Capítulo 21: Otto Osworth.

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Jodie observo al muchacho pues lo había notado con cierta confusión por algo tan cotidiano para ella.

—¿Ocurre algo?

Jeremy vio la observo y le respondió:

—Es que, hay algo en tus dibujos que siempre me impresiona, me agrada este tiene mucho tu estilo en los trazos.

El chico le había mentido una vez más, aunque en esta ocasión se le hizo más difícil no preguntar sobre los dos nombres, comenzó a pensar en todo tipo de cosas que podrían pasar como su identidad, pero sabía que esto debía notificarlo a Kiva, pero no podía llamarla pues estuvo el resto del día muy cerca de ella. No fue sino hasta que llevo a Jodie a su casa por la tarde después de sus clases de violín a lo que la chica una vez más le dijo:

—Jeremy ¿Todo esta bien? Desde que te conozco en ocasiones actúas raro como si estuvieras desubicado, pero en esta ocasión estas más raro, como si algo te preocupara, ¿Sabes que puedes confiar en mí?

—Jodie, lo sé, pero todo está bien.

—No lo creo, siento como si a veces me ocultaras la verdad, como si no quisieras que supiera algo y no es la primera vez que lo siento.

El chico se quedo en silencio unos momentos.

—Solo dime ¿Es otra chica?

—¡No!

—¿Estás viéndote con Hellen? — pregunto Jodie.

—No, no es eso.

—¡¿Entonces Jeremy?! Soy tu novia deberíamos estar apoyándonos el uno al otro.

—No es algo de lo que debas preocuparte, en su momento te lo diré todo, pero primero tengo que aclarar algunos asuntos, cosas de mi pasado y si todo marcha bien te podré decir que es lo que sucede.

La chica se frunció el ceño unos momentos y Jeremy la observaba con singular preocupación, pero Jodie le dijo:

—Veo en tus ojos que mueres por decirme es que te molesta y ahora no puedes— respiro profundamente — Perdón por sobresaltarme, si confió en ti y sé que me dirás que te preocupa cuando estés listo.

La chica lo abrazo y le dijo al oído.

—Cuenta conmigo.

La chica bajo de la camioneta y fue hacia su casa, Jeremy emprendió un viaje de regreso a estando al pendiente de un teléfono publico y al encontrar uno llamo nuevamente a Kiva.

—¿Bueno? Diga.

—Rachel

—¿Jeremy? Hola ¿Sucede algo?

—Kiva no se como explicártelo, sonará a lo más idiota del mundo, pero tengo información de Otto Osworth.

—¿Qué diablos? ¿Cómo? ¿Quién te dijo? ¡Cuéntamelo todo!

—Otto Osworth no existe, es un dibujo que hizo mi novia en su clase de geografía.

—Jeremy no me digas eso, ¿Cómo estas tan seguro de que era algo de Otto Osworth?

—Ella hace dibujos de sus apuntes, mezclo a dos sujetos de la historia un tal Nicolaus Otto y un Frederic Osworth.

—Eso suena más a una coincidencia— Kiva guardo silencio unos momentos— A menos de que tu novia sea Otto Osworth.

—Lo dudo piensa que le estoy ocultando algo, quizás me hubiera dicho, no es algo que tenga sentido.

—Esto es muy confuso, ¿Qué quieres hacer?

El beneficio de la dudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora