El beneficio de la duda

Capítulo 3: Bienvenido a Blueberry.

Aquel sábado, el fresco de la mañana se hacía sentir, ya pasaban de las cinco y media de la mañana, antes de salir de casa Jeremy había hecho una consulta rápida en internet para saber la hora en que el sol saldría, según el pronóstico saldría a las seis y veinte minutos. Jeremy sentía que los alrededores de la carretera estaban más vivos que antes, no obstante pasados varios kilómetros vio un terreno de terracería que se encontraba a su izquierda, él supo que ese era el camino a tomar porque había una enorme piedra en forma de un sofá de huevo, bajo al camino terregoso y con bastantes piedras sueltas que dificultaban el ir a mas rápido, pronto vio una nueva bifurcación, el camino de la derecha lo llevaría cuesta abajo para internarse en el bosque, el camino de la izquierda lo llevaría cuesta arriba, tomo el de la izquierda y continuo, pronto recordó que a cierta distancia ya no podría continuar con la camioneta, pues podría correr el riesgo de que esta se volcara, tomo su mochila: saco su cámara y le coloco el lente, destapo una de las pequeñas compuertas y le coloco una memoria SD de unos sesenta y cuatro gigabytes, junto a la batería de la cámara, camino un tramo más hacia arriba y pasados unos minutos de fresco aire llego al lugar donde lo había llevado su abuelo tiempo atrás.

—Seis y quince, no esperaba que fuera tan preciso— dijo mirando su reloj de mano

El sol comenzaba emerger de una montaña que se encontraba a lo lejos, poco a poco se iba llenando de luz el valle boscoso, y con él momento perfecto para tomar algunas fotografías. Clic, clic, clic la cámara iba tomando fotos y el muchacho bajo su equipo para poder observar el paisaje tratando de disfrutar la vista por unos momentos, y al hacer esto noto que aquel paisaje también estaba muy cambiado a lo que el recordaba. "¿Desde cuándo hay tantos arboles? Creo que esos amantes de la madre tierra han hecho la diferencia al fin" pensó.

Volvió de nuevo a la camioneta, guardo su equipo y echo marcha atrás, retrocedió tanto hasta llegar a una pequeña planicie, enderezo el vehículo para regresar a tomar la carretera, ya casi al llegar a la primera bifurcación la playlist que tenía termino y esta se ciclo comenzando nuevamente, esto le pareció bastante raro, miro por los espejos y se estaciono sobre el borde del camino, encendió la pantalla de su teléfono y comenzó a deslizar su dedo sobre la pantalla para ver qué era lo que sucedía con la música y un mensaje cubrió gran parte de esta con el mensaje: "Error en conexión de red, solo música descargada", no tenía señal en aquel lugar, no le importo y dejo que el playlist volviera a sonar y en esta ocasión tomo el camino de la izquierda, el que lo llevaría a Blueberry.

Jeremy comenzó a sentirse con algo de sueño, y aquella tranquila carretera no ayudaba en que sus ojos no quisieran cerrarse, al pasar al lado de unos arbustos una patrulla salió disparada con las sirenas encendidas tratando de alcanzarlo, "¿Por qué si no he hecho nada malo?" pensó, se detuvo nuevamente y espero a que el oficial hiciera lo mismo, pero por el retrovisor vio que la patrulla que era de un modelo muy viejo y el oficial que bajaba de esta era un hombre bastante alto con un bigote muy poblado y gafas de sol.

—Jovencito, ¿Sabes a qué velocidad ibas?

—A unas sesenta millas por hora Oficial.

—Ja, vaya que eres un listillo, muéstrame tu licencia o permiso para conducir.

Jeremy tomo de su billetera su licencia y se la entregó al oficial quien llevaba una placa con su nombre: "G. Cromwell", el oficial no dejaba de verla con curiosidad.

— ¿Chico, hace cuánto tiempo renovaste tu licencia?

—La tramite a comienzos de este año.

—Toma, está muy bonita tu licencia a color, pero yo que tu iría al departamento de tránsito a que le corrigieran esas fechas, te voy a dejar pasar esta vez solo decir la verdad.