LIESEL P. O. V.
Una visión del pasado, el pasado que no quería que volviera, de un pasado que amé y me lastimó sin ninguna buena razón
Cerré la puerta, -Liesel, lo siento mucho, estaba tan mal y enojada, y ellos llegaron y se ofreció a traerme y yo solo no pude saber que decir y acepté, es que estaba tan dolida de enterarme que tu y Saul habían tenido algo- comenzó a explicar apresuradamente
-Liliana, pero...- suspiré con tristeza, - será mejor que te vayas- dije en voz baja sin mirarla, -vete- repetí volviendo a mi habitación
JOE P. O. V.
La puerta de mi oficina se abrió abruptamente, y un tipo enfurecido se paró frente a mi escritorio
-¡Aléjate de ella!- exigió
-¿De quién?- pregunté sin voltear a verlo
-Liesel- reí y por fin lo confronté
-¿Y tú eres?- pregunté sin reconocer su rostro
-Tu y yo ya habíamos hablado- recordó entre dientes, entonces presté atención a su rostro
-El ex•novio- recordé con una sonrisa burlona, -realmente no sé qué quieres aquí, lo tuyo con Liesel terminó, y no debe interesarte ni deberías meterte en lo que ella hace y con quien se acueste o con quien no- agregué con seriedad
-¿S•se acostaron?- preguntó con incredulidad, -pero...- parecía confundido y dolido
-Si ya terminaste tu estúpida escena, sal de mi oficina- ordené con voz gruesa haciéndolo sobresaltar. mi celular vibró anunciando un mensaje nuevo en cuanto él salió, el nombre de Liesel adornó mi pantalla:
"Podemos vernos, no quiero estar sola. por favor."
Suspiré y bloqueé el celular sin contestarle, qué carajos me pasaba con esta mujer y todo lo que tiene que ver con ella.
…
No sabía realmente porque estaba aquí, pero después de todo había tomado mi moto y había conducido hasta la ciudad donde Heiko vivía ahora; me orillé casi frente a la librería de su mujer, y no tardé en reconocerla, estaba parada en la acera hablando con una mujer mayor
-No sé como va a reaccionar Ashley al verte- comenzó a decir Nadine, -sé que fué a buscarte después que su hijo nació, pero no te encontró...-
-Ashley y tú, mejoraron su relación- comprendió la otra mujer sorprendida, -eres un ángel- murmuró con voz temblorosa
-No Clarissa, solo sé que las personas merecen segundas oportunidades, eso dependiendo de sus acciones, pero también podemos escuchar sus explicaciones; debemos aprender a perdonar, o por lo menos, retomar relaciones con las personas que nos fallaron en el pasado, poniendo límites, para no equivocarnos- reflexionó Nadine
-Ellos estarían muy orgullosos de tí- dijo sonriendo la otra mientras una lágrima resbalaba por su mejilla
-Entra- dijo Nadine asintiendo
-Por eso dejaste a Heiko volver a tu vida- hablé mientras miraba el final de la calle
-Hola Joe- saludó suspirando volteando a verme
-Segundas oportunidades eh- repetí seco, -no aplica para todo Nadine- agregué mirándola
-Por supuesto, para tí no por ejemplo- una sonrisa burlona se dibujo en mi rostro después que dijo eso
-Cuando te conocí, creí que era una broma de Heiko- recordé
-Me barriste con la mirada- dijo seria cruzándose de brazos
-Creo poder entender ahora lo que vió en tí- analicé imitándola, -él vió lo que tu no podías, y en lo que te convertirías- reflexioné yo esta vez
-Enfriar tu corazón te volvió sabio, supongo-
Solté una risita fría, -no, fué un polvo con uns chica lista- confesé pensando en la chica de color de ojos diferentes, -ahora veo que esas son peligrosas- pensé en voz alta
-¿Le temes al amor Joe?- preguntó con una sonrisa burlona
-Le temo a mas decepciones- contesté seco, prendi el motor y volví a conducir sin rumbo, lo curioso es que sin rumbo ahora resultaba igual a Liesel
LIESEL P. O. V.
Tocaron la puerta, pero yo estaba acurrucada en el mueble sin ganas de moverme, mi café del desayuno se había enfriado y el emparedado en la servilleta se había quedado a medias, no tenía noción del tiempo y me sentía como aquella chica adolescente que fue engañada por el chico de sus sueños
-Liesel- exclamó la voz de un hombre al otro lado, -oye bicho, necesito que me abras, tu hermana me contó todo- volvió a tocar, -recuerda que ya no tengo llave- me levanté adormecida y abrí la puerta, en cuanto estuvo dentro volví a tumbarme en el sofá y él solo se sentó frente a mí suspirando
-Fue como la primera vez, pero entonces no dolió tanto- murmuré mirando la nada
-Tienes que ser fuerte, no deberías permitir que te afecte, ya ha pasado mucho tiempo- alegó suspirando cansado, - sé que fue muy doloroso, tenías quince años ya han pasado casi diez desde entonces, ya eres una mujer adulta, no puedes seguir viviendo pensando en tu pasado-
-Tu no me entiendes- me quejé enojada
Rió, -ay Liesel, yo tento un amor imposible del pasado que me atormenta, pero eso no quiere decir que detengo mi vida por eso, sigo adelante, seguí adelante aún después de que no funcionara-
-Es diferente yo no te engañé-
-Pero me lastimaste, porque nunca pudiste amarme como yo te amaba a ti- confesó
-Lo lamento- murmuré
-Es pasado- aseguró sonriendo
Sabía que había lastimado a Aren pero nunca había comparado mi situación con la suya, es cierto que no era lo mismo, pero él también había sufrido igual o más que yo, sin embargo no lo había escuchado nunca lamentarse por ello o vivir recordando lo que pasó, solía hacerme reclamos, pero no siempre eran en serio, y en realidad era solo a menudo, de no haber superado lo que pasó, estoy segura que nuestra relación sería muy diferente
-Tienes razón- murmuré mirándolo
-Lo sé- dijo arrogante robándome una risita
-Ayúdame- pedí tendiéndole mi mano
-Muy bien saltamontes- sonrió aceptando mi mano, -vamos a superar tu pasado- suspiré poniéndome de pie y tomé la caja bajo el televisor, le dí una última mirada y se la entregué
-Deshazte de ella- dije cuando la tomó
-Tu eres la que debe deshacerse de esto Bicho- dijo serio
-Entonces sácala de aquí, para dejar de verlas-
-Está bien- aceptó, -en cuanto te sientas lista las quemaremos juntos- asentí suspirando, -poco a poco Liesel, lo importante es que has decidido dar el paso más importante- sonreí y me acerqué para abrazarlo
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Broken
RomanceRió, -¿cómo no puedo odiarte?, ¿cómo puedo hablarte como si nada hubiera pasado?, ¿cómo puedo sonreírte?- completó, -eres un buen compañero Joe, no había deseado estar con otro hombre hasta que te conocí; de los dos fuiste el más inteligente- sonrió...