Alexander, ahora que sé quién es realmente y queremos un futuro juntos, creo que podría ser un buen hogar.

-Es de mala suerte que el novio vea a la novia con su vestido antes de la boda, Magnus. Todos saben eso.

-No creo en supersticiones ni nada por el estilo, Monique. Y Al... Isabelle tampoco tiene problemas con esto.

-Y mejor así, ¿no? -pregunta Ernesto, con una sonrisa. No sé qué hace él aquí-. Nos evitamos accidentes.

Me quedo mirándolo, tratando de encontrarle sentido a sus palabras, pero es imposible, ¿cierto? Él no puede saber lo que sucedió en la última prueba del vestido. ¿Cómo podría? Y, más importante, si sabe, ¿por qué no lo dijo?

-¿Qué haces tú aquí? Entiendo que tu mamá quiera estar aquí, para supervisar que todo este bien con mi princesa, el vestido y demás, pero... ¿Tú?

Él se encoge de hombros y sigue leyendo el libro que trajo de la biblioteca. -Esperanza dijo que ella lo haría mejor que el sastre real, y le creo. Sólo quiero ver cómo ha quedado el vestido.

Monique pone mala cara y gruñe algo como "La sirvienta".

Pero antes de que yo pueda decir cualquier cosa la puerta se abre y mi hermosa princesa sale con su esponjoso vestido blanco...

...y, oh dios, Alexander se ve mejor que cualquier princesa. Tal vez está mal decirlo, pero mi boca se hace agua, mi estómago se llena de mariposas, mis dedos y mis labios hormiguean por la necesidad de los suyos.

Las manos nerviosas de Alexander no dejan de tocar la tela suave y llena de brillos de su vestido de novia. Esperanza sonríe orgullosa cuando levanta el velo traslúcido y el perfecto rostro de mi príncipe aparece. Sus largas pestañas, oscuras, sus párpados brillando sutilmente con tonos dorados y plateados, sus labios de un rosa pálido en una sonrisa nerviosa, y sus mejillas levemente rosadas no sé si por el maquillaje o por su rubor natural.

-¿No está perfecta, Magnus? -Esperanza sonríe y da un leve empujón a Alexander. Él la mira mal cuando casi pierde el equilibrio, pero ahí estoy yo para sostenerlo, como estaré siempre, desde el momento en que lo vi y mis labios tocaron su mano.

-Más que perfecta -y espero que note la sinceridad en mis palabras, en mi mirada, en como mis manos apenas rozan sus brazos mientras subo lentamente hasta llegar a su rostro, y siento su piel erizarse bajo mi toque, y su suspiro mezcla su aliento con el mío cuando nuestros labios se encuentran.

Muchos creen que es mentira aquello de la revolución de mariposas en el estómago, como las células se vuelven locas y se aceleran, como la sangre corre, arde en las venas, y el corazón parece querer salir del pecho y llegar a la otra persona, como la respiración se va acabando, pero no quieres separarte, soltarte, y tras los párpados hay una explosión de luces como fuegos artificiales.

Yo era uno de esos hasta que bese a Alexander, hasta que experimente el beso con la persona para mí. Hasta que me enamoré.

Cuando dejamos de besarnos, ignorando el jadeo de Monique y los halagos de Ernesto a Esperanza, las mejillas de Alexander tienen ese rubor natural, y sus ojos están iluminados no por maquillaje, tienen esa luz especial en su mirada, esa que creo que también tienen los míos, eso que llaman amor.

Acerco mis labios a su oído para que sólo él escuche: -Tan perfecto, mi amor.

Sus manos están todavía temblando cuando se posan en mis hombros y luego me abraza.

-Debo verme...ridícula.

-Te ves bastante bien, princesa -Monique nos interrumpe-. Debo decir que tu dama hizo mejor trabajo del que esperaba. ¿Estaría bien para ustedes si la boda fuera el domingo? Uno de los detalles más importantes era el vestido y ya está. Es lunes, si avisamos ahora que la boda es el domingo, deberían alcanzar a llegar los invitados...

Los ojos de Alexander buscan los míos. Muy abiertos. Su boca se abre pero él no dice nada. Llevo una de mis manos a su brazo, mi dedo índice dibujando una A sobre su piel. Que sepa con quien quiero casarme, con él, mi príncipe, porque mi corazón lo eligió, y no con la princesa Isabelle en un matrimonio arreglado.

Sus labios se curvan en una sonrisa y sus ojos no dejan los míos cuando habla: -El domingo está bien.





CONTINUARÁ...

La cuenta regresiva y tantas cosas por suceder 🙊
Creo que me pasé de cursi este capítulo 😅

Mi princesa (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora