Attack. Escape.

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Ataque-o-Fuga. El juego preferido de Allison y Jano cuando estaban juntos. Funciona así: nuestro flamante cerebro humano ha evolucionado relativamente poco desde aquel homo sapiens de los libros. Tal vez algo por aquí y algo por allá, pero en cuestiones de respuesta a impulsos, sigue comportándose exactamente igual que como lo haría el cerebro de nuestros antecesores. Ante una situación inesperada, se recibe una primera ráfaga de información. Este primerísima oleada de datos se procesa muy crudamente en estructuras cerebrales que no son de las más evolucionadas, no forman parte de la neocorteza desarrollada de nuestro cerebro, es decir, no son racionales. Son emoción pura. Con esta primera serie de datos, el cerebro evalúa algunas posibilidades: ¿Va esto a hacerme daño? ¿Me defiendo? ¿Huyo?. Ataque, o fuga. Jano estaba convencido de que alguna porción del cerebro de Allison no procesa la respuesta ataque. Invariablemente, cuando algo inesperado les sucedía estando juntos, se transformaban en polos opuestos. Él tomaba el terreno, parecía más grande y fiero. Se tensaba y esperaba el golpe, o estallaba de ira. Pero Allison siempre huía. Sin excepciones. Se hacía pequeña, se escondía, o temblaba... desde una distancia segura. Solía decirle que necesitaba revisarle el cerebro, porque algún interruptor no encendía correctamente. Ella lo golpeaba y le pedía que dejara de observarla como un caso de estudio. Esos son los pormenores de vivir con un neurólogo amante de su trabajo.

Aquella noche, si alguien le hubiese preguntado a Allison cuánto tiempo pasó bailando enredada en los brazos de Adam, probablemente su respuesta hubiera sido "un instante" o "nada". Su cuerpo estaba flojo, estaba convencida de que había dejado sus rodillas en otro pantalón, y se sostenía en pie porque Adam había cruzado los brazos sobre ella. Estaba recostada sobre su hombro, con los ojos cerrados, oyendo a Steve hacer lo que más le gusta en la vida. Aún más, sentía los labios de Adam buscando su nuca, y el suave pellizco de sus dientes en el cuello. El momento era perfecto.

El bendito teléfono vibró en su cadera. Lo ignoró, pero no se detenía. Había que volver al trabajo. Lo tomó para ver qué sucedía, y encontró tres mensajes de Eli.

* Control

* Allie, 10 minutos, vuelve AL CONTROL

* YA DEJA DE FROTARTE CON ESE CHICO Y VUELVE AL CONTROL! YA MISMO!

Rayos, me vieron. Se había olvidado por completo de sus amigos. Si Eli la había visto, probablemente también Dana, y la gente del Control... y Ivy... y Debbie. Oh cielos, me ha visto Debbie. Va a sermonearme por un mes.

Juntó toda la fuerza de voluntad de la que pudo disponer, y se separó de Adam. Habían regresado sus rodillas. Giró y lo observó. Tenía el cabello más largo, lleno de ondas, una prolija barba candado y los ojos brillantes. Agradeció intensamente a quien hubiera diseñado la remera gris que llevaba puesta, porque le quedaba a la perfección. Jeans oscuros, zapatillas y su sonrisa inmensa. No recordaba que fuera tan lindo... me encanta.

- Adam, yo... tengo que irme. Debo volver a.... - Los brazos que la sostenían se tensaron. Se cerraron aún más sobre su espalda. - ... volveré en un segundo. No te vayas, por favor...

Él volvió a besarla, y la soltó despacio. - Aquí voy a estar, no tardes.

Salió disparada hacia el Control. Estaba en el centro del lugar, así que debía atravezar al menos una muchedumbre de mil personas para acercarse. Le llevó casi 15 minutos, y pudo escuchar que Steve se acercaba al final de su set. Era la parte favorita de Allie, lo habían repasado la noche anterior, y aunque no sabía qué haría finalmente, esa era la porción que ella le había sugerido para cerrar el set. Subió al Control y se encontró con Eli bailando. La tomó del brazo, y su amiga la abrazó mientras le señalaba a Steve. Estaba con los auriculares al cuello, mirando hacia el cielo, un brazo en alto, en éxtasis. La gente debajo bailaba con los brazos en alto.

Historias del Libro - Allison vuelve a Casa [Tom Hiddleston Jim Sturgess Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora