Jane Maguire debe seguir la vida del exitoso jugador alemán Erik Durm, quien solo busca divertirse y disfrutar lo que su fama le entrega, Jane con solo 25años llega a cambiar la vida de Erik con la simpleza y alegria que enfrenta la vida, y sin que...
Siento mi cuerpo débil mientras observo el lugar de la ceremonia, los invitados ya están en sus posiciones esperando que comience la boda con la entrada de los novios. Salgo en busca de Gala para chequear que la pequeña está lista para hacer su entrada, sonrío viendo a sus abuelos y tíos tomando fotos por lo que decido darles su espacio familiar para ver los últimos detalles de mi look.
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Entre los pasillos encuentro a Roman que luce perdido entre tantas personas, me atrevería a decir que el suizo no quiere estar presente, le sonrío a modo de saludo y el hace lo mismo, me siento mal por él pero teniendo en cuenta que mi lealtad es a mi amiga...pues, todo incómodo, incómodo es lo único que viene mi mente después de estas extrañas horas.
Sigo mi camino hasta que veo a Erik hablando con Marco, mis pies avanzan a voluntad propia pero me detengo por mi orgullo, toma todo en mi el no hablarle; retomo mi camino al salón de la novia para comenzar la ceremonia, al entrar veo a la novia recibiendo la atención de su peluquero.
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-todo está en su lugar.- Digo cuando terminan su cabello.- Marc y Gala parecen una portada de revista, solo faltas tú hermosa novia.- Miro a Anni que tiene su mirada perdida a través de la ventana.
-lleva así media hora.- susurra Meli preocupada pero le sonrio restando importancia.
-Las bodas afectan de distinta forma, aveces es algo introvertida. Ya sabes como es- abrazo a Meli para ir por mi amiga y abrazarle también, ella me mira como si estuviera loca pero le aprieto hasta que siento como ríe.- Vamos a nuestras posiciones.- respiro hondo mientras caminamos a las puertas del pasillo que debe recorrer la novia, me pone nerviosa ya que cada dama de honor debe pasar con los hombres de Marc, mi hombre es Erik y el de Anni Roman. todo parecía una idea hermosa cuando no estábamos atravesando una crisis.
Los chicos llegan, con Anni nos preguntamos si podemos cambiar de pareja pero al ver como Meli se aparta con nuestros novios decidimos no aumentar la tensión del lugar, Erik no se atreve a mirar a Meli que de seguro les esta dando el sermón de sus vidas, admitiré algo, es muy gracioso ver a tremendos hombres siendo regañados por una novia a la que no se le suelta ni un mechón de cabello al regañarles por sus muecas.
