Historias del Libro - Allison vuelve a Casa [Tom Hiddleston Jim Sturgess Fanfic]

The Kill - Part II

El ruido hizo saltar a Allison.

Se había cerrado la puerta de su apartamento y adentro se quedaban ella, su reflejo, las mariposas, y el Club de las Neuronas. Todos estupefactos. El reflejo de Allie tenía la boca abierta y los ojos grandes, el Club de la Neurona preparaba un plan silencioso y las mariposas no se atrevían a mover las alas. Ella solo miraba la puerta cerrada en un estado de aturdimiento absoluto.

No podía recordar mucho de lo que se habían dicho (o gritado) cuando Adam llegó a verla. Estaba golpeado, y dolorido, pero aún más, estaba furioso. Era una mezcla peligrosa de vergüenza y celos. Estalló en el segundo en que Allison le recriminó su actitud con Jano. Tan solo escuchar su nombre, y se había transformado por completo.

Adam le reprochó su actitud con Jano. Allie no podía entender por qué, si solamente había logrado decir su nombre, pero se quejaba porque había sonado "tan íntimo... como si lo estuvieras acariciando". Ella le dijo que eso era una tontería, y que se había portado como un completo idiota inmaduro. En ese instante se desató la catástrofe.

No recordaba absolutamente todo, pero sabía que de algunas cosas no se olvidaría en su vida entera:

"Cuando madures vas a darte cuenta que ninguna relación entre adultos tiene tantos problemas como la nuestra... "

"Te amo, pero estoy harto de tus chiquilladas y de correr detrás tuyo como un imbécil"       

"Tal vez para ti que estás sola no importa"

Y la frutilla del postre...

"Cuando crezcas me avisas y hacemos esto con seriedad... ya no quiero seguir jugando a que somos una pareja. Es todo, este es mi límite. Renuncio"

Y se había ido dando un portazo. Sin preguntarle si necesitaba algo, si sentía dolor, sin una caricia. Por si el cuello ortopédico que tenía no era lo suficientemente elocuente, Allie tenía la mitad de la cara roja e hinchada por el golpe que le había dado Dave. Eso ya no le importaba: nada, absolutamente nada le dolía tanto como lo que acababa de pasar.

Miró la puerta unos instantes más y luego cerró con llave. Caminó hacia su biblioteca, que tenía un sillón cómodo, y preparó su manta más mullida. Tomó el celular y lo desarmó para quitarle la batería. Se envolvió en la manta dispuesta a dormirse, y escuchó que golpeaban a su puerta. Se envolvió aún más, y los golpes se hicieron más insistentes. Steve se había ido a Ibiza hacía dos días, así que eso limitaba la cantidad de hombres con los que le interesaba tratarse a cero. Envuelta en la manta y en los analgésicos que le habían dado, no tardó en dormirse profundamente. Cuando despertó, se tomó un momento para reflexionar sobre lo que había sucedido. Él me dejó... Adam rompió conmigo. No se le caía una lágrima, su cerebro no podía entender aquello que parecía una idea completamente irreal. Repasaba mentalmente lo que le había dicho mientras tomaba el desayuno, y una sola pregunta surgió de todas sus cavilaciones: ¿Por qué no me lo dijo antes si le molesto tanto?. Mientras se bañaba, decidió su futuro inmediato. Me voy con mi hermano. Y para el resto de los fines prácticos, Adam podía irse al infierno. Él, su madurez y su seriedad. Podía buscarse una pareja normal y perfecta y vivir su preciosa vida de ensueño como quisiera, nadie se lo impedía. Allison no iba a volver a cruzarse en su camino. Lo conocí hace un par de meses, tampoco es tan terrible... me ovidaré muy pronto, ya lo verán. Que se muera. Lo escondió en lo más profundo de su corazón, y se repetía constantemente que se olvidaría de él. Que no era la gran cosa. Las mariposas se escondieron, y todo su interior se quedó en silencio, excepto por aquellas frases. Se repetían insistentemente en su cerebro como un mantra, sin descanso.