A través de tus ojos (Klance) [TERMINADA pero en edición]

23

Lance

Por alguna razón, mis presentimientos me decían que no llevara a Keith a esa maldita reunión. Y no les hice caso. Llevé a Keith. Desde entonces lo noté distante. Intenté averiguar por mi cuenta qué pasaba por su mente pero lo difícil de Keith es que jamás sería totalmente transparente. Y esta era una de las cosas en las que no lo sería. No sabía si estaba por hacer algo remotamente estúpido o apenas lo estaba planeando.

—Keith —llamé su atención sentándome en la cama a su lado y tomando su mano.

—Mmm...—respondió para darme a entender que estaba despierto y escuchándome.

—Haz estado pensativo desde que tuvimos esa reunión, ¿qué pasa?

—Nada —respondió.

—Si, claro, y Kaltenecker puede volar por decisión propia. Dime, ya te di tu espacio, ya te pregunté, ¿qué más tengo que hacer para que estés cómodo?

—Lance... Es solo que... —comenzó pero se detuvo.

—¿Es solo que qué? —Necesitaba saber, tenía que incitarlo a seguir.

—Olvídalo, es nada...

—Llevas pensando en eso durante mucho tiempo, claro que es algo. Necesito saberlo.

—La Espada de Marmora.

Y con eso lo dijo todo. Pensaba volver con esos Galra. Y yo me desesperé, me alteré, enloquecí de todas las formas posibles.

—No vas a volver con ellos. No. No. No. ¡Y no! Me niego a aceptar una decisión tal estúpida. ¡No puedes volver con ellos! —dejé su mano a un lado y me levanté de golpe en la cama.

—Lance, tranquilízate, por favor. Solo lo pensé. Aún no voy a volver.

—¿¡Aún!? ¿Y cómo quieres que me tranquilice? Me dices que piensas en volver con ellos por un simple ataque. ¿Quieres que me tranquilice?

—Solo lo pensé, no exageres las cosas.

—No es mi culpa que quieras tomar esa decisión tan impulsiva. ¡O sea! Te quieres ir con ellos. Estás ciego, Keith. ¡Ciego! ¿Comprendes eso? ¡En cuanto pises la primera misión te van a matar!

—¡Pensé que confiabas en mis habilidades y progresos! —gritó sentándose en la misma cama en la que yo estaba de pie gritándole, en su cama.

—¡No pensé que querrías hacer algo tan arriesgado!

—¡No he hecho nada todavía!

—Piensas en hacerlo, eso me basta para enojarme.

Bajé de la cama tomando mis zapatos del suelo y me largué de la habitación. En estos momentos extrañaba la Tierra donde podías azotar puertas para demostrar lo enojado que estabas. Porque si, ahora estaba demasiado molesto y parecía que a Keith no le importaba poner su vida en riesgo una vez más. Mientras que a mí me preocupaba incluso que saliera de su habitación.