Mejor que nadie

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JOE    P. O. V.

Desperté tras el insistente sonido de la lluvia al caer, estiré el brazo encontrando el espacio de Liesel vacío, me incorporé restregando mis ojos y la ví sentada en el banco frente a la ventana

-Son muy lindas- dijo acariciando las fotografías pegadas en el cristal mientras yo me sentaba en la orilla de la cama

-Lo son- dije serio sin dejar de mirarla, llevaba puesta solo mi playera y había levantado su cabello en una coleta alta

-Necesito ropa- soltó volteando a verme, -rompiste mis pantaletas y mi blusa- recordó

Reí mientras me paraba y comenzaba a vestirme, -vendré al rato- anuncié mientras arreglaba mi cabello

-Soy talla mediana- dijo tomando asiento en donde yo estaba

-Quien dijo que iría a comprar tu ropa- cuestioné mientras salía del departamento, -debí darme un baño primero- pensé en voz alta mientras caminaba por el pasillo

...

-Buen día señor- saludó mi segundo cuando me vió entrar, -todo está cubierto hasta ahora- anunció mientras caminábamos hasta mi oficina y sacudía el agua de lluvia de mi cabello

-Necesito que me hagas otro favor- anuncié suspirando

-¿Quiere que busqué otro celular en la calle?- preguntó con expresión cansada

-No- dije frío, -vé a comprar ropa para mujer- me miró confundido, -talla mediana- dije mientras le entregaba cierta cantidad de dinero

-¿Y qué tipo de prendas?- preguntó tomando el dinero

-De todo- asintió y salió de la oficina dejándome solo

LIESEL      P. O. V.

Si llamo a Liliana, me bombardearía con muchas preguntas; mi madre, definitivamente no es una opción; Saúl, eliminar número; Aren, sería demasiado incómodo y no lo considero prudente; Joseph, aún no llegamos a ese tipo de relación empleado•jefe, pero sí necesito avisarle que no creo llegar

-Jefe- saludó en cuanto contestó

-Hola Joseph, llamo para pedirte que te hagas cargo del taller hoy, me temo que no podré ir-

-No se preocupe jefe, yo me encargaré de todo-

-Gracias- y colgué; suspiré haciendo el celular a un lado y caminé a la cocina para buscar algo que pudiera prepararme para desayunar

Después de desayunar, busqué entre los cajones algo que me sirviera de vestimenta, pero no considere muy apropiado ponerme bóxers ya usados y en codiciones desconocidas, así que solo decidí tomar un baño, colocarme una playera limpia y mi sostén, que era lo único que había sobrevivido a la noche

...

Tres horas y sentía que moría del fastidio, este hombre no tiene señal de televisión y ni siquiera una radio que escuchar, mi única distracción había sido contar las gotitas escarchadas de cada ventana; la puerta sonó anunciando que alguien llegaba, Joe entró con dos bolsas de papel en la mano

-Hasta que te dignas a aparecer, estuve a punto de saltar por la ventana del aburrimiento- exclamé en cuanto estuvo dentro y pasó junto a mí

-Toma- dijo entregando ambas bolsas para después dirigirse a la cocina, dentro de ellas había ropa interior y ropa deportiva

-Creí que no me comprarías ropa- comenté burlona caminando a la habitación para vestirme

-Me apiadé de tu alma- dijo serio mientras me miraba vestirme desde el umbral de la puerta del cuarto

-Te dirán Joe el piadoso- dije sarcástica mientras terminaba de ponerme la blusa, sonrió de lado, -muy chistoso el señor, abandonando sin ropa a su polvo de una noche por ¡tres malditas horas!- exclamé encarándolo, -ni siquiera tienes con que entretenerme-

-Por supuesto que sí- dijo pícaro

-Ahora ya no quiero, ¡me voy!- pasé junto a él chocando mi hombro en su costado y salí del departamento marcando cada paso

JOE      P. O. V.

Miré su celular en la cama junto con otras cosas que cargaba consigo, tomé todo y me dirigí a la puerta, justo estaba por abrir cuando comenzaron a tocar

-Mío- dijo enojada cuando abrí tomando todo lo que le tendía en mi mano, cuando guardó todo en las bolsillos giró y siguió hasta el final del pasillo

LIESEL      P. O. V.

Cuando llegué al pasillo de mi departamento, me encontré a Aren frente a mi puerta a punto de tocar

-Bicho- saludó sonriendo al verme, -fuí a tu taller pero me dijeron que te habías tomado el día, estaba a punto de tocar tu puerta- explicó mientras me acercaba a abrir la mencionada

-¿Para qué me buscabas?- pregunté sonriendo mientras entrábamos

-Necesito que me acompañes a buscar el traje para mi boda- explicó tomando asiento en el sillón frente al televisor

-¿Por qué yo?- pregunté frunciendo el ceño

Se encogió de hombros, -tu buen gusto-

-Así que decidiste casarte- recordé

-Ella no es una mala mujer, no es latosa a diferencia de su familia, y sé que me quiere de alguna forma, considero que con el tiempo podremos vivir felices y quizá hasta me enamoré de ella-

-¿Te das cuenta que tu análisis no es el mejor de todos y que tiene un cincuenta por ciento de probabilidad, o aún más, de que fracase?- cuestioné seriamente

-Sí, y quiero arriesgarme- aceptó

Suspiré, -deja que me ponga algo más decente-

...

-¿Qué opinas?- preguntó tras probarse el modelo número diez

-Es...- fruncí el ceño ladeando un poco mi cabeza para observarlo, -¿tú cómo lo ves?- pregunté

-Este me gusta- dijo sonriéndole a su reflejo

-Aren- se giró a verme, -ese es el primero que te probaste y que dijiste que no te gustaba porque te hacia ver gordo-

-¿Segura?- preguntó sin dejar de mirarse en el espejo, -el otro era mas opaco- dijo refiriéndose al saco, -creo que lo confundes, me llevaré este- exclamó al momento que se acercaba uno de los vendedores, -solo necesito que le hagan algunos ajustes-

-Gracias por venir- dijo después de haber pagado

-Tampoco es que hubiera tenido algo más que hacer- dije suspirando encogiéndome de hombros

-Reconozco esa mirada- dijo colocándose frente a mí

-¿Qué mirada?- pregunté confundida

-La mirada que hay en tus ojos cuando estas suprimiendo tus sentimientos- dijo serio, -conociste a alguien- aseguró sin dejar de mirarme

Suspiré sonriendo, -por algo eres mi mejor amigo ¿no?, me conoces mejor que nadie- me guiñó un ojo y sonrió

-Nunca dudes eso, conozco cada gesto que haces y el por qué lo haces, no puedes ocultarme nada- dijo orgulloso haciéndome reír

-No es más que algo sexual- confesé

-Y aún así tienes que suprimir sentimientos- dijo en voz baja, -por eso eres tan fría, porque eres tan sentimental- aseguró

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora