- Eso es Dale, sigue así. Sigue. Ve. Ve. Ve. Como si la chica de la librería estuviera en la meta, Dale.
- Cállate, Timo.
- Tú cállate y sigue remando.
Se escuchó el sonido de la puerta del gimnasio que se abría. Tim miró de reojo, era el turno del otro equipo de usar la pileta.
- 400 metros, vamos, vamos.
Un par de golpes más y acabaron. Salieron de la máquina para entrenar riéndose, y se prepararon para elongar. El otro equipo ya estaba listo. Había una regla implícita de no molestar cuando otros remaban, así que se callaron inmediatamente. El timonel del otro equipo se sentó al borde de la pileta donde había estado Tim hacía un instante, pero antes de ubicarse, se detuvo frente a Adam. Lo miró y le hizo una seña con la cabeza.
- Ewing, ¿tienes un rato? Necesito hablar contigo. Y con esos dos también - Señaló a Tim y a Dale. - Saldremos en una hora. Puedes quedarte, si quieres ver.
Adam le dijo que estaba bien, hizo señas a sus compañeros de que se quedaba, y le avisó a Tim y Dale que volvieran en una hora. Los chicos se miraron sorprendidos, y le dijeron que lo harían. Siguió estirándose un poco más, y luego se sentó en un banco a mirar el entrenamiento. Le restaron 20 minutos para saber por qué ese era el mejor equipo de la escuela. Mucha técnica, cero bromas, entrenamiento severo. El timonel era claro y preciso, gritaba como si estuvieran al aire libre. Los otros ocho parecían robots: perfectamente coordinados, delgados, musculosos, piernas y brazos largos. No parecían estar divirtiéndose en absoluto. Qué aburrido entrenar así.
La práctica terminó, y el timonel se separó del grupo. Con él venían dos de esos tipos altos. La puerta se abrió, y sus amigos entraron. - Vengan conmigo. Todos salieron del gimnasio y caminaron hacia la cafetería. No se conocían, salvo de verse entre clases o cruzarse en el lago. Además, los otros eran mayores, y no compartían muchas de las instalaciones. Se sentaron en una mesa apartada, y el timonel comenzó a hablar.
- Bien, esto va a ser breve. Escúchenme, recién estamos a mitad de año, y ya sabemos que el año entrante vamos a ser prefectos. Si lo somos, vamos a tener otras obligaciones y no vamos a poder entrenar tanto como quisiéramos. Necesitamos reemplazos, y ustedes son buenos. Con bastante práctica podrían ocupar nuestros lugares... y tú tienes que cerrar la boca, definitivamente. A nadie le interesan los chistes mientras se rompe el trasero en el agua.
Tim lo miraba con las cejas levantadas. - Ese es mi estilo, y funciona. No entiendo para qué me llamas si quieres que deje de ser timonel.
Uno de los altos interrumpió. - Dave, te dije que tenía más boca que cerebro... y si tú te crees un buen timonel, bueno, vuelve con tu equipo de porquería y demuéstralo en el agua. El tipo era inmenso, pero extremadamente flaco. Parecía un atado de fideos. El otro chico estaba sentado sobre una mesa, con cara de aburrido. Era aún más alto, delgado y fibroso. Tenía una cara afilada y pálida, con ojos oscuros. Estaba mordisqueando el puño de una remera larga. Adam lo había visto en varias oportunidades en el entrenamiento y en las clases. Al parecer era muy inteligente, lo habían puesto de ejemplo mil veces. Eso no ayudaba mucho a su popularidad en general, porque muchos lo detestaban, pero era muy querido entre sus compañeros y profesores. No parecía particularmente interesado en la charla que estaban teniendo, a juzgar por su actitud.
Dave retomó donde se había quedado. - Bueno bueno, no me interesa discutir con ustedes. Piénsenlo, hablaremos con el entrenador para que los dejen entrar a un equipo de mayores. Éste es el cronograma de entrenamientos. Los veremos mañana a ver qué deciden.
Adam y Timo habían discutido toda la noche sobre si debían o no unirse al equipo. Ni siquiera se molestaron en consultar con Dale, porque estaba enloquecido con la idea. Tenían pros, y contras, y cuando se dieron cuenta de que no iban a resolverlo juntos, decidieron que cada cual tomaría la decisión que quisiera y el otro la respetaría, sin quejas. Al día siguiente estaban cenando cuando Dave el timonel les hizo señas para que lo acompañaran.
ESTÁS LEYENDO
Historias del Libro - Allison vuelve a Casa [Tom Hiddleston Jim Sturgess Fanfic]
FanficAllison está cansada de huir de todo y de todos. Su último escape ha fallado miserablemente: encerrada por 2 meses en África con su ex novio. Ahora regresa a casa, sólo para terminar enredada en un impensado romance con un perfecto caballero. Cuando...