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-¿Por qué haces esto Harry?-Le pregunté mientras que sentía el líquido salado cayendo por mis mejillas. Pero parecía que a él no el afectaba, ni un poco de compasión. ¿Qué no tendría que soltarme y decirme, lo siento, no quise hacerlo?

-Porque simplemente no tengo lugar donde vivir, ya que escapé de el hospital y no tengo dinero, así que me quedaré en tu casa. Y no es una pregunta, es más, una afirmación.

-¿Pero hacía falta golpearme?

-Sí, yo quiero que me respetes. Si voy a estar aquí, me malcriaras como un hijo. ¿Entendido?-Asentí, porque tenía un nudo en la garganta que me impedía hablar.

El se marchó, dejándome sola en la cocina, con un moretón en la mejilla, por su bofetada. ¿Debería denunciarlo?

Me iba a ir yo también, pero Harry estaba detrás mio. Me sobresalte.

-Por dios Harry-Mi madre me decía de pequeña que no debía tomar su santo nombre en vano, pero ya era demasiado tarde- Me vas a matar de un infarto.-Lo regañé y él agarró fuertemente mi brazo.

-A mi no me regañes máldita perra.-Derrepente me sentí arrepentida de haberle regañado.-Sólo te venía a decir que no digas nada. Porque escaparé, vendré aquí, y te mataré.-Sentía que mi rostro se volvía pálido y mi sangre se helaba.

Me soltó y se fué. Supongo que se iría a dormir a mi habitación. Mi casa contenía dos habitaciones. La de Huespedes y la mía. Podía ser pequeña, pero por dentro te sorprendías. Como el dicho dice: No juzges a un libro por su portada. Tal vez mi mamá me educó toda mi vida con sus dichos.

Suspiré, para después, apagar la luz con su interrumpor y caminar para la habitación de huespedes.

Me acosté y luego de unos cinco o seis minutos, caí en brazos de morfeo.

(...)

Sentí algo frío en mi cara, que provoco que yo me despertara.

Abrí los ojos y me encontré con unos ojos verdes esmeralda. Enfurecidos.

-¡Despiertate ya!-Me gritó en mi cara, y después me agarró mis brazos para empujarlos hacía adelante.-¡Quiero mi desayuno! ¡Ahora!

Me levanté y corrí (Literalmente) al baño. Me lavé la cara y los ojos. Agarré mi cepillo de dientes, le pusé pasta dental y me lo metí en mi boca rápidamente. Arriba abajo, costado al otro costado, y así susesivamente.

Al terminar, me enjuagé la boca y escupí todo en el lavado. Lo limpié con agua y salí.

-¡¿Ya está?! ¡Tengo hambre!-Gritó Harry detrás de la puerta.

-¡Ya voy!-

-¡No me grites si no quieres que entre!

-¡Yaaa!

Me sequé la cara con una toalla y salí de el baño, encontrandome con Harry.

Me empujó contra la pared y me atrapó mi cabello entre sus manos.

-Si quieres salir viva, no-Recalcando la palabra NO-me grites.

-Esta bien.

-Perfecto.

-T-te haré unas t-tostadas con m-mermelada y c-café-Tartamudeé

-Bien, yo quería tocino con huevos, pero eso también está rico-Sonrió fríamente. Me soltó bruscamente, haciendóme caer al suelo.

Él salió de la habitación y se fué directamente a la cocina, dejandóme ahí, sola, toda golpeada.

Con las únicas fuerzas que tenía, me levanté. Y lo seguí hasta la cocina. Para después empezar a preparar SU desayuno.

-Bien linda. Tengo hambre. ¡TERMINA YA!

-H-hago todo lo que p-puedo-dije firmemente.

-No me contestes-Me pegó una bofetada, nuevamente.

-No p-pegues p-por favor

-YO hago lo que quiero. Es mi casa ahora-no por mucho tiempo-Y tú debes servirme. Pero eres demasiado inútil como para hacerlo.

Me sobé mi mejilla, de esta salía un poco de sangre. Será por todas las veces que me había golpeado allí.

-Me v-voy al trabajo, no puedo faltar.

-Bien, si escuchas gemidos, es porque traje a alguien a mi casa.

-A-adiós-Pero fue en vano, ya que no me respondió. Solo me dió una mirada como si fuera un bicho raro.

Y me fuí a trabajar.

Cuando iba caminando hacía la parada de autobuces pensaba ¿Tendré que aguantar todo esto por toda mi vida? Como fui tan idiota.

My Medicine |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora