Jane Maguire debe seguir la vida del exitoso jugador alemán Erik Durm, quien solo busca divertirse y disfrutar lo que su fama le entrega, Jane con solo 25años llega a cambiar la vida de Erik con la simpleza y alegria que enfrenta la vida, y sin que...
Cuando Anni recobro sus fuerzas, volvimos a nuestro hotel para arreglar nuestro pronto viaje a Nueva York; Manuel no se despegaba de su hermana y eso me dejaba a mi un espacio para finalizar mis asuntos con Dortmund y sus habitantes.
No volví a saber de Erik, escuche en las noticias que se le había visto con una chica pero tan pronto vi la foto de el apague la television, no necesitaba ver al alemán con otra chica. John no comprendía mi repentina decisión de irme pero me excuse diciendo que la salud de Anni estaba critica, ahora mismo espero un correo de John con los permisos de Erik firmados; para que todo sea legal, Erik debe firmar un permiso para publicar lo que tengo, envié una parte de mi articulo para que lo aprobara pero aun no esta listo y aun no tengo intención de finalizarlo ya que solo quiero llegar a mi casa y olvidar a Erik Durm.
Guardo mi computadora cuando recibo el correo de John para luego cerrar mi maleta. ahora todo está guardado hasta que llegue a Estados unidos, ansío llegar a mi hogar y ¿Quién sabe? allá podría darme cuenta de que no siento cosas por Erik y que todo fue producto de mi imaginación mezclada con mi soledad.
Un extraño sentimiento me comienza a invadir, volver a ver a Mason tiene una consecuencia y esa consecuencia es dejar a mi amado Borussia Dortmund; es verdad que antes de conocer a profundidad a los chicos yo prefería al Paris Saint-Germain y que la vez que conocí a Kevin fingí no recordar el nombre pero desde que conocí a los chicos, el gran PSG paso a ser mi segundo equipo favorito y ahora estoy completamente enamorada del Borussia Dortmund (aun sigo anhelando conocer a Julian Draxler y ver un partido) siempre creí que me enamoraría de Berlín pero dado a mi corto paso por la capital ya no la recuerdo y estoy atada a Dortmund...mas de lo que puedo y me permito confesar.
Dentro de poco debemos ir a un almuerzo que se organizó para despedirnos, no es como una reunión grande visto que solo asistirán los Bartra, Roman, Manuel, Anni y yo; supongo que los Bartra estaran presente para evitar que alguien se mate, mejor dicho que Manuel Mate a Roman por estar con su hermanita, cada vez que veo a Anni puedo notar como se comienza a hartar de la sobreprotección de su hermano pero solo miro, fingo ser ciega y por dentro río.
Disfruto cada bocado de mi plato pero no puedo ignorar el eterno silencio en nuestra mesa, todos se miran pero nadie habla menos yo que estoy asumiendo mi viaje y necesito comer para no pensar. Cada cierto tiempo se escucha alguna que otra broma de Marc, Meli ríe pero los demás solo sonreímos y seguimos en lo nuestro, en cualquier momento la lluvia del exterior hablara mejor que nosotros; Anni observa a Roman y pareciera que necesitan hablar pero otra vez Manuel no les da su espacio, decido comenzar a hablar para alegrar el ambiente pero soy interrumpida por una cansada Anni.
- ¿Manu, hermano querido, me dejarás estar aunque sea 5 minutos a solas con Roman? - pregunta mirando a su hermano, yo miro a Anni mientras Manuel solo mira a Roman.
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- no - responde firme.
-¿por qué? - Anni comienza a impacientarse.
- quizás que cosas hagan en esos 5 minutos, eres mi hermanita y...- la voz de Manuel tiene cierto tambaleo, quizas que cosas imagina.
