¿Qué es para ti?

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En muchas otras situaciones, se había sentido un cobarde. Pero nunca le había pesado tanto como ahora. La había dejado allí, sin respuesta alguna. No fue capaz de decir algo, simplemente se excuso con "estoy cansado, hablemos de esto mañana ¿si?" pero la respuesta nunca la tuvo, más bien, huyó de ella. Bueno, no huyó, pero otra misión surgió de improvisto. Y la dejó allí, con la duda. 

Tampoco podía darle una respuesta si no tenía claro qué es lo que quería. Ni siquiera sabía cómo la veía ahora. Era una gran amiga, compañera y todo lo que le dijo hace unos días. Pero ahora también era la madre de su hijo, era su conviviente ¿era su pareja? no, no lo era. No hacían cosas de pareja. Solo compartieron cama algunas veces. Dos desde que vivían juntos. Cinco desde que se conocían, una fue para concebir a su hijo y las otras en alguna misión. Pero nunca la vio como una mujer. Aunque lo era. Aunque todo el mundo le dijera que era una niña, Sakura lo había dejado de ser hace mucho tiempo. Quizás lo decían porque era inmadura, porque vivía con sus padres y la seguían consintiendo, porque Tsunade la sobre protegía por ser su sucesora, porque Naruto la veía como su hermana, porque todos tenían una imagen de ella como una kunoichi de elite, pero no como una persona madura. Y no la dejaban avanzar. ¿Y ahora? La habían obligado a hacerlo. Tuvo que vivir con él, su profesor, tuvo que experimentar cambios, en su cuerpo y en su humor. tuvo que hacerse responsable de ella y de otro. Tuvo que soltarse de todos quienes la retenían y no la dejaban crecer. Y lo hizo de golpe, sin previo aviso, sin instrucciones de cómo hacerse cargo de un hijo. Y podía estar seguro de que seguía asustada. Porque él también lo estaba. Y aunque no quisiera admitirlo, era una de las razones por las que no se aparecía mucho en su casa. Porque muchas de las misiones a las que asistía eran voluntarias. Y no es que no quisiera verla o acompañarla, es que aún no digería bien el hecho de ser padre. Él nunca tuvo uno. Bueno, sí lo tuvo, pero no lo aprovechó como debería. Por eso no tenía idea de cómo ser uno. Y no quería seguir haciendo las cosas mal.

Y a veces cuando estaba lejos, pensaba en cómo sería él. O ella. Pero estaba lejos, y nunca lo sabría si no asumía su situación. ¿Tan difícil era comprender que había embarazado a su alumna, que estaba viviendo en su casa y le pidió que intentaran estar juntos? ¿Por qué le había preguntado eso? ¿Por su hijo? ¿O porque lo quería? ¿Cómo alguien iba a quererlo a él? Que nunca había sentido cariño por otros, que solo estimaba a sus cercanos, que no era capaz de demostrar afecto. Era casi imposible pensar que alguien tuviera sentimientos por él. Por eso creía que ella se lo había pedido para que su hijo pensara que sus padres estaban juntos y había sido concebido en un nido de amor. 

¿O no?

¿O realmente quería estar con él?

Tantas preguntas hacían que la cabeza le explotara. Pero qué sentido tenía cuestionarse si no era capaz de encontrar respuesta. Porque las evadía y huía. Pero estaba asustado y quería hacer las cosas bien.

¿Cómo piensas que las harás bien si lo único que haces es arrancar?

Odiaba su conciencia. 

No. No era su conciencia. A veces creía que estaba loco. Pero cuando cerraba los ojos, podía escuchar la voz de su padre.

Eres un hombre, Kakashi. Asume tus responsabilidades y acompáñala en esta etapa, ella te necesita. 

Sabía que no era Sakumo, era casi imposible, pero su inconsciente jugaba con su mente, y lo hacía creer que si era él quien intentaba darle una lección. Así tal vez le haría caso a alguien. Así tal vez escucharía lo que su corazón le quería decir.

¿Acaso te estás arrepintiendo?  Si es así, no vuelvas a darle la cara, no vuelvas a tu casa y escapa, como el cobarde que estás siendo.

Comenzamos al revésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora