Collins

Mackenzie

Todo el día de ayer estuve ocultándome de Brittany y sus amigas, y para mi buena suerte no me las encontré, era algo extraño pero estaba feliz por ello.

Hoy era jueves y al igual que ayer, temía encontrarme con Brittany y su séquito, aunque no podía hacer nada para evitar lo que me haría cuando me viera, pero quizás tenga suerte como ayer y no me la encuentre y todo vaya bien.

"Sigue soñando."

Baje las escaleras rumbo a la cocina para preparar mi desayuno que no era nada más ni nada menos que un tazón de cereal con un poco de fresas picadas, el sonido de mi celular se escucho llamando mi atención, lo tome del mesón del comedor junto a mi tazón de cereal, revise la pantalla de este donde se encontraba una notificación de que me había llegado un mensaje el cual abrí.

Adam: Estoy afuera, sal o iré a sacarte a la fuerza.

Leí su mensaje y rodé los ojos ante sus palabras que estaba segura que las cumpliría si no salía pronto; suspire con cansancio y me apresure a responder su mensaje para después volver a comer mi desayuno lo más rápido que podía.

Mackenzie: Ya voy, dame 10 minutos.

Mi celular volvió a sonar y una nueva notificación apareció en la pantalla de este, abrí el mensaje después de terminar con mi cereal y me dispuse a leerlo.

Adam: 6 minutos, apresúrate.

Tome el tazón y lo deje en el lavaplatos sin lavarlo, aunque cuando regresara tenía que hacerlo, ya que si mamá se enteraba que no lo había lavado antes de irme me daría el sermón de mi vida y odiaba cuando lo hacía, luego salí corriendo escaleras arriba con teléfono en mano hacia mi habitación y así terminar de arreglarme para ir a clases.

- Vamos tarde - me regaño al sentarme en el asiento del copiloto de su camioneta, rodé los ojos ante sus palabras, siempre se molestaba cuando me demoraba un poco más de lo debido.

- Tenia que bajar las escaleras y atravesar la sala o preferías que me lance por la ventana para que lleguemos temprano - comente con sarcasmo y un poco molesta, siempre era lo mismo.

- Lo de la ventana es buena idea - respondió encendiendo el vehículo y colocándolo en marcha.

- Sólo fueron un par de minutos - proteste mirándolo molesta.

- Si, y ahora llegaremos tarde - me miro molesto para luego regresar la mirada al frente.

- Solo llegaremos con el tiempo justo - susurré para mí misma y desvié mi mirada de él hacia la ventana donde las casas, las personas y los arboles eran casi un borrón gracias a la velocidad en la que iba el vehículo.

Espero que no nos detengan en el camino.

"Solo reza para que Adam no te mate si llegan tarde."

El timbre que indicaba que era hora de entrar a clases, este sonó justo cuando estaba al frente de mi casillero, el cual abrí y tome lo que necesitaría para mi primera clase, y me dirigí hacia allá corriendo al igual que hacían todos los que estaban retardados.

Entre en el salón justo antes de que cerraran la puerta de este, unos segundos mas tarde y la Sra. Smith no me permitiría la entrada dejándome afuera por lo que queda de clase y me quedaría con una falta sin justificación que terminaría perjudicándome en el peor de los casos.

Tome asiento en mi lugar sin percatarme que alguien estaba sentado junto a mi; la clase comenzó y en esta solo se oía la voz de la profesora mientras que escribía algunas cosas en la pizarra, aunque la mayoría de la clase solo nos estaba hablando sobre lo que había pasado en el antiguo Egipto, dejando a nuestro criterio para que anotáramos lo que considerábamos más importante.