55. Nuevos planes

3.5K 460 172
                                    

Sea lo que sea, simplemente no lo lamentes. La vida es demasiado corta.
(T.M.)

* * *

POV ALEC

<<Creo que ya lo he dicho, pero benditos el destino y tu hermana por traerme hasta ti, Alexander. Yo no necesitaba una princesa en mi vida, cuando siempre esperé a un príncipe como tú.>>

Sus palabras y las sensaciones de su cuerpo sobre el mío, de él dentro de mí, de su mano en mi cadera, de su dulce caricia en mi rostro, permanecen largo rato.

Incluso después de haber llegado al clímax juntos, incluso después del último choque de caderas, de su último empuje dentro de mí.

Incluso después del último toque de sus labios sobre los míos. Una suave, casi inexistente, caricia. Un beso, tal vez, un conato de beso, un pedazo de su alma en un simple roce.

-Te amo, Alexander.

Y sé que no son simples palabras vacías. Que no lo dice sin sentirlo. Que de verdad no se arrepiente de haberme conocido y comprometerse conmigo, incluso si ha sido poco convencional nuestra historia.

Tal vez, en ocasiones, los caminos más retorcidos son los correctos. Las largas vueltas, idas, venidas, y pérdidas, son necesarias para llegar a la meta. Magnus Bane es la meta en mi vida y si tuve que usar un vestido para ser suyo, no me arrepiento tampoco de haber dicho "Sí" a aquella locura cuando Izzy huyó y nos quedamos sin princesa.

Quiero hablar. Quiero decir que lo amo también, aunque sé que ya lo sabe, pero no puedo. No es sólo la sensación de ser sólo alma en este momento, de haber abandonado mi cuerpo cuando fuimos uno y flotar juntos ahora. Es algo más, como si hablar fuera a romper este hechizo.

Su nariz acaricia la mía, mi mejilla, mi cuello. Nos quedamos así, simplemente abrazados, largo rato, en silencio.

Afuera la oscuridad nos envuelve y empieza a disminuir lentamente, a difuminarse. Nuestro tiempo termina. Los grillos empiezan a callar y los sonidos del día van despertando.

Mi corazón duele al pensar en salir. No quiero salir. ¿Podemos quedarnos aquí, encerrados en esta burbuja, sólo él y yo, para siempre?


POV MAGNUS

Empiezo a dudar si, incluso aunque él fue quien lo sugirió, esto fue mala idea.

Su silencio me asusta.

¿Nos apresuramos? ¿Debimos esperar a la luna de miel? ¿Se arrepiente de haberse entregado a mí, de prestarse a esta locura?

Sus ojos están fuertemente cerrados, aunque sé que está despierto. Su cuerpo rígido me lo dice.

-¿Alexander? -él no responde-. Creo que deberíamos volver ya, mi amor.

Sus labios tiemblan y lágrimas resbalan por esas mejillas todavía levemente enrojecidas.

-¿Alexander? -siento mi voz romperse-. ¿Te arrepientes de esto? Lo siento, mi amor. ¿Te lastimé sin darme cuenta? ¿No fue lo que esperabas? Yo lo sien...

Sus ojos se abren, de repente. Azul brillando por las lágrimas y algo más.

Sus piernas me apresan, impidiéndome alejarme. Sus manos enmarcan mi rostro. Habla, mirando directamente a mis ojos. -No digas eso, no te disculpes por darme el mejor momento de mi vida. Me has dado un hogar, y no me refiero a esta cabaña, o a este reino, sino a esto -él toca mi pecho-, me diste tu corazón, igual que yo te doy el mío, junto con mi cuerpo y mi alma. No me arrepiento. Sólo tengo miedo del mañana. ¿Y si intentan separarnos cuando nos presentemos a la ceremonia y, en vez de la princesa esperada, vean dos príncipes?

-Nada va a separarnos -le prometo. Aunque nadie estuviera de acuerdo, no voy a dejarlo-. Mi reino y mi vida por ti lo valdrían. Te elijo sobre todo.

-No hables de vidas. Nadie va a dar su vida -sus manos tiemblan en mi rostro. Yo tomo una para besar su palma.

-Estoy de acuerdo. Pero vamos a unir las nuestras. Tu familia debe llegar hoy, tus padres. ¿Qué te parece si yo hablo con el mío antes de la ceremonia, para que no se sorprenda? Estoy seguro que él lo entenderá y tendré su apoyo. Y si no, si él me da la espalda, yo te avisaré y podemos seguir los pasos de tu hermana. ¿Estarías dispuesto a huir conmigo si no sale como lo planeado?

-¡Sí! Sí, sí, mil veces sí. Mientras sea contigo. Yo estaré esperando tu orden. Nos vemos en la ceremonia o nos vemos aquí para irnos. Yo te veré donde tú me digas.

Eso parece darnos una opción B que sellamos con un beso.

* * *

Y mientras los príncipes agregaban opciones a sus planes, uno de los hermanastros de Magnus espiaba cerca de la cabaña donde los amantes se entregaban sin secretos, sin saberse vigilados y, tal vez, atrapados.



CONTINUARÁ...

Habían pedido que el capítulo continuara donde se quedó el anterior y ahí lo tienen, ¿listos para la boda? 🙊 ¿quién habrá escuchado, Ernesto o Andrés?

¿Qué actualización quieren para empezar la semana?

Mi princesa (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora