El doctor que atendía a Dean era una eminencia en su especialidad, por lo que sin dudar se había puesto en sus manos al momento de salvarle la vida a Doreen. Un doctor que había realizado el mismo procedimiento en incontables ocasiones, pero que desgraciadamente, había tenido que observar el fracaso en muchas de ellas. Lograr que un órgano humano se asiente en otro cuerpo es siempre una tarea que tiene, además de la implicación científica y biologica, un factor de azar. Muchas veces un paciente recibía el órgano correcto, compatible al 100 %, con un procedimiento quirúrgico confiable, seguro y exitoso, pero aun así, el cuerpo tenia sus propias reglas, por lo que las cosas no terminaban tm con tan buena os pronósticos. Con todo esto, el doctor estaba maravillado con el caso de Dean y Doreen. Ambos evolucionaban mas allá de las expectativas. Doreen por su parte, recibía el trozo de hígado que Dean le había donado como si fuese propio, el cual crecía cada día, llenándola de vida. Dean, a su vez, regeneraba el propio de manera casi milagrosa, por lo que el doctor no dudo en darle el alta definitiva, lo que le permitiría a Dean poder viajar a casa.
Dean agradeció al doctor por todo lo que había hecho por él, y con un apretón de manos, se despidió, llevando en sus manos el documento que le indicaba que volvía a ser un hombre sano y funcional.
Al llegar a casa, se encontró a Cas feliz conversando con su hijo junto a la barbacoa. Jack lo recibió de muy buena forma, la mirada de desconfianza que sus ojos habían mostrado, ya no estaba ahí. En cambio, una nueva emoción se reflejaba en los ojos del muchacho, una que Dean no alcanzaba a comprender.
- Entonces, ya eres hombre libre- Dijo Cas tratando de que su voz sonara neutra, pero no pudo evitar que sus ojos mostraran la nostalgia que su corazón estaba sintiendo.
- Jamás perdí mi libertad, Cas- Dijo Dean con seguridad- Solo que ahora puedo volver a sentirme un hombre completo. El doc dijo que mi recuperación ha sido tan satisfactoria, que me solicitó autorización escrita para exponer mi caso en una de sus conferencias.
- ¿Esto quiere decir que harás el viaje de regreso a América, Dean? - Jack lo miraba expectante
- Efectivamente Jack, comenzaré a preparar mi retorno. Me daré unos cuantos días más en este continente, no sé cuando pueda volver- La voz de Dean se apagó, por lo que se dirigió a la mesa a beber un poco de agua. Sus sentimientos lo traicionaban, no quería demostrar nada frente a Jack, pero al saber que su partida ya era inminente, una punzada de dolor pinchó en su pecho. Tragó el agua con dificultad, cuidándose de dar la espalda a Cas y Jack.
Cas notó el cambio en el ánimo de Dean, como si fuera propio, lo que le hizo suspirar, y cerrando los ojos se obligó a si mismo a calmarse. Giró un poco sobre la parrilla y comenzó a trozar la carne que ya estaba en su punto.
Por más que intentaron esconder sus emociones, Jack capto cada una de ellas. El leve temblor en la voz de Dean, la forma en que se giró hacia la mesa. La mirada que compartió con su padre, el cual a su vez dibujó una sonrisa triste, que jamás llego a sus ojos.
El corazón de Jack palpitaba tan fuerte, que se sentía como una locomotora en su pecho. No sabía como reaccionar a los hechos. Se calmó a si mismo diciendo que, quizá, la amistad que los unía era demasiado profunda, pero en el fondo, su mente ya había sacado sus propias conclusiones; con un hecho tan pequeño, tan minúsculo, que Jack supo que si no tuviera los antecedentes que poseía, no habría podido notarlo. Por su mente pasaban los pensamientos, veloces, las emociones eran fuertes y aplastantes. Pero volvió a decirse a sí mismo que debía calmarse y observar hasta tomar una decisión o llegar a alguna conclusión, lo que sucediera primero.Después de ese pequeño incidente, todo siguió como si nada hubiese pasado, disfrutaron del asado en el patio trasero, con un sol maravilloso que los bañaba con un calor suave, casi acariciándolos, además de la brisa que brindaban los árboles que los cercaban.
La conversación se volvió amena y distendida, Jack se encontró así mismo disfrutando de la compañía de su padre y Dean, de una manera natural. Como si las cosas siempre hubiesen sido así. Él, que pensó que se sentiría incomodo, o extraño, incluso asqueado, se sentía feliz al ver que su padre era feliz, más feliz de lo que lo había visto en muchos años. Reía de las bromas que Dean contaba, relajado. A Jack le agradaba verlo de esta manera, no pensaba que su padre pudiera disfrutar, por ejemplo, de tararear canciones con Dean tocando su vieja guitarra. De hecho, se sorprendió cuando su padre salió con ella al patio y se la entregó a Dean, creyó notar como rozaban sus dedos, pero cuando miro de nuevo, su padre ya estaba sentado a su lado. Cantaron viejas canciones, algunas Jack las conocía de cuando era pequeño, otras fueron desconocidas, pero agradables, y las ultimas que Dean cantó, eran éxitos radiales actuales, a lo que Jack reaccionó cantando con él.
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A través de las nubes
Fanfiction*Novela escogida para los Wattys 2019* Dean es un agente de negocios en la prestigiosa editorial Dream a little dream en norteamerica. Se le ha encomendado una tarea, conseguir el negocio mas lucrativo y exitoso, firmar con la editorial Angels de In...