Comenzamos al revés

¿Entonces?

Miraba, desde hace un buen rato, como el vapor emanaba de su taza de té. Ni siquiera lo había probado, solo lo miraba. Su cabeza estaba demasiado ocupada pensando.

¿Qué concepto tenía Kakashi por "intentar estar juntos"? Por que al parecer, no sabía nada. Ni en sus malditos libros lo había aprendido. ¿Que entendía él sobre una relación? Nada, nada, nada. Y eso ya le estaba alterando los nervios.

Los primeros días, sí, pensó que era un chiste, los siguientes, ya no le hacían gracia. 

¿Quién maldita sea te lleva en una primera cita a casa de Gai-sensei para ordenar unos archivos ANBU? Y ni siquiera podía llamar cita a eso, porque al parecer, su plan siempre fue trabajar, no estar con ella. A penas sí intercambiaron un par de palabras durante la noche. 

Y seguían durmiendo juntos. Pero dormían. Como si nada pudiera cambiar entre ellos. Como si las palabras que le dijo hace algunos días quedaran flotando en el espacio y no tuvieran ningún significado. Por que al parecer, Kakashi no entendía nada. 

Y dos semanas ya habían pasado. A penas sí lo veía, porque desde que decidió trabajar en la aldea para pasar más tiempo con ella y su hijo, lo veía menos que cuando andaba de misión. LLegaba cuando ya se encontraba dormida y se marchaba antes que saliera el sol. ¿Que clase de broma de mal gusto le estaba jugando? Kakashi de verdad debía aprender lo que es la vida en pareja. Pero estaba harta, y no le quería enseñar. 

  — Sakura-chan — tocaban la puerta

Salió de sus pensamientos para caminar hacia la entrada.

— Naruto ¿Qué haces aquí?

— Estoy de pasada, me reuniré con Sasuke en un rato

Lo miró interrogante.

— ¿Y? ¿Venías a contarme eso?

— No, vengo a invitarte a mi fiesta de cumpleaños, será mañana por la noche

Sonrió — Ahí estaré

— ¿Irás con Kakashi-sensei?

El semblante en su rostro cambió inmediatamente. De la gran amabilidad que sentía, se volvió oscuro y molesto.

— No

Arqueó una ceja — ¿No?

— No

— Pensé que estaban juntos

— Pues todos pensamos mal

Suspiró — Sakura-chan, Kakashi-sensei es pésimo con las relaciones sociales, deberías saberlo

— Ah pues sí lo sé, solo creí que se esforzaría un poco más, pero al parecer, todo es igual que siempre

La miró de pies a cabeza. A pesar de que tenía ya un embarazo avanzado, la panza de Sakura no había crecido tanto, incluso para tener seis meses, si usaba ropa holgada podría hasta simularlo. Los beneficios de tener un cuerpo delgado y pequeño era bastante útil en estos momentos. O al menos eso era lo que pensaba.

  — Vamos a Ichiraku, yo invito  

  — ¿Qué?

— Estás sola en casa, hoy no trabajas, salgamos a comer ¿si?

— Olvídalo, dijiste que te reunirías con Sasuke, no seré un mal tercio

La miró con sorna —   No seas una molestia y vamos, Sasuke estará feliz de verte y Kakashi no tanto cuando se entere

¿Que le intentaba decir? Si bien sabía que el Uchiha con Kakashi no tenían una buena relación, siempre intentaron llevarse bien, o al menos aparentarlo. Pero no podía imaginar que el ex sharingan estuviera molesto porque se haya reunido con el amor de su infancia, porque eso ni siquiera le importaría. Kakashi era indescifrable, jamás podía adivinar que pensaba o que sentía, tampoco lo decía. Lo más probable es que ella le contase y él la ignoraría, y le dolería el orgullo más que nunca. Pero no perdía nada intentándolo, porque ya estaba harta de creer que tenían una relación cuando ni siquiera se habían esforzado por lograrlo. Y si era necesario llamar su atención por las malas, lo haría. ¿Qué hay de malo en despertar un poco de celos para poner a prueba sus sentimientos? Era cruel, bastante, pero Haruno Sakura tomaría cartas en el asunto. Si Kakashi no se inmutaba, sabía que solo serían palabras vacías las que le dijo. Y no es que quisiera dañarlo, es que quería saber qué es lo que sentía por ella.