Jeremy regresaba a su casa, se sentía realizado al saber que de mínimo ya había tenido contacto con Hellen, ¿Por qué Rhonda la trataba tan mal? , pensaba en algo tan idiota como un pleito de niños, una mala cara de Hellen cuando la conoció, ¿Seria acaso que Hellen decía toda la verdad?, pero faltando escasas cinco cuadras para llegar, Jeremy comenzó a sentir un terrible dolor de cabeza, como si hubiera tomado algo muy frio, paso la camioneta al garaje, y directamente llego a su cama a recostarse, se sentía muy desganado, como si su energía corporal hubiera desaparecido de un momento a otro, y pasando unos minutos se quedó completamente dormido.
Habrían pasado unas cuatro o cinco horas, y cuando se despertó, noto que ya no se encontraba en su casa de 1975, estaba en el cuarto de Adele, inmediatamente se levantó sin dolor alguno y comenzó a gritar: "¡Adele, Adele he vuelto, he vuelto!", nadie atendía su llamado, al salir al pasillo fue directamente a la cocina, y ahí de espaldas estaba la chica fumando un cigarrillo.
—Adele, amor, he vuelto, ¿Cuánto tiempo me fui?
—El suficiente...
Le respondía muy fríamente la chica, Se acercó a ella y esta giro y pudo observar a una Adele complemente deshecha, desalineada.
—Pecosita, he vuelto, ¿Por qué no estas feliz?
— ¿Cómo quieres que este feliz?
—Perdón, enserio perdóname, no tengo idea por lo que has pasado, no sé cuánto tiempo me fui, lo importante es que he vuelto sano y salvo.
—Y mientras tanto ¿Qué hacías?, no paso ni un mes para que me olvidaras.
—Eso no es cierto, yo siempre he pensado en ti, mira siempre cargaba con una fotografía tuya todos los días.
Jeremy saco la fotografía instantánea, y al verla vio que era una de Hellen Parish en el vestido rojo de Adele.
— ¿Qué? No esto no es posible, te juro que era una fotografía tuya.
— ¿Ahora lo entiendes?, no te fuiste ni un mes y me olvidaste, comenzaste hablarle a esas zorras sin chiste— Y en la mano derecha de Adele salieron un puñado de fotos instantáneas. — ¿Qué me dices de la Zorra negra o de la maldita asiática, y que tal esa perra blanca desabrida?
—Adele, tranquila no se quien tomo esas fotos. — Y al verlas Jeremy vio que en todas salían en la misma pose con el mismo vestido rojo.
—Y lo que me faltaba, es que ahora le hablas a la rara de Hellen Parish, todo el mundo sabe que es la chica más rara que hay en la escuela, la más fea, la zorra más estúpida de todas las zorras y es con la que nunca me hubiera esperado algo así de ti Jeremy.
Jeremy no sabía que estaba pasando, él no había hecho nada malo.
—No, Adele, así no pasaron las cosas, yo solo quería que ella se sintiera mejor.
—Ahora resulta que eres un ángel que solo va por ahí ayudando las personas, vas y ayudas a la estúpida Hellen Parish, con su cara llena de granos, no suelta una lagrima cunado tú ya le estas extendiendo un pañuelo, ¿Y qué hay de mí? ¿Acaso no has pensado que te extraño? ¿Acaso este año que íbamos a cumplir juntos no significa nada para ti?, solo te fuiste un par de semanas y quisiste recomenzar una vida nueva, aléjate de mí.
—No Adele, por favor escúchame, Todo se puede solucionar, no te he engañado, solo quiero estar contigo.
Adele comenzó a empujarlo hacia la salida.
—No puedo estar contigo, siendo que tú ya me olvidaste. — Y abrió la puerta de su casa.
Y al abrirse por completo la puerta esta no mostraba: ni el patio delantero ni la calle, era un agujero negro que comenzaba absorber todo a su paso, menos a Adele, la fuerza era tan grande que los muebles se acercaban a este, Jeremy sin fuerzas fue tragado por el agujero negro.
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El beneficio de la duda
Science FictionJeremy tenía la vida perfecta: Estudiaba una carrera universitaria, tenía una novia que lo amaba incondicionalmente, padres amorosos, pero un pequeño viaje cambiaría su vida, en sus manos está el conformase o tomar revancha al destino tomando ventaj...