Pasaron los años y nada había cambiado, estaba en último año ahora y Jamia y yo seguíamos juntos...Jamia querida soy tan infeliz, como no tienes idea pero no es por tí; es por mí, que simplemente no se como hacerlo funcionar, no se que hacer para hacernos a ambos felices y eso me carcome la vida pero no hay nada que hacer, la vida sigue no? Y tú nunca me has dejado solo, nunca, ni por un instante...
-Frankie mi amor- Dice en un bostezo.
-Buen día Jamia-
-Alguien parece estar feliz de verme- dice como hablándole a un niño pequeño, refiriéndose a mi miembro que había despertado "contento".
Normalmente luego de esto siempre tenemos sexo ya que en las mañanas Jamia lo hace mejor pero..hoy no tenía ganas.
Era sábado...un hermoso sábado de verano, ahora vivía con Jamia y era algo, bueno no era realmente lo que yo quería pero es algo lindo, debo acostumbrarme a ella ya que pronto le pediré matrimonio. Mentí diciendo que nada había cambiado.
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Todo es tan vivido, tan brillante y hermoso...mi cabello! Mi hermoso cabello ahora es muy largo y rizado..miro a mi alrededor e intento moverme.No puedo hacer ningún movimiento con mis pies, al parecer olvide caminar.
Muevo la quijada y ¡Bingo! intento un silbido pero mi lengua esta dormida y la muerdo para que despierte, como resultado esta sangra un poco pero reacciona, intentó gritar y al principio cuesta un poco pero finalmente lo logro.
-E..enfer..mera- Suena una alarma y del susto reboto en la cama, una enfermera que iba pasando se quedo mirándome sorprendida -Esta viva! Carter esta viva!- grito efusivamente, al parecer el hospital me tomaba por muerta, tardo en darme cuenta y mi habitación estaba atestada de personas.
-Te acuerdas de mi Carter? Soy Mariselle yo te estuve cuidando todo el tiempo que estuviste aqui- dice esta chica mientras me toca la nariz sonriente.
Mariselle..recuerdo otra voz diciendo ese nombre, pidiéndole morfina para mi...todos me miran con entusiasmo asi que lo único que hago es mover los brazos lentamente y cada cara en la habitación se ilumina, es grato tener tanta gente que se alegre de mi bien.
-¿Que...me paso?- voy directo al grano, necesito saber que hago ahí, que me causo este estado y pues bien, cuanto tiempo estuve aqui.
-preciosa, espera un tiempo y te responderemos todo lo que quieras, no queremos que te de una recaída- Dice Mariselle acomodando un mechón de mi cabello y marchándose - a donde vas?- digo asustada -a traerte comida corazón, has de tener algo de hambre luego de dos años "durmiendo"- Dice en una risita simpática marchandose, asi que dos años..estuve en un sueño de dos años entonces...a mi alrededor veo solo flores marchitas, globos y peluches, ni una sola tarjeta...
Tengo suerte de aparentemente hasta ahora solo haber perdido la movilidad de mis piernas "temporalmente".
-Bien Carter, vamos a refrescar estas flores,te las cambio todos los días así no se marchitan ¿sabes?- El enfermero que entra me toma por sorpresa así que decidí asustarlo -Enserio? No jodas! Que lindo.- Brinca del susto y me río, vuelve a verme asustado mientras sigo riendo.
-Carter? estas bien esto es increíble!- corre a abrazarme eufóricamente este chico rubio y extraño para mí.
-Que me miras tan raro? Soy Mikey!-
Mikey?!? Enfermero?!? Qué tanto me perdí..?
-Se que estas cansada de estar "durmiendo" - dijo haciendo comillas imaginarias y riendo -así que cuando te den de alta y vuelvas a casa te explicare todo si? Descansa- besa mi frente, da media vuelta y se marcha, creo que es entendible que no me quiera explicar nada ya que estoy muy débil y acabo de salir de un coma realmente muy profundo y cualquier información fuerte puede hacerme volver a caer.
Analizo mi habitación mientras veo como la noche empieza a caer lentamente, puedo notar muchas tarjetas en una bolsa al lado de mi cama y todas están firmadas por un tal ¿Frank? Emmm...¿Quien es Frank? Supongo que mi mente esta borrosa, y al parecer no recuerdo a este tal Frank.