Capítulo 8

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Al día siguiente, Katelyn quería algo de ropa nueva, así que avisó a Clary que saldría a comprar, después de desayunar. Siempre debía pedirle permiso a ella cuando sus padres no estaban, por ser la hermana mayor. No llevó mucho dinero, ya que no era la típica chica que gusta de gastar todo sólo en ropa. 

El sol brillaba, a pesar que era otoño. Así que decidió usar solo unos shorts, un polo sin mangas y sus típicas ‘Converse’. Al salir, caminó unas cuadras y sin darse cuenta, pasó por aquella casa abandonada que vio el día anterior. Su piel se erizó sólo con verla. Se encontraba al final de un callejón, donde no daba el brillante sol que había salido. Entrar hacia ese callejón la asustaba, así que se quedó afuera de aquel lugar oscuro. De pronto escuchó salir a alguien de aquella casa. Rápidamente se escondió en un basurero cerca. Era él. Vestía el mismo estilo gótico. Al verlo sintió un frío helado recorrer sus venas, pero no podía quedarse callada con lo que él le hacía a Niall. Katelyn se armó de valor y salió a enfrentarlo. 

– ¡Oye, tú! Henry, Jerry, como sea que te llames. 

–Para tu información, niñita, mi nombre es Harry. Harry Styles, para ti.

–Harry, Henry, da igual para mí. No me importa. –respondió Katelyn con una sonrisa sarcástica.

– ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué haces aquí? ¿Quién eres?

–Sólo pasaba por aquí, y te vi. Así que sólo te diré que dejes en paz a mi amigo. 

–Ah, ahora lo entiendo todo. Tú eres una de las amigas de ese tal Neil.

–Su nombre es Niall. Niall Horan para ti.

–Niall, Neil, da igual para mí. No me importa. –respondió con la misma sonrisa sarcástica en su rostro.

–Óyeme bien. O lo dejas en paz o…

– ¿O harás qué? Si sólo eres… una niña. – dijo Harry sonriendo, enredando suavemente uno de sus dedos entre el cabello de Katelyn, y mirándola fijamente a los ojos. Sus ojos eran grandes y verdes, pero no del tipo de verde normal, sino que eran… diferentes. Tanto así que quedó perdida entre sus ojos. Luego recordó que discutían, y continuó.

–No me toques. –añadió ella, quitando fuertemente su mano. –Ya te lo dije. Y no lo volveré a repetir. Niall no te ha hecho nada. Él es una persona muy buena. Y no merece nada de lo que le haces. –continuó.

–Nadie merece nada, lo sé. Pero a veces la vida te golpea, y sólo debes aceptarlo. 

– ¿A qué te refieres con eso? 

–No te diré nada más. No deberías andar sola por estos lugares. No te conviene, pequeña. –finalizó Harry.

–Adiós. –gruñó Kate, saliendo de la escena.

Estaba totalmente disgustada con lo que sucedió. Ya ni siquiera tenía ganas de ir de compras, así que regresó a su casa y se echó a dormir hasta el almuerzo. El resto del día se la pasó leyendo. Eran algo de las 9:30pm cuando alguien llamó a su teléfono.

– ¿Hola?

–Hola lindura, soy Zayn. Disculpa si interrumpo tu sueño.

–Hola, Zayn. No interrumpes, aun no estaba dormida. Gracias por preocuparte. ¿Qué sucede?

–No, no es nada importante. Hace mucho que no hablamos y quería escuchar tu voz.

–Qué lindo. –dijo sonrojada. – ¿Y qué haces?

–Hablo con la chica más hermosa que existe. ¿Y tú, qué haces?

–Nada.

– ¿Qué?

–Jaja, no, es broma. Hablo con el chico más tierno que he escuchado.

–Mucho mejor. Y, ¿harás algo mañana?

–No, nada interesante.

–Genial.

– ¿Genial que me la pasaré aburrida mañana?

–No, genial porque quiero invitarte a salir.

–De acuerdo, eso sí es genial. Te escucho.

– ¿Qué te parece si pasamos la tarde juntos mañana?

–Me encantaría.

–Perfecto. ¿Paso por ti a las 3:00pm? 

–Dale, te espero. Cuídate.

–Adiós, Kate. Dulces sueños.

–Dulces sueños a ti también.

–Sí, claro que tendré lindos sueños, porque siempre sueño contigo.

– ¿Siempre eres así de lindo?

–Sólo soy lindo con gente linda, y tú eres más que eso.

–Tampoco te quedas atrás. 

–Pues gracias. Ahora si me despido para que puedas descansar. Adiós.

–Adiós, Zayn.

Ese corto, pero agradable momento hablando con Zayn, la hizo sentir mejor y la dejó con una sonrisa en el rostro. Eso le hizo olvidar el mal rato que pasó en la tarde. En fin, descansó muy bien esa noche.

Perdida en su mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora