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Keith

Ambos comíamos con más silencio de lo habitual. Yo no tenía ganas de hablar y no podía saber en qué estado estaba Lance. Tampoco era que quisiera averiguarlo pero igual me molestaba un poco que no llegara el día anterior.

—¿Qué hiciste ayer? —pregunté.

—Eh... ¿Nada?

Me quedé en silencio, si quería hablar hablaría. Y si no... Pues también hablaría. Es Lance, no soporta lo silencios.

—Estuve afuera y perdí la noción del tiempo.

—Ah...

Tal vez yo era una carga para la libertad de Lance. Quizás yo debía tomar mis propias decisiones ahora e irme a casa. Debería de dejar de importarme Lance porque en realidad él no me importaba.

—Conocí a una chica, ya sabes. Salí con ella todo el día —continuó.

—Oh... Que bien...

Si no me importaba, ¿por qué me costaba contestarle?

—¿Estas bien?

—Si... —me aclaré la garganta—. Claro que si. ¿Cómo te fue?

—Bien, supongo. No estuvo mal.

—Oh... Me alegro por ti.

—¿Seguro de que estas bien?

—Si, estoy bien. Solo me alegro mucho por ti y no sé cómo expresarlo —fingí una sonrisa. De seguro si yo mismo me viera estaría por golpearme con la cuchara de lo falso que sonaba, debía parecer y me sentía.

Solo le había mentido un par de veces, y había sido durante los tiempos en los que si se podían mirar la cara mutuamente solo para ver su reacción. Eran típicas bromas de niños pequeños pero ahora no habían bromas. Ahora no nos mirábamos a la cara. Ahora no sabía si eran mentiras las palabras del chico de ojos azules. Pero si sabía una cosa, era evidente la mentira que había soltado. No estaba feliz. No podía ser feliz. No me sentía cómodo.

—Quiero ir a mi habitación. —Me levanté de repente con la cabeza gacha.

—Si... Está bien.

Quería que protestara por mi. Que me obligara a pasar tiempo con él. Que me dijera que esta velada no había terminado. Pero al parecer yo era quien tomaba las decisiones.

A través de tus ojos (Klance) [TERMINADA pero en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora