Mackenzie

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La alarma de mi celular sonó despertándome de mi sueño, una almohada golpeo mi cabeza tan fuerte que hizo que me asustara y me cayera de la cama golpeándome en mi trasero.

Abrí los ojos pero luego los cerré por la luz que entraba por la ventana, volví a abrir mis ojos pero esta vez solo un poco para poder acostumbrarme a la luz ya que me daba directo en el rostro y eso lo odiaba, me levante del suelo como pude y camine hasta la ventana para cerrar la cortina para que dejara de entrar tanta luz de mi cuarto.

Esperen.

Cortinas blancas y marrones colgadas perfectamente en una ventana que esta frente a mi cama, aunque realmente no es mi cama y esta no es mi habitación.

¿Dónde estoy?

"¿No te acuerdas?"

No.

"No lo puedo creer."

Lo siento.

"Estas en la casa de Allison, tu compañera de historia universal con la que tienes que hacer un informe."

Es cierto.

- Apúrate princesita que tenemos que llegar a tiempo a clases - mi compañera apareció en el umbral de la puerta de "mi" habitación.

- Ya voy - dije alejándome de la ventana y caminando hasta una de las mesitas que estaba junto a la cama para poder tomar mi celular.

- Toma - Allison dejo un poco de ropa en la cama junto a una toalla - necesitas cambiarte y darte una ducha, no pensaras ir con la misma ropa de ayer a clases.

- Gracias - dije sonriéndole pero esta ni siquiera me devolvió la sonrisa.

- Si aja, avísame si necesitas algo más - dijo para luego salir de la habitación de huéspedes.

"Esa chica sí que tiene mal temperamento."

Ni me digas.

"Creo que le caes mal."

Gracias por tu sinceridad.

"De nada."

Deje mi discusión con mi conciencia de un lado y me dispuse a revisar mi teléfono, pero la pantalla estaba apagada y no podía ver si me habían llamado o mandado un mensaje o algo, aquello era frustrante.

- Allison - la llame saliendo de la habitación de huéspedes de la casa de mi compañera de clases, pero ella no estaba allí así que me dirigí a su habitación, toque la puerta repetidas veces mientras la llamaba hasta que salió y abrió la puerta a medias donde note que llevaba el cabello recogido en un moño desarreglado y una toalla enrollada en su cuerpo, lo que me hizo saber que ella se iba a bañar así que me tenía que apresurar.

- ¿Qué quieres? - pregunto con molestia en la voz pero aquello no cambio la expresión de su rostro que seguía siendo seria y neutral.

- Mmm... ¿Tienes un cargador? - dije mostrándole mi celular que estaba muerto.

Me dirigió una mirada de pocos amigos que solo duro unos segundos para luego dirigir su mirada a mi celular, esta negó la cabeza y me sonrió a medias algo que me dejo en completo shock, Allison estaba sonriendo, aunque solo era una sonrisa torcida.

- Mi hermano tiene uno para ese tipo de celular, ve y pregúntale - dijo y yo asentí en respuesta, pero luego recordé que no sabía cuál era la habitación de su hermano, ya que ayer no había llegado temprano así que me tuve que quedarme allí a petición de los abuelos de mi compañera porque no querían dejarme ir sola tan tarde, por lo que me hicieron llamar a mamá para avisarle.

CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora