Epilogo.

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Valeria y yo caminamos varios kilómetros hacia el que parecía un helicóptero, seguro el piloto había muerto antes de despegar el avión. Le conté a Valeria todo lo que había ocurrido con Eduardo, estuvo muy silenciosa durante nuestro viaje a Clandestland.

-Tu lo mataste-Fueron las únicas palabras que dijo en nuestro muy tenso viaje hacia la ciudad.-Tu sabias que yo lo amaba y tu lo volaste en mil pedazos.
-Nunca quise matarlo, siempre he querido confesarte que te amo, y no de la forma en la que se aman los amigos, te amo de una forma tan intensa que me consume.-Dije sintiendo las lágrimas llegar a mis ojos.
-Es una pena, tu has matado a la persona que yo amo, así que nunca podré corresponderte.-Ella dijo de forma ruda, no había dejado de llorar desde que se enteró de lo que paso.

Cuando llegamos a la ciudad ella sólo se bajó del helicóptero y se alejó de mi, supongo que quería regresar al mundo humano con su familia. Quería acompañarla a su casa, pero ella ya no soporta verme, lo he arruinado todo. Ahora estoy completamente sólo.

{VALERIA}

No puedo creer que el haya matado a Eduardo.
Pensaba perdonarlo, sabría que me costaría trabajo, pero en verdad quería, hasta que supe que el estaba enamorado de mi, definitivamente sólo lo mató por ambición, para asegurar su lugar en mi corazón, pero ahora le he cerrado las puertas para siempre.

FIN.

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