Monsters (Kim TaeHyung/Min YoonGi) TERMINADA

Capítulo29

Habían pasado tres días desde la muerte de SunHee y SeulGi. No las habíamos enterrado, pues sus madres por alguna extraña razón no quisieron. Tal vez tenían una especia de fe de que sus buenas hijas se levantarían, pero, eran humanan y eso no iba a pasar. Estábamos en casa de HeeSook viendo televisión, claro que yo estaba en el cuarto de TaeHyung, acostado en su cama mirando al techo. Miraba el techo tranquilamente hasta que sentí ya lagrima caer por mi mejilla, y luego otra y otra hasta que final mente me volteé en la cama quedando de pecho y comencé a llorar. Sollozaba el nombre de SunHee, pude haberla salvado pero mi idiotez me lo impidió.... no podía vivir sin ella.

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Abrí mis ojos de cantaso y me levanté rápidamente de la cama en la que estaba. Mi respiración estaba agitada, me dolía la boca, los ojos, el cuerpo y la cabeza. Miré a todos lados y escuchaba muchas cosas, los corazones de la gente latiendo, alguna gente hablando y podía sentir su calor. La habitación estaba muy oscura e iba a abrir la cortina, cuando un gallito de Sol toco mi piel y me quemo. Me queje en voz baja y decidí prender la luz del cuarto. Cuando todo estaba iluminado miré el lugar... yo lo conocía, luego caminé hasta donde SeulGi, quien estaba mirándome en el espejo del baño... pero le sorprendió ver algo raro en ella. Su cabello, el cual antes era rubio, ahora era azul oscuro. Me le acerqué y comencé a tocarlo ganándome su atención, está se volteó rápidamente y me hizo un espacio para que me mirara a mí también sorprendiéndome. ¡Mi cabello era de colores!, era muy bonito.

Luego de eso me acerqué más al espejo, levanté mi labio inferior y vi unos colmillos muy filosos asomarse por mi boca. SeulGi miró impactada e hizo lo mismo en la suya llevándose la misma sorpresa mía. Me hice una cola de caballo para así salir de la habitación y buscar a los chicos lo cual hice enseguida ya que, no sé cómo, aparecí al lado de la puerta rápidamente junto con SeulGi. Logré salir del cuarto de lo más normal e intente agudizar mi oído para saber dónde estaban, cuando escucho unos sollozos en el cuarto de al lado. SeulGi bajo las escaleras buscamos a Tae mientras que yo abrí la puerta del cuarto de este encontrándome con YoonGi tirado de pecho en la cama llorando. Me partió el alma verlo así, así que cuando menos se lo espero me abalancé encima de él haciendo que me este se volteara rápidamente, cambiará sus ojos de color y me agarrara del cuello de mi traje.

– ¡AAAAAAAH!– grité cerrando los ojos de cantaso lo cual lo volvió un poco loco–

– ¿S-SunHee?, ¿pero cómo?..... yo te vi morir..– dijo mirándome completamente–

– Tengo colmillos muy filosos y mi pelo cambio de color– dije sonriéndole, en realidad no sabía porque estaba viva– tampoco sé porque estoy vivía pero.... presiento que mi Mamá lo sabe– le sonreí de lado ganándome un fuerte abrazo de su parte–

Este, mientras me abrazaba, olía mi cabello y mi cuello y lloraba... eran tan tierno. Después de unos cuántas horas, cuando ya todos sabían que estábamos vivas, decidimos ir con nuestras madres para preguntarles. Cuando llegamos nos recibiendo con unas sonrisas de orejas a orejas y comenzaron a hablar.

– Ambos padres de ustedes eran vampiros, lo que sucede es que su sangre de vampiro estaba dormida y cuando murieran tendrían otra vida más... o serían inmortales– nos sonrío– Ahora si las atraviesan con algo se curarán de nuevo–

Estaba algo emocionara, pues ahora era como Min Yoon Gi y podría estar con él para siempre. Después de eso Tae dijo que Maddison y Katherine querían disculparse pero no sabía si nos volvería a pasar lo mismo, pero cuando llegamos simplemente éramos como gente común. Resulta que nuestros poderes aún seguían intactos, así que somos vampiras brujas.

– Tae, ¿que hago ahora que el sol me quema?– eso era lo único malo, el sol nos quemaba a pesar de que habíamos sido hija de un campito y un humano–

– Pues linda, hazte un hechizo para que no te queme– le dijo a SeulGi–

SeulGk comenzó a hablar con Maddison acerca del hechizo mientras que yo solamente caminé por toda la casa hasta llegar a la sala principal de esta. Me senté en el suelo de esta y coloqué mis manos en el suelo, pude sentir mucha energía, energía de las plantas... de todo. Estaba muy concentrada sintiendo todo que no me di cuenta cuando Yoongi tocó mi brazo.

– ¿Estás bien?– pregunto preocupado–

– Sí, es solo que.... ahora siento todo– bajé la mirada– No quiero tomar sangre YoonGi..... no quiero lastimar gente– dije, triste–

– Tranquila, prometo que no lo harás.... tengo mucha sangre en casa, puedes tomar de esa– me dijo– ¿Sabes qué?, ¿qué tal si te quedas a vivir conmigo?, más fácil para ti alimentación– me dijo sonriendo a lo que yo asentí–

Ese día fuimos a casa de nuevo para decirle a mi madre si me podía ir a vivir con YoonGi a lo que ella asintió alegremente pero con la idea de que la visitara. Me monté en la espalda de YoonGi mientras que este me llevaba mis maletas hasta su casa. Cuando por fin llegamos, este las tiró en una esquina y yo me bajé de su espalda.

– Bien, ¿donde dormiré?– pregunté–

– Conmigo– dijo, como si fuera lo más del mundo que una chica de 16 duerma con un chico de 26– No te molesta ¿verdad?, no te voy a chupar la sangre– rió al igual que yo–

Caminé hasta donde él y lo abrace por la espalda, le di las gracias por todo ya que siempre me ha ayudado y le di un beso en esta lo cual fue una mala idea ya que lo provocó. Yoongi se viro rápidamente hacia dónde mi y me tomó alumbró, me pego fuertemente contra la pared mientras me besaba y rompía mi vestido dejándome solo en ropa interior. Luego yo desgarre toda su camisa y él se quitó su pantalón quedamos igual que yo. En una abrir y cerrar de ojos nos encontrábamos en la puerta del cuarto de Yoongi. Este la abrió de cantaso y me arrojó en la cama para luego acercarse a ella y quedar encima mío. Beso todo mi cuello y siguió bajando hasata llegar a mi parte intima y dejar un beso húmedo encima de mis bragas. Claro que no sería hasta ahí, pues agarró mi sostén con fuerza y lo rompió para quitármelo.

– Te dije que son difíciles de quitar– gruñó y comenzó a jugar con uno de mis pechos mientras que con el otro metía su mano por mis bragas–

Al menos ahora se que podré estar con él para siempre.... y espero que así sea.