Historias del Libro - Allison vuelve a Casa [Tom Hiddleston Jim Sturgess Fanfic]

You can run... but you can't escape love

Se encendieron las luces del apartamento de Adam, y Allison vio horrorizada a dos niñas y una mujer. Había guirnaldas, dibujos y globos por doquier. Una de las niñas era Sophie, y los observaba sorprendida. La otra niña era más pequeña y estaba concentrada en su tío. La mujer tenía ambas manos sobre el rostro, y la expresión de sorpresa que hubiera tenido de haber visto un dinosaurio.

- ¡¡PIJAMADA!! - Las niñas corrieron hacia Adam, y él finalmente la liberó para tomarlas en brazos. - ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!

Adam estaba en shock. Parpadeó varias veces, observó a todas las mujeres en la habitación, y comenzó a reírse. Al principio fue una reacción de puros nervios, pero luego desembocó en una risa de alegría. Se arrodilló en el suelo y seguía riéndose .- ¿Una pijamada de cumpleaños? Éste es la mejor sorpresa de mi vida. Ven aquí, dame un beso, te amo. - Comenzó a besarlas y hacerles cosquillas.

Allie observó a la mujer. Tenía las manos juntas, y al verle el rostro, le dirigió una mirada tan culpable que la apenó. Movió los labios diciendo "lo siento, lo siento". En esos preciosos segundos, su cerebro decidió la respuesta.

Fuga.

Se estiró la ropa y levantó su cartera del suelo. Estaba a pocos pasos de la puerta. Se acercó y tomó la perilla. Adam la vio y se puso de pie al instante.

- Adam, yo... - Abrió la puerta.

- Allie, aguarda

-... hablaremos luego

-... es solo una pijamada 

-... no te preocup...

- Es solo una pijamada, quédate.

La mujer exclamó rápidamente "Nosotras nos iremos... aguarda un instante... Adam, yo... lo siento tanto...". Fue demasiado para Allie. Le sonrió a un punto intermedio entre todos los presentes, y con un hilo de voz les dijo "fue un gusto conocerlas". Esquivó el ascensor y se lanzó por las escaleras antes que Adam tuviera tiempo de decir nada. Llegó al hall y tiró de la puerta de entrada. Obviamente, estaba cerrada. No podía tranquilizarse, su corazón seguía fuera de control y sus manos sudaban. Apoyó la frente sobre los vidrios fríos y entró en pánico. Cuando las lágrimas comenzaban a asomarse, lo escuchó bajar a toda prisa.

- Allison, espera un segundo... no lo sabía, juro que no lo sabía...

- Por favor, abre la puerta. - No era un pedido, era una súplica. - Todo está bien, déjame salir.

- Es mi hermana y mis sobrinas, ellas... - Déjame salir Adam, te lo pido, déjame salir.

Él parecía completamente desconcertado. Si hubiera sido Jano, habría tenido al menos una oportunidad de convercerla. Pero Adam no la conocía, y no tenía idea sobre cómo lidiar con una Allison aterrada. Intentó tomarle la mano, pero no lo dejó. Ese gesto pareció enfadarlo, pero hizo un último intento. - Allie, ven conmigo. Tomemos ese café, y si te sientes incómoda, te vas, sin preguntas. Quédate...hoy es mi cumpleaños.

- Abre la puerta.

Adam la observó un instante más. Sus ojos se oscurecieron, y parecía completamente decepcionado. Giró la llave en la cerradura, abrió lo suficiente para que Allison la sostuviera, y sin mediar palabra subió las escaleras.

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Llegó a la radio a media mañana, y con un breve saludo a los valientes trabajadores del primer turno, se encerró en el estudio de Steve. Debbie se acercó para revisar su agenda y sus pendientes. Intentó charlar con Allison, preguntarle qué sucedía, consolarla... pero estaba demasiado lejos. Se negó rotundamente a comentar nada. Después del almuerzo había dicho tantas veces "estoy bien, no sucede nada" que quería vomitar. Nadie le creyó, por supuesto. Fue por la tarde, cuando Steve irrumpió en el estudio y la obligó a hablar, que supieron lo que había sucedido. Tal vez para él no era tan serio (no podía serlo cuando solo conocía parte de la historia) pero Eli supo al instante lo que significaba. Despacharon a Steve en busca de café, y organizaron una reunión del grupo de autoayuda.