Capítulo 22

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– ¿Mamá? ¿Papá? ¿Qué hacen aquí tan temprano? –dijo sentándose junto a ellos.
–Pedimos permiso para pasar la tarde contigo, Kate. –dijo la señora Ward.
–Por eso queríamos invitarte a tomar un helado. –dijo el señor Ward.
–Esto me huele raro. Ya no soy una niña y sé que algo pasa, díganme que están tramando. –dijo cruzada de brazos. Sus padres se miraron y la tomaron de la mano.
–Espero que no te molestes con nosotros, pero nos transfirieron del trabajo por 3 meses, y en ese tiempo tu hermana Clarissa los cuidará.
–No me molesta, si es por su trabajo está bien, y no creo que a Clary le importe cuidar de mí y Nicho por 3 meses. ¿A dónde irán? ¿Cuándo viajarán?
–No iremos muy lejos. Sólo hasta Holmes Chapel. Pero cuándo, es el problema. –dijo su madre.
–Nos vamos el jueves. –añadió su padre.
– ¡¿Qué?! Pero mi cumpleaños es este sábado, y se supone que ustedes estarían presentes en mis dulces 16…
–Lo sé hija, y traté que el viaje sea desde la próxima semana, pero no pudimos hacer nada. –dijo su madre. –Lo siento.

Katelyn no pudo evitar las lágrimas en los ojos, ya que sus padres no estarían en su día especial. Luego pensó que eso era bueno para sus padres y que sería egoísta de su parte no ceder. 

–Está bien. No estoy molesta. Aunque me encantaría tenerlos aquí ese día, sé que esto es importante para ustedes.
–Gracias, hija por entender. –finalizó su padre, abrazándola. –Te prometo que te lo recompensaremos.

Se fueron los 3 juntos y regresaron como a las 5 de la tarde. Luego de eso sus padres regresaron a su trabajo y Katelyn se quedó en casa haciendo sus tareas. Una vez que terminó, de dio una ducha y se puso algo más cómodo.

Ese día no fue tan lindo como se lo esperaba. Se sentía muy triste ya que sus padres no estarían en su cumpleaños especial. Y tampoco quería escribir una canción con Harry, sería todo un problema. Para olvidarse de todo eso, tomo un pote de helado que había en el refrigerador y se recostó sobre el sofá para ver una película. Casi a la mitad sonó el timbre y ella se levantó para abrir.


– ¿Alguien ordenó pizza?
–Zayn, cielo, ¿qué haces aquí?
–Solo quise sorprenderte, recuerda que aún es nuestro aniversario de 4 meses, así que quiero pasarlo hasta el último momento que pueda junto a ti.
–Es muy tierno de tu parte, ven pasa. –dijo Katelyn abriendo más la puerta y haciéndose a un lado para que pudiese entrar.

–Siento estar tan desarreglada, si hubiera sabido que venías al menos me ponía algo decente. –dijo mientras se sentaba en el sofá.
–No te preocupes, así como estás, estás perfecta. –continuó él sentándose junto a ella.
–En serio te agradezco por haber venido, no me estaba sintiendo muy bien.
– ¿Por qué? ¿Qué sucedió?
–Mis padres me dijeron que no estarán aquí para mi cumpleaños, y es algo que yo planeé desde muy pequeña. 
–Oh, entiendo…
–Y también estaba muy molesta porque me tocó trabajar en la canción con Harry Styles, ¿lo conoces verdad?
–Sí, pero solo de vista. Nunca lo he tratado, ¿tan mal te cae?
–No me agrada nada. 
– ¿Por qué? Sé que es muy callado y no muy sociable, pero no sabía que no te agradaba.
–No es una buena persona, le ha hecho mucho daño a Niall, y él es uno de mis mejores amigos.
–Ah, no sabía eso. Tú solo trata de hacer lo mejor que puedas, y si él te trata mal o te hace daño, sólo dime. Yo le daré su merecido.
–Eres tan tierno, ¿dónde estuviste toda mi vida?
– ¿Por qué lo dices?
–Nunca me sentí así de protegida como me siento contigo. Y eso me encanta, muchas veces me sentí desprotegida, sentía que nadie me apreciaba, pero desde que vivo aquí me han demostrado lo contrario, sobre todo tú, y es por eso que te quiero tanto.
–Mientras yo esté aquí, no dejaré que nadie te toque un solo cabello. 

Y así siguieron conversando, mientras comían la pizza. Una vez que la película terminó, Zayn se fue a su casa y Katelyn fue a su habitación a comenzar los borradores de la canción. Su mente estaba muy cargada y eso no la dejaba concentrarse. No salía de su cabeza el hecho de tener que trabajar junto a Harry. ¿Cómo iban a hablar sobre la canción sin que pelearan? ¿Podrían al menos hacer un buen trabajo los dos juntos? Esas eran preguntas en las que no podía dejar de pensar. 

Perdida en su mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora