- ... ¿Jan?
Se había puesto a temblar como una gelatina. De hecho, las gelatinas eran más firmes. Apoyó su mano izquierda sobre la espalda de Adam e intentó sostener su brazo para que no lo saludara. No quería que se tocaran, que se vieran, que existiera la posibilidad de la cercanía. El brazo de Adam no se estiró hacia Jano, sino hacia ella, y notó que trataba de esconderla en su espalda. El miedo era tan intenso que se sentía clavada al piso, mareada, y a punto de desmayarse. Y luego escuchó su voz ronca, y vio sus ojos marrones suplicantes. Esa mirada triste le sacudió hasta el alma.
Dime que no es él. Cómo podría explicárselo sin herirlo. La vida tenía sus vueltas, y en alguno de esos giros ella se había enamorado de Adam. Hasta los huesos. Y resultaba que esos dos hombres no podían verse ni en figuritas. No tenía idea qué era lo que los había hecho detestarse así, era un problema de ellos. Su novio le había rogado que no preguntara, que se mantuviera al margen. Esta vez, aunque Adam estuviera literalmente en medio de los dos, el corazón de Allie se fue con Jano. Seguía enfadada y dolida porque había roto su promesa, pero ahora que estaba a dos pasos de distancia, no podía permanecer así. Si Adam creía que interponiéndose los separaba, estaba muy equivocado. Mirándose a los ojos de la manera en que se observaban en ese momento, no podían estar más cerca.
Allison ya había visto esa mirada, casi dos años atrás, en otra situación, con expectativas y sueños distintos. Habían pasado una tarde hermosa recorriendo el jardín y la pérgola en Hampstead Heath. Era un lugar poco conocido, casi un jardín secreto. Jano la había llevado colina arriba cargándola en la espalda, y cuando llegaron a la cima, la había sentado sobre una balcón desde donde se veían los árboles y el atardecer. Era bellísimo. El momento era perfecto. Él era precioso. Todo era una maravilla hasta que había abierto la boca y se había despachado con esa pregunta.
- ... ¿no? - Ahí estaba esa mirada triste y su carita pálida. Allison no pudo menos que comenzar a llorar.
- No... no puedo... no puedo Jan, ¿por qué haces esto?
- ¿Ésa es tu respuesta?
Allie se tapó la boca con las manos y asintió con la cabeza. No podía creer lo que estaba viendo. Cómo le caían las lágrimas y le temblaban las manos. Tenía la boca entreabierta, como si lo hubieran pausado en medio de una frase. Agachó la cabeza un instante, y luego se secó las lágrimas. Inspiró una o dos veces, y a continuación se puso su máscara, el disfraz de doctor malvado.
- Bien, uhmm, yo... aahh... ¿por qué no nos vamos a casa?
- Jano...
- Si nos apresuramos podemos hacer las compras. Yo cocino.
- Jan, escúchame. Lo siento tanto, cielo, tanto... pero no puedo.
Podía intentar fingir que todo estaba bien. Probablemente se mantendría serio y algo despreocupado, casi informal. Pero no la podía engañar. Este desastre era demasiado real, y se percibía tanta tristeza en el aire que hasta los rayos del sol brillaron con menos intensidad.
- Olvida lo que dije y vámonos a casa, hermosa.
- ¿Olvidarlo? ¿Perdiste la razón?
- ¡No! Te lo ruego, simplemente olvídalo y vamos a casa...
- No lo puedo olvidar Jan, ¿es que no lo entiendes? ¿Cómo puedes pretender que sigamos juntos después de esto?
Allie se hizo un nudo contra una de las columnas. Escondió la cabeza entre las piernas y lloró desconsolada. Habían hablado miles de veces sobre cómo no creían en las instituciones, en los formalismos, en conformar a otros... y ahora le salía con esto. ¿Quieres casarte conmigo, Al? y ella le dio la única respuesta que tenía: no. Pretendía que lo olvidara. Imposible, irreparable. Lo mucho o poco que tenían se había roto en mil pedazos, y ya no había una casa a la que pudieran regresar como antes. No juntos, al menos. Y ahora, otra vez esa mirada. De nuevo una respuesta que le iba a partir el corazón.
La voz de Adam se escuchó lejana y difusa. No tenía ni la más remota idea de lo que dijo, pero el brazo que la sostenía la liberó y tomó la mano que Jano había extendido. Intentó retenerla con su otro brazo, pero no alcanzó a sujetarla. Jano dejó de mirarla, y su semblante cambió por completo. No había rastro del muchacho de unos instantes atrás.
Allie vio espantada como Jano tiraba del brazo de Adam y cerraba su mano sobre su cuello. No lo tomó completamente desprevenido, y un segundo después, Jano se dobló sobre su vientre intentando respirar. Lo había golpeado en la boca del estómago. Allison se puso en alerta, y contrario a lo que habitualmente haría, luchó por interponerse entre los dos. La tomaron del brazo y de un tirón la corrieron bruscamente al costado. Fue tan fuerte que se le escapó un chillido, lo suficiente para que ambos giraran a verla. Los ojos de Adam llameaban, y esta vez lo escuchó perfectamente. Sonaba tan amenazador como Jano. Los dos rugieron al unísono.
- La vuelves a tocar y te mato, McKay.
- Dave, ¿qué mierda haces? No la toques.
- No puedo creer que sigas peleándote por esta puta, Jano.
Casi en cámara lenta vio como el puño de Adam le daba en medio de la nariz a Dave. Gotas rojas flotaron en el aire por unos momentos, y Allison gritó. De hecho, no era la única que gritaba. Los mozos y otros comensales se acercaban a toda velocidad. Ben y Dominic trataban de retener a Adam, que estaba fuera de sí. Jano empujaba hacia atrás a Dave y le gritaba. De repente giró, y estuvo cara a cara con Adam. Horrorizada vio como Jano golpeaba a Dom junto al oído. Adam se soltó de sus amigos e intentó tomarlo de los hombros, o del cuello, pero Jano lo esperaba. Le dio un golpe seco en el hombro derecho, y el brazo entero de Adam se fue hacia atrás. Él se dejó caer sobre su novio con todo su peso, y el grito de Adam fue mas alto que todos lo otros gritos.
Allison se escabulló entre los mozos, los amigos y los enemigos. Tomó a Jano del saco y tironeó de él. Vio a Adam rechinar los dientes y apretar el cuello de Jano, y al otro con los ojos fijos en los de su enemigo y el puño incrustándose entre su húmero y la clavícula.
- BASTA JANO BASTA POR FAVOR BASTA
La levantaron con fuerza de la cintura, y otras personas separaron a Jano y Adam. Luchó por volver a acercarse, pero quien la sostenía le atenazaba el brazo. Otra vez quería gritar. Giró para ver quien era, y Dave la miró con ojos feroces. Tenía sangre en toda la cara, las manos y la camisa.
- Suéltame Dave, déjame.
Él la sacudió con una fuerza impresionante. La tomó del rostro con una mano, y mirándola a los ojos, le dijo suavemente Tú a mí no me ordenas nada, puta de mierda. La soltó empujándola un poco hacia atrás, y luego le dio un golpe en el medio de la cara con el reverso de la mano. El cuello de Allie giró un ángulo desacostumbrado a una velocidad cósmica, y con tanta fuerza la golpeó que la estrelló contra una mesa cercana. Ya estaba inconsciente cuando golpeó el suelo alfombrado, y ahí quedó tirada, olvidada del resto, como un atado de ropa sucia.
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Historias del Libro - Allison vuelve a Casa [Tom Hiddleston Jim Sturgess Fanfic]
FanfictionAllison está cansada de huir de todo y de todos. Su último escape ha fallado miserablemente: encerrada por 2 meses en África con su ex novio. Ahora regresa a casa, sólo para terminar enredada en un impensado romance con un perfecto caballero. Cuando...