Se oyó un trueno, iba a empezar a llover. Katelyn llegó a alcanzar a Violette y la detuvo.
– ¿A dónde vas? Pronto lloverá y vas a llegar toda mojada a tu casa.
–Prefiero eso a humillarme allá.
–No te humillaste…
– ¿Es enserio? Ahora todos saben que me gusta Niall, incluso él. No puedo con esto Kate, en serio no puedo. –dijo en lágrimas, y abrazándola. Su lindo maquillaje había empezado a correrse.
–Chicas, pronto lloverá, deben entrar o se mojarán aquí afuera. –intervino Zayn.
–Eso fue lo que le dije, pero es que le da mucha pena regresar allá.
–Me siento muy mal por estar arruinando tu noche Zayn, debes estar muy molesto.
–No en realidad, fue sólo un accidente, y te entiendo, pero… –no culminó por lo que el fuerte sonido de otro trueno lo interrumpió y pequeñas gotitas comenzaron a rosarlos.
–Zayn tiene razón, Violette. Debemos entrar ahora, o terminaremos empapados.
–Sí, y no te preocupes, hay otra puerta por atrás de mi casa que dirige directamente a mi habitación. Afuera de ella hay una sala, pueden esperar ahí si quieres.
–Genial, es perfecto. Muchas gracias, en serio.
–No hay de qué. Ahora sí, corramos.
Corrieron hasta la entrada a la habitación de Zayn, tratando de no tropezar por los tacones y el piso húmedo. Cuando por fin entraron, vieron su habitación. Era amplia y lucía muy moderna. No pudieron observar más, ya que sólo pasaron para dirigirse a la sala estar. Ahí había una mesa pequeña con revistas sobre ella. Al parecer eran de su madre. También había, hacia un extremo de la mesa, un sofá largo; y hacía el otro, unos cojines de felpa con forma de balón de futbol. Eran de esas que cuando te sientas en ella sientes como si se desinflaran. Si no fuera porque traía vestido, se hubiera tirado ahí como niña pequeña. Violette se sentó en el sofá y tomó una de las revistas. Zayn y Katelyn se quedaron parados.
– ¿Quieren que les traiga algo de beber? –dijo dirigiéndose a ambas.
–Yo estoy bien así, gracias de todos modos. –respondió Violette, y luego regresó a la revista que leía.
–Y tú, cielo ¿quieres que te traiga algo?
–No; lo que yo quiero es que bajes a disfrutar de tu fiesta.
–Pero ¿y tú?
–Yo me quedaré un rato más aquí con ella.
–Bueno, de todos modos estaré pendiente por si necesitan algo.
–Dale, eres el mejor. –dijo finalizando con un corto besito para decirla adiós.
–Al parecer tu noche sí fue mágica. La mía hasta ahora ha sido terrible. Tu vida es como un cuento de hadas, y la mía es lo contrario.
–No creas que mi vida es o ha sido un cuento de hadas, han pasado cosas muy tristes en mi vida, incluso algunas que aún no sabes.
– ¿En serio? Lo siento Kate, no sabía. Pero ¿de qué cosas hablas?
–Es difícil para mí contarlo a las personas, y casi nadie lo sabe, aún me duele recordarlo. Antes de mudarme a Londres, me pasaron muchas cosas, como...
Mientras conversaban subió Allison, algo agitada. Parecía haber corrido.
–Chicas las estuve buscando, recién Zayn me dijo que estaban aquí, y subí corriendo a disculparme. En serio lo siento Violette, te juro que no pensé que todos se callarían en ese preciso momento, no quise hacerte daño.
–Descuida, de todos modos algún día lo tenía que saber.
–Y ahora que lo sabe, qué harás. –le preguntó Katelyn.
–No lo sé. Le inventaré algo, que Allison escuchó mal o algo así.
– ¿Crees que te crea después que saliste corriendo?
–Ay, por Dios Katelyn Ward me pones más nerviosa de lo que ya estoy.
–No sé, pero ya haremos algo.
–Hola… –se oyó decir por detrás de ellas. Esa voz, con ese acento. Era Niall. Katelyn sintió que su corazón se aceleró, y por la cara que puso Violette, infirió que el de ella también. – ¿Podemos hablar? –le dijo a Violette.
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Perdida en su mirada.
RomansaConocer a personas nuevas es algo lindo, pero eso no pasó cuando Katelyn conoció a Harry Styles, quien podría ser su peor enemigo. ¿Quién es él? No lo sabe, pero hay algo en su mirada que la mantiene intranquila por mucho tiempo.