👑 Capítulo VI 👑

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*5 a.m. En punto.*

La alarma comenzó a sonar una vez más, como en cualquier otro día. A diferencia de que esta vez la apagué de inmediato. No era necesario que me despertara, apenas y tenía ganas de dormir, entonces pasé toda la noche acomodando lo mejor posible todas mis cosas en el frío ático, así podría darle una atmósfera más cálida... O eso esperaba. Ya pasaban varios días desde que Trinidad me removiera a este lugar y apenas me daba el tiempo de acomodar.
Incluso encontré mi viejo celular, que para las nuevas generaciones parecía ya bastante anticuado pero al parecer seguía funcionando. Tenía uno antes de la muerte de papá, pero Trinidad me lo retiró un par de días después del entierro.

Lo dejé cargando y bajé a comenzar mi rutina diaria, que con el paso de los días me parecía más cansada. ¿Empezaba a crear conciencia de mi situación? ¿O estaba triste por mi apego emocional a esta casa como para vivir en el frío ático?
Lo que fuera me mantenía mal.

—Dejas todo en orden, Aiden. Vamos, hijos que tengo que arreglar unos asuntos.

De nuevo se fueron en la camioneta dejándome completamente solo.

De inmediato corrí a terminar y dejar todo en orden para arreglarme y salir. Hasta tomé mi celular para llevarlo conmigo.

En la escuela todo transcurrió normal a excepción del receso donde aproveché para ir a la biblioteca y conectarme a Internet.

Esta cosa debe poder mandar algún mensaje, creo.
Me metí a la app de mensajería y busqué entre las viejas conversaciones.

"Raquel ✨".

Ese era el chat que buscaba.

Raquel Villa fue una de las mejores amigas que pude tener. Me costó el hecho de no poder verla más así que aprovecharía para hablar con ella.

Y contrario a lo que pensé, mi mensaje fue contestado casi de inmediato.

Entonces hablamos un cuarto de hora, quedando en que me visitaría en un momento donde Trinidad o alguno de los gemelos no estuvieran en casa.
Le comenté la hora en que salía de clases y el lapso de tiempo que me tomaba llegar a casa.

*****

—¿Hola?

En cuanto salí del salón comenzó a sonar mi teléfono indicando una llamada de Raquel.

—¡Hola, Aiden! ¡No sabes cuanta alegría me da escucharte otra vez! Si lo sé, hace rato hablamos pero hay algo que debo decirte y no podía ser por mensaje.

Todo el mundo iba en dirección a  la salida de la escuela.

—¿Ah, sí? ¿Es algo muy importante?
—¿Qué si lo es? ¡Pero claro que lo es! ¡Espero estés sentado o sino sostente de algún lado para lo que te voy a decir!
—¡Anda, dime que me matas de los nervios!
—Bien... —tomó mucho aire para después gritar. —¡¡Emmanuelle va a hacer una super fiesta en su casa este fin de semana!!

No me caí, pero si choqué con alguien más, que en cuanto pasó volteó hacia mi.

—Oh, hola, Aiden.

Daniel.
Le hice una seña con la mano saludando e indicando mi llamada en curso y también me hizo señas para que lo esperara.

—Bueno, eso es algo increíble, R. ¿Pero por qué me lo dices? ¿Para hacerme sufrir?

No pude evitar un tono lastimero en mi voz.

—¡Claro que no! Sé cuánto te gusta o gustaba.
—Creo que aún lo hace...
—¡Con mayor razón! ¡Tú y yo iremos a esa fiesta, así que prepárate! Será de disfraces pero no cualquier disfraz de noche de brujas, no. El tema es una noche de revés, donde los chicos usen vestido y las chicas traje, ¿Verdad que es una locura? ¡La segunda regla principal es llevar antifaz! ¡No puedo esperar! ¡Una noche de fiesta, alcohol, vestidos y máscaras! ¡Eso va a ser fabuloso!
—Yo... No. No creo poder. ¡Trinidad no me deja salir para nada!
—¡Pues te sales sin que se dé cuenta! Mira, nos vemos a las nueve fuera de tu casa, de ahí iremos a la mía a arreglarnos y regresas al amanecer sin que nadie supiera que te fuiste. ¡Nos vemos el sábado a las nueve!

Y sin darme tiempo a protestar colgó el teléfono, dejándome sin posibilidad de negarme.
¿Cómo rayos voy a salir? ¡Sí Trinidad se entera de que escapo me mata!

—Aiden...

Daniel me regresó al mundo pasando su mano frente a mis ojos.

—Oh, si. Hola, Daniel.
—Me alegra verte, Aiden. ¿Quieres que te lleve?
—¡Oh, gracias, Dan! Pero no quiero abusar de ti. Debe ser cansado llevarme y después regresar a tu casa.
—¡No es ningún abuso! Al contrario, lo hago con gusto. Anda, sube al 2x2.

Con una sonrisa ambos subimos y tomé sus hombros para evitar caerme.

*************

¡Ya se viene lo interesante!

¿Qué tal, les gusta la historia?
Créanme que lo hago con un gusto tremendo.

¿Alguna hipótesis hasta ahora?
Me gusta que opinen en los comentarios y voten.

Vamos a interactuar más, really.

Pd: Feliz año nuevo atrasado :v

xoxo, C. 💖

No Soy Cenicienta. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora