-Menos mal que es sábado-
Dijo la rubia mientras se dejaba vencer por el sueño, podrá dormir realmente tarde este día, en un lugar cálido y rodeada de, amigos, una pequeña lagrima escapa de su ojo y resbala por su mejilla.
O al menos esa era la idea, un continuo concierto de ronquidos a su alrededor la despertó apenas el sol había comenzado a entrar por la ventana, ¿Cómo podía dormir Dipper con esa podadora industrial al lado? ¿Él roncara igual o peor que su hermana? Bueno, al menos había logrado dormir más que las últimas semanas, pero ver cortadas sus ilusiones de dormir tranquilamente en un lugar tan reconfortante como se había convertido este minúsculo cuarto en una casa suburbana, sin poder soportar los ronquidos más tiempo se levantó y camino directo a la puerta mientras trataba de despertar a alguien de manera "delicada" pateándolas en las costillas sin muchos resultados más que un.
-"Mabel, deja de hacerme cosquillas"-
Como única respuesta, ¿Qué clase de juegos hizo Mabel después de que ella salió de la habitación para que una patada en las costillas contara como una "cosquilla"?
Después de cerrar la puerta, acomodo su cabello y busco en su bolsillo su espejo para revisar su rostro y no se notaran las ojeras debajo del maquillaje, el insomnio no la había dejado en paz durante varios días, ansiosa, nerviosa, temerosa de que sería lo que pasaría con su vida de ahora en adelante, quizás para las chicas que duermen a su alrededor el futuro significa alguna cosa muy muy lejana o tal vez todo lo contrario, solo saber que harán mañana debe ser pensar demasiado hacia delante para ellas, Ignorancia, divino tesoro de los que no tienen miedo a lo que pasara mañana, quizás debería de envidiarlas, después de todo no hacía muchas semanas era como ellas. Su vida era como un reloj que siempre marchaba perfectamente, no tenía que preocuparse por cosas como el futuro, cada paso que daba era marcado por el Tic tac de un invisible reloj que siempre la perseguía a todas partes a las que corría, del que por más que se escondía no había podido escapar, ahora esa marcha que guiaba su vida ha desaparecido, muchas veces sintió que solo se trataba de una marcha fúnebre cuyo único consuelo era saber que llegaría a su fin tarde o temprano, solo cerraría los ojos un día, y todo habría terminado, ya fuera por gracia de algún "amigo" de su padre en sus negocios negros, o algún simple, afortunado, y liberador accidente, uno que lograra que la pequeña bailarina dentro de la burbuja de nieve conociera el dulce sabor de la libertad, aunque solo fuera por los breves instantes antes de llegar al suelo, y finalmente paso, el baile de máscaras de gente hipócrita a su alrededor que ocultaban sus bestiales rostros detrás de la máscara de una sonrisa tan retorcida que era evidentemente falsa, simplemente desapareció junto a aquel reloj invisible que la controlaba, incluso aquella campana que la hacía bajar la cabeza solo con un corto ting ting recordándole que no debía de pensar, solo obedecer, justo como lo hacían todos los que escuchaban aquella campana en la mansión, todo desapareció el mismo día, el mismo día que conoció el significado de una autentica sonrisa, y el mismo día que se dio cuenta de cuan fuerte podía llegar a ser, todo inicio entonces, aunque ahora no sabía si estaba temerosa o ansiosa, de vivir con un destino planificado al más mínimo detalle, ha simplemente no saber qué es lo que pasara mañana, el mejor ejemplo de en lo que se había convertido su vida era esto, allí estaba ella parada en la planta baja de una casa de clase media escapando de los ronquidos de sus compañeras de habitación sin la más remota idea de que cosa debería de hacer, la sala frente a ella se ve diferente de la de su actual "hogar" sería mejor llamarla sala de reuniones, aunque logro conquistar algo de libertad, seguían siendo muebles muy caros para ser tocados, los muebles estaban atiborrados de chucherías, o al menos así le habían enseñado sus padres a llamar cualquier cosa que su costo fuera inferior a tres ceros, la alfombra bajo sus pies no sería llamada alfombra, era muy claro que los gemelos Pines se la Vivian corriendo alrededor de la mesa de centro, y por lo visto también sobre ella, donde había un montón de revistas y controles remotos por todas partes, más una clara marca de un zapato, allá en una esquina estaba un repisa con trofeos, no le sorprendió descubrir que todos los de logros académicos eran de Dipper, aunque Mabel también tenía los suyos, todos por deportes curiosamente más grandes que los de Dipper, no se podía evitar eso, después de todo no es lo mismo una medalla por deletreo que un trofeo de campeona de goleo, por allí descubrió uno de minigolf, y la foto de Mabel como campeona de minigolf, al menos hasta ahora, ha llegado una nueva retadora, y por lo que se ve en la fotografía, es un campo de golf mucho mejor que el de Gravity Falls, finalmente lograran saldar cuentas y saber cuál de las dos es la mejor, y esta vez sin liliputienses que hagan trampa, pero un pequeño gruñido en su vientre la hizo olvidar sus planes de revancha.
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Gravity Falls, After.
Fanfiction¿Aquellos días de verano nunca regresaran? ¿Las aventuras terminaron? En verdad, ¿nunca habrá otra aventura como aquella que ambos hermanos pasaron en un pueblito perdido en los bosques de Oregon que ni siquiera aparece en los mapas? ¿realmente todo...