LIESEL P. O. V.
Era tarde, la luna y las estrellas ya habían adornado el cielo cuando cerré el taller, estaba recostada en el frente de mi local mientras observaba el cielo, aún llevaba puesto el overol lleno de pintura; entones comencé a recordar, mi hermana y mi mejor amigo se casaban, y yo seguía sola, como la luna entre tantas estrellas
Aren se había quedado hasta tarde, pero debía seguir con los preparativos y anticipos de su boda, así que se fué poco antes de que cerrara el taller; la noche era fresca mientras comenzaba a caminar por la acera; aún a esta hora la ciudad tenía vida, gente viniendo de aquí a allá, la seguridad prevalecía
-Los pensamientos a estas horas pueden ser peligrosos- dijo una voz caminando detrás de mí
Suspiré, -sí tal vez, quizá planeo el fin del mundo- escuché una risita ronca, me detuve cuando llegué a la avenida más transitada
-¿Qué tienes?- preguntó serio parándose frente a mí
-Algo que me hace no querer follar si es lo que buscas- solté seca, sus cejas se alzaron impresionadas por la contestación pero la expresión fué borrada cuando soltó una risotada
-Caja de sorpresas- murmuró cuando se recompuso, -ya que no podemos follar- aceptó descaradamente, -te invito a comer algo- propuso
-No Joe, hoy no- me negué suspirando mientras seguía caminando dejándolo atrás
JOE P. O. V.
La ví alejarse mientras atravesaba la calle, hasta en su caminar se notaba lo cabizbaja que estaba, ¿qué le habrá provocado estar así?
Suspiré negando con la cabeza y decidí que era mejor dejarla sola, caminé de vuelta a mi moto y tomé rumbo a casa
Cuando entré a mi departamento, el profundo silencio inundó mis oídos; caminé hasta mi habitación y comencé a desvestirme para darme un baño, mientras lo hacía, miraba las fotos pegadas en el cristal de mi ventana
Las dos me sonreían, y me miraban con amor
FLASHBACK
-¿No deberías estar en la escuela?- preguntó sentándose junto a mí
-Nos dieron el día por no sé que cosa- contesté encogiéndome de hombros
-¿Cómo entraste?- preguntó confundida
-No lo hice por la principal- contesté restándole importancia
-Deberías estar en casa- desaprobó
-Vine a verte- sonrió
-Joe•Joe- rió, -la próxima semana será mi primer carrera, lástima que no vayas a poder venir a verme- dijo mientras veía a los carros empezar las vueltas de prueba
-Le rogué a nuestros padres, pero eso ya no funciona-
-Tienes dieciocho, no siete- reímos, -pronto entrarás a la universidad, y cuando te gradúes, te pondré en mi equipo de pits- aseguró alborotando mi cabello
FIN DE FLASHBACK
Dicen que no hay nada mejor que el agua fresca, y creo que no se equivocan; después de una larga ducha, salí secando mi cabello con la toalla y vistiendo un bóxer solamente; unos leves toques en la puerta atrajeron mi atención
-Liesel- exclamé confundido cuando abrí la puerta y la ví parada en el pasillo casi a punto de irse
-Lo siento Joe, no quise molestar, será mejor que...-
-Pasa- interrumpí, la vi dudar un momento, pero terminó entrando al departamento
-Quería disculparme por haber sido grosera hace un rato- dije apenada
-Está bien, las personas necesitan su espacio- expresé mientras extendía la toalla mojada en el respaldo de una silla, -¿quieres beber algo?- pregunté volteando a verla
-Puedes vestirte primero- pidió sin dejar de mirar mi entrepierna
Reí, -te pongo nerviosa- afirmé más que preguntar
-Sí- confesó, -y justo ahora no quiero tener ganas-
-No quieres tener, pero tienes ganas- dije mientras comenzaba a acercarme a ella lentamente
-No- exclamó caminando de espaldas, -bueno sí pero no- agregó nerviosa sin dejar de avanzar
-Eres muy extraña fiera- dije sonriendo mientras la acorralaba contra la pared
-Yo... es solo que...- intentaba decir mientras la tomaba por las caderas y la pegaba a mi cuerpo, -eres un idiota- murmuró para después rodear mi cuello con sus manos y besarme
Mis manos encontraron fácilmente el elástico del pantalón deportivo que llevaba y lo bajaron hasta despojarlo de él, su blusa se deshizo entre mis dedos mientras comenzaba a besarle el cuello; la temperatura había subido más rápido de lo habitual y sus suspiros solo incrementaban mi deseo por ella
La alcé haciendo que rodeara mis cadera con sus piernas y recargando su espalda en la pared, sus bragas también se desvanecieron entre mis manos y cuando estaba a punto de penetrarla me empujó
-No- exclamó tratando de recobrar el aliento, corrió hasta la habitación y comenzó a buscar en los cajones de mi buró, -sí- dijo cuando tuvo el paquetito plateado en sus manos
-Por eso me detuviste-
-Cierra la boca- exclamó abalanzándose sobre mí, -estábamos en la pared- dijo mientras la tomaba por sus piernas, tomé el envoltorio y saqué el condón para ponérmelo bajo su atenta mirada, sonrió al verme con él ya listo y tomó mi miembro entre sus manos para guiarlo ella misma hasta su entrada; un suspiró de placer salió de sus hermosos labios cuando estuve dentro de ella y la satisfacción se fué reflejando en su rostro mientras comenzaba a moverme
Los suspiros se volvieron gemidos mientras aceleraba mis movimientos y un grito fue el que me anunció que había logrado mi objetivo
-No te relajes tigre- dijo tratando de recuperar el aliento, -hay un paquete entero en ese cajón- sonrió volviendo a besarme
...
Estaba recostada boca abajo con sus ojos cerrados, su cabello estaba alborotado, su piel brillaba a la poca luz que entraba por la ventana, la observaba desde un banco frente a la cama; sonreí al recordar todo lo que me hizo hacer, esta vez ella tuvo en control de todo, y fue fascinante
Comenzó a moverse, y estiró su brazo al lado vacío de la cama, como si me buscara, un suspiro se escuchó cuando no encontró a nadie, pero no había sonado a un suspiro de alivio, era algo diferente; suspiré también y caminé para acostarme junto a ella
-Ésta noche necesito que me abraces- murmuró tomando mi brazo para que la rodeara
-Te abrazaré todo lo que quieras- susurré mientras la escuchaba sorber su nariz
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Broken
RomanceRió, -¿cómo no puedo odiarte?, ¿cómo puedo hablarte como si nada hubiera pasado?, ¿cómo puedo sonreírte?- completó, -eres un buen compañero Joe, no había deseado estar con otro hombre hasta que te conocí; de los dos fuiste el más inteligente- sonrió...