I- Early Sunsets Over Monroeville
¿Alguna vez has tenido la sensación de que si hubieras hecho algo diferente talvez las cosas serían de otro modo? Comúnmente me encuentro pensando en eso, es un pensamiento que me atrapa de vez en cuando.
Recuerdo aquella noche de una manera vívida, yo estaba solo. Tenía unos escasos dieciocho años en aquel entonces, no tenía acné, tenía el cabello largo y de un negro muy profundo, no era mi mayor admirador en aquel entonces, tenía una camisa Misfits y estaba dibujando ese día, no había mucho que hacer un sábado en la noche, bueno, siendo sincero no para mí.
En la casa solo estaba yo y mi hermano menor; su novia lo acompañaba.
Recuerdo terminar un boceto cuando recibí una llamada telefónica, escuchar a Frank un poco nervioso mencionando que estaba en la casa de una chica, de una chica hermosa. Lo primero que pude pensar fué 'Frank se metió en problemas de nuevo y quiere que lo salve' rodé los ojos mientras lo escuchaba hablar un poco más, realmente estaba pasando un gran rato con una chica que se escuchaba fantástica, simplemente alguien a quien debía conocer.
Me armé de valor, me cambié la ropa, me puse mi mejor actitud y tomé mi auto hacia la casa de la chica.
Una vez en su casa Frank me abrazó y entonces la ví, la chica más linda que alguna vez mis ojos pudieron ver y desde ese momento lo supe.
Dormimos los tres en su casa, todos juntos en su cama. Durante la noche despertaba por momentos y la observaba dormir, se veía tan linda, tan frágil..
Quería que fuera ese el rostro que viera cuando mi memoria comenzara a fallar, cuando mi cuerpo lentamente dejara de atender ante mi instrucción, cuando mi cabello se tornara blanco y pasara mis últimos días muriendo junto a ella, esa chica a la que quería entregarle cada parte de esta alma que estaba simplemente destrozada para que la curara, para que curara mis heridas y yo poder curar las suyas, y estaba a sólo un rato de aquello, de lo mejor que me pudo haber pasado.
II - A Punch For The Love Club
La mañana luego de la despedida ella se levantó con resaca, en una cama ajena y sobre todo desvestida, hecho que en sí era ya bastante preocupante.
Carter no comprendía absolutamente nada, nada.
Miró a su alrededor aún recostada y no había nadie más, ni ropa ajena ni cosas de otras personas simplemente ella en un cuarto enorme, deseando saber en que momento de la noche había llegado allí.
Se levantó cubriendo su cuerpo falto de vestimenta en busca de alguna pista que le revelara un porqué, entre bostezos y pasos torpes lo único que logró encontrar fué su ropa regada por todo el suelo alfombrado y una pareja de antifaces. El suyo y el de alguien más.
Carter pensó por un momento (entre otras cosas) en tomar su camino hacia alguno de los múltiples baños de la mansión pero ¿Y si había alguien más en la casa? Simplemente no soportaba la idea de su desnudez en público, tenía demasiados complejos.
Tomó sus bragas del suelo y se las colocó, seguidamente el sujetador y cuando se iba a colocar de vuelta su vestido fué interrumpida abruptamente por el sonido de la puerta, acogiendose de nuevo en la sábana lanzandose de un brinco en la cama.
-Bueeenos días pequeña dormilona- Dijo Zu entrando con una bandeja llena de comida, Carter miró la bandeja con asco rechazándola, a lo que Zu la miraba extraño ya que, Carter jamás había rechazado un plato de comida en todo el tiempo que tenía de conocerla, y a decir verdad, era mucho tiempo.
-Tu nunca rechazas comida..¿segura y estas bien?-
-Supongo...¿no estuve con ningún hombre anoche?- Dijo maquinando y recordando mientras que en su mente todo seguía borroso.