Hola, mi nombre es Lee Sun Hee, tengo 16 años y soy de mediana estatura. Mi pelo es color café oscuro con muchas capas y el flequillo para al frente, y mis ojos son verde claro. Nunca entendí porque era la única de mi familia con los ojos de este color, pues eso hacía que me considerada rara, pues todos los asiáticos tienen los ojos marrones y yo era la primera con ojos verdes. Algunas veces me preguntaba si era descendiente de americanos, aunque se que en mi sangre llevo sangre americana jaja... bueno, bueno... está es la historia de cómo conocí a mi mejor amiga, como supe cuan especial era yo en este mundo y como conocí a mi querido Vampiro.
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Era lunes 1 de septiembre, hoy era mi día, hoy era el día en el cual iría a una nueva escuela, pues recientemente mi familia se había mudado a Busan. Me levanté de la cama con una sonrisa de oreja a oreja, me di una ducha de 5 minutos, alboroté mi cabello, me unté algo de delineador y me coloqué el uniforme el cual consistía en una camisa de botones blanca manga larga, una corbata roja, una farda negra y verde y un abrigo abierto negro. Me coloqué unas medias hasta más arriba de las rodillas y mis preciadas marteens negras de florecitas.
Bajé a la cocina casi corriendo y me senté en la silla para desayunar los hermosos waffles que mi madre hacia. Esta, al verme, sonrío y me dio un fuerte abrazo deseándome buena suerte en mi primer día de clases. Me extendió la mochila cuando terminé mi desayuno y abrió la puerta principal para yo salir, agarré de la mano a mi hermanito pequeño y salimos de la casa.
Caminamos por toda la calle en silencio, mi hermanito, Lee Ji Ho, tenía 5 años y lo tenía que dejar en la escuelita que estaba a 20 minutos de la mía. Lo tenía de la mano mientras que él escuchaba de mi música y caminábamos hacia su escuela para dejarlo y seguir hacia mi nueva escuela. Después de dejarlo en la suya seguí caminando hacia la escuela pero está vez no estaba escuchando música, si no los raros sonidos del bosque que estaba a mi lado derecho. Miré por pura casualidad y juré haber visto unos ojos color rojo mirarme de este, aceleré el paso asustada hasta quedar frente al portón de mi nuevo colegio, entré con una sonrisa emocionante y fui al salón de clase para presentarme, pues ya estaba algo tarde.
Al quedar frente al salón empujé la puerta pero esta no se abría, volví a empujarla y nada.. hasta que luego leí un papel el cual decía "Jala" y la jalé abriéndola. Todos los estudiantes del salón me miraron extrañados pero luego comenzaron a hablar de, lo que supongo que eran, mis ojos. Sonreí un poco nerviosa y caminé hacia al frente ya que la profesora me hizo señas de que me acercara. Ya al frente esta me dio una sonrisa rara, me dijo que tenía unos, extraños, pero hermosos ojos y comenzó a hablar.
– Buenos días chicos, hoy tenemos una estudiante de penúltimo año nueva... ¿podrías presentarte, cariño?– me agarró la mano y me dio una sonrisa amistosa–
– ¡Hola!, mi nombre es Lee Sun Hee y tengo 16 años, espero que nos llevemos bien– dije alzando mis brazos y dando saltatitos en mi lugar–
Todos los estudiantes comenzaron a reírse de forma burlona por mi manera de ser, ¿por qué ser feliz hace que la gente se burle de ti?, cambiando de tema, ignoré a todos y me senté en el lugar que la maestra me había asignado el cual era al lado de un chico de pelo marrón claro y ojos color café oscuros. Este me dio una sonrisa amistosa y volvió a mirar al frente, puede que después de todo tenga un amigo y no este sola.
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Pasaron como 15 minutos de clase cuando la puerta principal del salón se abre dejando ver a una señora con una estudiante. La maestra sonrío y jaló a la chica con cuidado dentro de la clase y le susurró que se presentará. La chica, la cual era de mediana estatura, piel pálida y pelo rubio, miró hacia al frente haciéndome notar que también tenía unos ojos verde claro los cuales me encantaron y emocionaron. Sin pensarlo dos veces la salude haciendo que está me mirara mal pero cuando notó mis ojos su mirada cambio un poco a una más neutra. Hice un puchero, "creo que ya le caigo mal a alguien", y baje la cabeza triste.
La chica, después de unos segundos, se presentó diciendo que su nombre era Im Seúl Gi y que tenía 16 años también. La maestra le sonrió y los alumnos empezaron a decir algo de gemelas pero en tono de burla, la chica ignoró todo y se sentó dos pupitres más atrás míos mirando hacia al frente.... que cool.
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Después de horas de clase por fin llegó el momento del recreo, tenía muy en claro que la pasaría sola, pues en las otras clases intenté acercarme a la chica más nueva que yo, (digo eso porque llegó 15 minutos más tarde que yo), pero esta simplemente me evadía, así que opté por rendirme y pasármela sola todos los medió días. Me encontraba deambulando frente al comedor el cual, en pocas palabras, estaba en el sótano, donde casi nadie se pasaba, así que en cualquier momento un chico loco podría llegar y raptarme y venderme a los chinos para que me coman.
Estaba pateando una lata de lo más entretenida cuando siento que me tiran una piedra chiquita en la cabeza. Me giré con el ceño fruncido cuando veo al mismo chico de pelo marrón claro sentado en el agarrador de la escalera con una sonrisa juguetona. Lo salude amistosa y este se bajó y se me fue acercando, comencé a retroceder ya que tenía pinta de chico que le importa verga las cosas de la escuela pero cuando estaba a centímetros de mi solo me estrechó la mano.
– Hola, me llamo HoSeok, pero me puedes decir JHope... es más fácil de recordar ya que es originar– como vio que yo no hablaba se colocó en mi posición y me miró directamente a los ojos– Hola niña, ¿estás bien?–
– ¿Por qué estás aquí?, pensé que me considerarías igual de rara como los otros lo hacen– dije mientras entre cerraba los ojos–
– Pues ellos son unos tontos y tú mi querida amiga tienes unos ojos muy lindos, ahora... ¿cuál era tu nombre?– se puso pensativo– ¿Lee Sun Hee?– asentí varias veces con una sonrisa– Bien SunHee, seremos amigos, ¿qué crees?, así no estarás como una niña abandonada por todo esto..– me sonrió–
Ese chico tenía una sonrisa muy bonita, era muy bonito para ser franca. Le sonreí varias veces emocionada, entrelace mi brazo con el de él sorprendiéndolo y comencé a caminar. Mientras lo hacíamos le dije que quería hablarle a la otra chica de ojos verdes la cual se llamaba Im Seúl Gi, un nombre muy bonito para una persona muy bonita.
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Había llegado la hora de largarme y decidí ir a pies, mi madre me había llamado para buscarme ya que íbamos a ir a las tiendas pero solo le dije que buscará a JiHo y que yo iría a casa a hacer unos trabajos. Caminé por toda la calle de la escuela preguntándome porque la chica nueva no había ido a la última clase la cual era historia. No le di mucha importancia a ese asunto y seguí caminando, cuando de repente siento que me llaman. Me volteé de cantaso pero no había nadie, literalmente estaba yo sola en todo ese lugar.
Mi corazón se aceleró un poco, pues soy muy nerviosa y por todo me asusto... hasta con solo ver una ardilla. Rápidamente agarré una paleta de fresa de mi mochila, la abrí y la introduje en mi boca para calmarme, el azúcar siempre ayuda. Continúe el paso cuando vuelvo a escuchar la misma voz llamarme de nuevo pero está vez miré hacia el bosque raro ese. Me quedé mirando hacia un punto fijo recordando que en la mañana había visto unos ojos rojos mirarme desde ese mismo lugar. Se que dicen que entrometerse en otros asuntos no es bueno pero la curiosidad me estaba matando así que baje la pequeña montaña que había pasándole por el lado a un cartel ahí y me introduje en el raro y oscuro bosque. Odio ser tan curiosa.
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La de la izquierda es SunHee ya que, como pueden ver, tiene el pelo oscuro y la de la derecha es SeulGi ya que.. pues es obvio que es ella porque la describí rubia :3.
