17.-La persecucion.

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Estábamos todos paralizados en el cuarto, viendo a Rodrigo, que tenía unas 6 apuñaladas en la panza y el pecho.

Pasan 2 minutos y todos seguimos viendo el cuerpo fijamente sin decir una palabra.

Eduardo se retira de la habitación y se encierra en la suya.

Me acerca a su habitación y toco la puerta.

-Vete, no quiero hablar con nadie.-responde Eduardo a través de la puerta.

-Necesitamos informarle al jefe, pero yo no tengo idea ni siquiera de como se llama.

-Vive en las afueras de la ciudad, calle winfley número 78, su nombre es Moisés.

-Cuando iremos?

-No puedo ir contigo ahora, dile a Alex que te acompañe-nEs la primera vez que escucho que le dice así a Alejandro, yo intente decirle Alex pero nunca me acostumbre, siempre le digo por su nombre, o a veces gordo.

-Estas bien?

-Lo voy a estar, necesito estar sólo.

-Quieres que te traiga algo?

-Estoy bien, gracias.

Me alejó de la habitación, voy hacia la habitación de Rodrigo, pero recuerdo la escena TAN horrible que presencie, así que mejor me dirijo hacia la planta baja, bajo las escaleras y veo a Alejandro sentado en un sillón, es la primera vez que lo veo dormir, se ve unos años más joven de esa manera, parece tan cómodo que me da pena despertarlo, pero no me puedo ir sola, que tal sí me pasa algo? Yo me se defender muy bien, aunque no se cómo usar mis poderes, Alejandro no tiene poderes, pero creo que formamos un muy buen equipo de combate.

-Alejandro! Despierta, tenemos que ir a ver al jefe de la ciudad!

Alejandro se levanta del sillón de un brinco y se me queda viendo.

-Llevo unas 18 horas sin dormir y me despiertas de ese modo?

-Tenemos que ir a verlo ahora.

-No puedes esperar hasta mañana? Ya oscureció y esta no es la ciudad más segura. Además tengo hambre.

-No nos va a pasar nada! No seas holgazán y levántate, podemos comer algo en la calle.

-Quiero una hamburguesa gigante, si no comemos algo te dejare de hablar por siempre-se que no lo dice en serio, menos en esta situación de la guerra y todo eso.

-Como digas! Vamos.

-No pienso caminar, crees que Eduardo se moleste sí tomamos su coche?

-No, mientras le pongamos gasolina.

Alejandro ríe por lo bajó.

-Los carros de este mundo no usan gasolina.

-Yo que iba a saber! Vamos no creo que se enoje.

Alejandro toma las llaves del auto y salimos.

-Sabes que primero iremos a comer no es así?

-No puedes aguantar un poco más?

-Nop, iremos en este momento.

Alejandro conduce unos cinco minutos y vemos un restaurante de comida rápida,

-No sabía que en este mundo hubiera McDonald's- digo mirando al restaurante.

-No seas tonta, esto no es McDonald's, esto no esta llenó de químicos, ni la carne hecha de sobras de animales, esto es BurguerClub, el mejor restaurante de hamburguesas que he probado en mi vida, y vaya que he probado muchos.

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